La brecha salarial oculta

Los empleados con estudios superiores suelen tener una remuneraci¨®n m¨¢s alta que el resto. En Espa?a, el promedio de los costes salariales por trabajador ascend¨ªa en 2021 a 2.087 euros brutos mensuales. Sin embargo, quienes ten¨ªan un t¨ªtulo universitario o de FP Superior cobraban por t¨¦rmino medio 2.606 euros. No obstante, la ventaja laboral que implica tener esa formaci¨®n no repercute por igual en el salario de todos los titulados: las mujeres siguen cobrando menos.

El censo de 2001 trajo la novedad de que por primera vez hab¨ªa en Espa?a m¨¢s mujeres que hombres con un t¨ªtulo superior. Esa tendencia se ha consolidado: en 2021, el 54,2% de las mujeres ten¨ªa esos estudios, frente al 45,8% de los hombres. Persiste, sin embargo, una insidiosa brecha de g¨¦nero que solo emerge si se bucea en las estad¨ªsticas. As¨ª se comprueba que los trabajos con alta proporci¨®n de titulados superiores, pero salarios inferiores a la media, est¨¢n mayoritariamente ocupados por mujeres. Las profesiones m¨¢s feminizadas siguen peor pagadas, incluso cuando se trata de actividades que exigen una alta formaci¨®n.

El ejemplo m¨¢s evidente es el de la educaci¨®n. Es la segunda actividad econ¨®mica con mayor proporci¨®n de graduados universitarios (un 87,9%), pero, a pesar de tener casi los mismos titulados que la consultor¨ªa de gesti¨®n empresarial (88,3%) o la programaci¨®n inform¨¢tica (87,8%), los 2.220 euros mensuales de salario medio bruto que perciben los ense?antes quedan muy lejos de los 3.397 y 3.316 euros al mes que se cobran, respectivamente, en esos dos sectores. El factor diferencial es que los profesionales de la ense?anza son mayoritariamente mujeres. Lo mismo ocurre con el turismo o los servicios sociales. Estas cifras contrastan con el salario bruto de actividades con menos exigencias formativas, pero integradas mayoritariamente por hombres ¡ªcomo el suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica, gas y aire acondicionado¡ª, que perciben una media de 3.808 euros brutos mensuales.

Es cierto que la situaci¨®n laboral de las mujeres est¨¢ lastrada por una mayor tasa de temporalidad. Esta diferencia es en s¨ª misma un factor de discriminaci¨®n, pues muchas veces se trata de una temporalidad impuesta por las cargas familiares. Incluso cuando se contabiliza el salario por hora, la brecha de g¨¦nero se mantiene. Tambi¨¦n cuando se comparan las retribuciones a jornada completa: seg¨²n la Encuesta de Estructura Salarial del INE, las mujeres cobran una media de 28.185 euros brutos y los hombres, 30.740.

Las medidas legislativas aplicadas en Espa?a para garantizar la igualdad han permitido que el principio de ¡°a igual trabajo, igual salario¡± se haya ido generalizando en las empresas. Pero no son suficientes para hacer frente a la brecha salarial oculta. Acabar con ella exigir¨¢ pol¨ªticas estructurales m¨¢s profundas.