El marco de la amnist¨ªa
M¨¢s all¨¢ de la t¨¦cnica jur¨ªdica, la parte m¨¢s dif¨ªcil de la negociaci¨®n, para el PSOE como para los independentistas, parece residir en cu¨¢l es el relato en el que se inscribe este cambio de fase pol¨ªtica
Las noticias que nos llegan estos d¨ªas de Palestina, con los terribles ataques de Ham¨¢s contra civiles y la respuesta del Gobierno israel¨ª sobre Gaza que atenta contra los derechos humanos, est¨¢n acaparando, con toda la raz...
Las noticias que nos llegan estos d¨ªas de Palestina, con los terribles ataques de Ham¨¢s contra civiles y la respuesta del Gobierno israel¨ª sobre Gaza que atenta contra los derechos humanos, est¨¢n acaparando, con toda la raz¨®n, el grueso de la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, en Espa?a y en el mundo.
Quiz¨¢s por ello, en los diarios y en las redes haya bajado, al menos aparentemente, la atenci¨®n en torno a la negociaci¨®n entre Pedro S¨¢nchez ¡ªencargado ya por el Rey de formar gobierno¡ª, y los grupos parlamentarios para la formaci¨®n de un nuevo Gabinete de coalici¨®n progresista que puede y debe contar con el apoyo no solo de Sumar ¡ªque se integrar¨ªa en el equipo de gobierno¡ª, sino tambi¨¦n de los grupos nacionalistas e independentistas, tanto vascos como catalanes.
Como es sabido, el grupo m¨¢s dif¨ªcil de convencer ¡ªy al cual la endiablada aritm¨¦tica surgida del 23 de julio ha dado un poder inesperado y decisivo en cuanto a la posibilidad de echar a andar a legislatura y evitar nuevas elecciones¡ª, es Junts. Y el punto en torno al que parece que se est¨¢n desarrollando las negociaciones es la posibilidad de un mecanismo que supere las consecuencias penales de la judicializaci¨®n de las actuaciones que llevaron a los hechos de octubre de 2017, y que ¡ªa falta de saber si se llamar¨¢ de esa manera o no, y de sus contenidos¡ª, se ha conceptualizado con el nombre tan cargado de referencias de amnist¨ªa.
A pesar de la espeluznante campa?a en contra que est¨¢n llevando a cabo la derecha y la extrema derecha, en el fondo no dejar¨ªa de ser una medida que recoge una realidad pol¨ªtica ya operante, en Catalu?a y tambi¨¦n ¡ªsi se atiende a los resultados de las encuestas de opini¨®n¡ª, en buena parte, en el conjunto de Espa?a: el proc¨¦s se ha acabado, al menos como lo hemos conocido hasta ahora. Y, precisamente, una medida de esas caracter¨ªsticas vendr¨ªa a sancionar la posibilidad de dejar atr¨¢s esa fase cr¨ªtica y posibilitar una agenda pol¨ªtica de los partidos independentistas protagonistas fuera de las coordenadas que han caracterizado la pol¨ªtica catalana en la ¨²ltima d¨¦cada.
M¨¢s all¨¢ de los mecanismos de t¨¦cnica jur¨ªdica que se empleen y de su solvencia constitucional, la parte m¨¢s dif¨ªcil de la negociaci¨®n parece residir en cu¨¢l es el marco narrativo en el que se inscribe ese cambio de fase. Para los socialistas ¡ªy tambi¨¦n para Sumar¡ª, afianzar el retorno a la normalidad institucional y a la mejora de la convivencia en Catalu?a y tambi¨¦n en el conjunto de Espa?a, m¨¢s all¨¢ de lo que la derecha quiera o pueda incendiar, representa un avance que es posible explicar y defender. Para los partidos independentistas, y especialmente para Junts, hilar un relato coherente es claramente m¨¢s dif¨ªcil, y quiz¨¢ sea eso ¡ªy no tanto la letra peque?a de un acuerdo en torno a la amnist¨ªa¡ª lo que motiva los aspavientos, las declaraciones altisonantes, los mensajes sibilinos, las liturgias y las oscilaciones de estas semanas.
Nunca hay que olvidar que el objetivo pol¨ªtico ¨²ltimo de los herederos del nacionalismo pujolista transitado a la ret¨®rica independentista es poder volver en un tiempo razonable a gobernar la Generalitat, ocupando la presidencia. Para hacer eso, tienen que afinar una narrativa de lo ocurrido y de lo que va a ocurrir muy compleja, porque tienen que poder hablar y convencer a un electorado muy diverso, que va desde los ¡°revolucionarios del 1 de Octubre¡± y de segmentos significativos de los poderes fuertes deseosos de pol¨ªticas conservadoras hasta, finalmente, a aquellas clases medias radicalizadas ¡ªespecialmente en territorios no metropolitanos¡ª, que est¨¢n siendo seducidos por propuestas de extrema derecha como la de la alcaldesa de Ripoll. F¨ªjense en que, en su comparecencia de principios de septiembre, adem¨¢s de los temas relacionados con la amnist¨ªa, Carles Puigdemont col¨® una extempor¨¢nea referencia al control de la inmigraci¨®n. Lo que tienen en com¨²n todos estos segmentos del electorado ahora identificados con el independentismo, y que viven ¡ªcomo se demostr¨® precisamente con los resultados de las elecciones de julio¡ª una frustraci¨®n y una desmovilizaci¨®n considerable, es su nacionalismo, de m¨¢s o menos intensidad esencialista. En este sentido, el objetivo de Junts ¡ªy para el cual realizar¨¢ cualquier tipo de contorsi¨®n argumental¡ª ser¨¢ primero el de fijar narrativamente cu¨¢les son ¡°los intereses de Catalu?a¡± en el posproc¨¦s, y despu¨¦s el de erigirse como el representante m¨¢s solvente y poderoso de los mismos, como en su d¨ªa lo supo hacer mejor que nadie el nacionalismo pujolista. La tarea no es f¨¢cil: tienen poco tiempo para reorientar discurso y objetivos sin perder a ning¨²n sector por el camino.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Opini¨®n
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Partidos pol¨ªticos
- PSOE
- Pedro S¨¢nchez
- Sumar
- JuntsxCat
- Carles Puigdemont
- ERC
- Catalu?a
- Independentismo
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Amnist¨ªa
- Pactos postelectorales
- Gobierno de coalici¨®n
- Investidura parlamentaria
- Investidura parlamentaria Pedro S¨¢nchez 2023
- PP
- Vox
- Extrema derecha
- Ultraderecha
- Generalitat Catalu?a