Renace la ¡°Caye borroka¡±
Las tendencias en X sobre los disturbios ultras en Madrid se suceden y prolongan el enfrentamiento entre insultos, odio y burlas
Los disturbios causados por ultraderechistas frente a la sede del PSOE en Madrid a cuenta de la negociaci¨®n de la amnist¨ªa a los encausados por el proc¨¦s monopolizan las redes. X (antes Twitter) funciona como la prolongaci¨®n del enfrentamiento. Desde el pasado lunes, los tuits y las tendencias en las redes se multiplican, se superponen, se retroalimentan; nacen, mueren y resucitan. ¡°Putodefender Espa?a¡± es una de ellas, inspirada en la frase que se ha popularizado de un joven manifestante que muestra su incredulidad tras ser dispersado con gases lacrim¨®genos cuando la masa, la muchedumbre, la muta que dir¨ªa Rafael Chirbes, intenta derribar las vallas policiales. El tono en general m¨¢s ligero y burl¨®n del principio ha ido dando paso a un lenguaje m¨¢s pesado y ponzo?oso, tras la concentraci¨®n del martes, cuando crecieron los asistentes (unas 7.000 personas, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno), los encapuchados, los actos violentos, los detenidos y los heridos.
Vamos a dejar por aqu¨ª los momentos m¨¢s memorables de esta #CayeBorroka.
— Javier Dur¨¢n (@tortondo) November 6, 2023
Y empezamos, como no, con ¡°porputodefenderEspa?a¡±.
pic.twitter.com/7CvXZOgxqf
Los hechos son graves, sin duda, y los discursos y las declaraciones que los alientan tambi¨¦n. Los insultos y algunas proclamas de tono guerracivilistas han aumentado en n¨²mero y en intensidad. Hay que mantener la calma, pasar¨¢, dicen algunos. En las redes siempre queda hueco para el humor. Inquieta o¨ªr a un grupo de j¨®venes cantar el Cara al Sol falangista antes de lanzar objetos a la Polic¨ªa, a la vez que desengrasa la apostilla de un tuitero sobre la viabilidad de peatonalizar la Gran V¨ªa de Madrid como demuestra la marcha ultra que la recorre a paso firme. La tendencia ¡°Caye borroka¡± muestra al menos ingenio, se comparta o no su contenido. Surge de mezclar el ap¨®cope de cayetanos, forma despectiva de denominar a los pijos con m¨¢s ¨ªnfulas, con el sustantivo que significa lucha en euskera. Un juego de palabras que remite, obviamente, a la kale borroka que se extendi¨® en los a?os previos al fin de ETA, en 2011. Hay quien compara los altercados de Madrid con los que vivi¨® Barcelona durante el proc¨¨s y tras la sentencia del Supremo que condeno a sus responsables.
Tambi¨¦n ha sorprendido la inesperada tendencia ¡°Helly Hansen¡±, el nombre de una exclusiva marca noruega de prendas deportivas y de abrigo. Deriva de un mensaje de un joven cachorro pijo y ultra ¡ªo su remedo sarc¨¢stico¡ª en el que comparte una reflexi¨®n ¡°un poco pol¨ªticamente incorrecta¡±. Lo que le pasa a los progres, dice, es que ¡°no han estado en una estaci¨®n de ski en su vida, no conocen el poder de una Helly Hansen, no saben lo que es la rasca de una monter¨ªa¡±, advierte ante la posibilidad de que las movilizaciones se disuelvan con la llegada del fr¨ªo.
Pues ya tenemos eslogan y fotograf¨ªa.#Espa?aAcabaDeDespertar pic.twitter.com/Fh6x78coz8
— Llambrion (@LlambrionLeon) November 7, 2023
Otras tendencias son m¨¢s previsibles: ¡°Abascal¡±, ¡°Marlaska¡±, ¡°Puigdemont¡±, ¡°no a la amnist¨ªa¡±, ¡°Ferraz¡±, ¡°Polic¨ªa Nacional¡±, ¡°socialistas¡±, ¡°el PP¡±, ¡°Ley mordaza¡±... Algunas llaman la atenci¨®n por razones de diversa ¨ªndole. Por ejemplo, ¡°Iker Jim¨¦nez¡±, presente en los disturbios del martes, no como manifestante, sino para realizar su programa en YouTube, seg¨²n dijo ¨¦l mismo. O ¡°Isabel Peralta¡±, la dirigente neonazi que se encaram¨® a un quiosco para saludar brazo en alto. Algunos tuiteros inciden en que muchos presentes la abuchearon y que ella no los representa, y subrayan que ¡°los encapuchados han querido reventar la movilizaci¨®n¡±. ¡°El sanchismo ganar¨¢ el relato si seguimos a esta gentuza¡±, dice uno con la etiqueta ¡°gentuza¡±, bajo la que cabe de todo. Tambi¨¦n la insinuaci¨®n de que los violentos son ¡°infiltrados¡±, otra tendencia, al igual que ¡°Espa?a acaba de despertar¡±, en la que algunos apuntan a antisistema, okupas o anarquistas como esos infiltrados, una acusaci¨®n que contrasta con las numerosas im¨¢genes de los disturbios que circulan en las redes y en los medios, con las consignas que se gritan y las pancartas que se esgrimen, como esa que reza ¡°La Constituci¨®n destruye la naci¨®n¡±.
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