La ruina de convertirse en un meme
El ¡®podcast¡¯ de los c¨®micos Ignasi Taltavull y Tom¨¤s Fuentes desvela a la protagonista de una de las im¨¢genes m¨¢s conocidas de internet
Espa?a ha exportado un pu?ado de memes potentes, de los que se convierten en cl¨¢sicos. Por ejemplo, el eccehomo: la restauraci¨®n fallida de una pintura en una iglesia de Borja (Zaragoza), a cargo de Cecilia Gim¨¦nez, apareci¨® en peri¨®dicos y medios de todo el mundo. O los v¨ªdeos subtitulados del Risitas, que lleg¨® a protagonizar un anuncio de pizza en Finlandia. Y mi favorito, el meme del novio distra¨ªdo.
Por si alguien no lo recuerda, se trata de una foto de banco de im¨¢genes, de esas que se usan para ilustrar art¨ªculos, folletos o lo que haga falta. En ella, una joven mira con estupefacci¨®n exagerad¨ªsima a su pareja, que se ha girado al ver pasar a otra mujer. La foto se ha usado para hablar de nuestra preferencia por las novedades, ya sean gatos, libros, pol¨ªtica o comida, por citar solo algunos ejemplos.
Merece respeto qui¨¦n hizo este meme. pic.twitter.com/4t0RuQKVQc
— Samuel. (@S4muel_) August 26, 2017
me?irl pic.twitter.com/Xov8hCmzwm
— peach ?? (@unhelado) August 25, 2017
— skip intro (@chuchugoogoo) August 21, 2017
En 2017, cuando se puso de moda, mi compa?ero Emilio S¨¢nchez Hidalgo entrevist¨® al autor de la fotograf¨ªa original, Antonio Guillem, que le cont¨® que la imagen procede de una de las muchas sesiones que hizo con los mismos modelos en Girona. Tambi¨¦n le dijo que, hasta entonces, ni siquiera sab¨ªa lo que era un meme.
Desde hace unos d¨ªas sabemos algo m¨¢s de la foto gracias a La Ruina, el podcast de Ignasi Taltavull y Tom¨¤s Fuentes, en el que, como su nombre indica, algunos afortunados del p¨²blico comparten sus momentos m¨¢s vergonzosos y divertidos a la vez. No hace falta decir que el podcast resulta gracios¨ªsimo y que se merece todos los premios Ondas de aqu¨ª a 2050.
Pues bien, en la ¨²ltima entrega, la del pasado jueves, le toc¨® a una chica, Carla, quien ya hab¨ªa pasado antes por el programa y que esta vez ven¨ªa con una ruina internetera: ella es la modelo que hace de novia celosa en el meme del novio distra¨ªdo. La mayor parte de los memes se olvidan en cuesti¨®n de d¨ªas, incluso horas, pero en algunos casos se convierten en cl¨¢sicos. Este es uno de ellos, como muestra la reacci¨®n del p¨²blico y de los presentadores de La Ruina (al borde del infarto) al enterarse de que estaban ante una de las protagonistas de una de las im¨¢genes m¨¢s conocidas de la historia de internet. El fragmento que la cuenta del podcast ha compartido en Twitter suma casi 800.000 reproducciones en menos de 24 horas.
— La Ruina (@laruinashow) November 5, 2023
Este meme tambi¨¦n supone un buen ejemplo de c¨®mo ha cambiado la atenci¨®n a lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Con internet y las redes sociales, estamos a unos cuantos miles de retuits de una fama rar¨ªsima, por culpa de la cual podemos acabar en los m¨®viles de todo el mundo sin que nadie sepa ni c¨®mo nos llamamos.
Al menos, un meme no es como un linchamiento por una metida de pata, de esos que pueden terminar con despidos y juicios. Pero tambi¨¦n pueden ser muy crueles, como muestra el ejemplo del eccehomo: cogemos una imagen, la modificamos, nos re¨ªmos¡ Y olvidamos que detr¨¢s de esas bromas hay alguien que no se esperaba nada de todo eso. Gim¨¦nez, la restauradora aficionada, dec¨ªa hace unos a?os en una entrevista publicada en Heraldo de Arag¨®n que en ese momento sinti¨® que ¡°estaba siendo ridiculizada en el mundo entero¡±. Aunque al menos a?ad¨ªa que estaba contenta por ¡°el cari?o y el respeto¡± que se termin¨® llevando.
Pero incluso cuando se trata de un ejemplo simp¨¢tico, como en el caso del novio distra¨ªdo, convertirse en un meme puede resultar un agobio porque no es algo ni buscado ni, casi nunca, provechoso: en La Ruina, Carla cuenta c¨®mo borr¨® sus cuentas en redes y no lo mencion¨® durante a?os. De hecho, mi compa?ero Emilio contact¨® con ella en su momento, pero (comprensiblemente) prefiri¨® no hablar.
Los memes forman parte de nuestro vocabulario en internet y los usamos a modo de reacci¨®n c¨®mica o de resumen de lo que pensamos ante cualquier situaci¨®n. Y cuando los empleamos no le queremos ning¨²n mal a ninguno de sus protagonistas. De hecho, lo normal es que ni siquiera pensemos en ellos. Y ese es el problema, aunque a larga d¨¦ para una buena ruina.
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