PP y PSOE, aprendan de Bildu

Ya que esta columna va de Twitter, o de X, empecemos con un tuit. De Pablo Iglesias, por ejemplo, que tiene 2,7 millones de seguidores y que, la ma?ana del martes, puso un tuit que dec¨ªa: ¡°A las que fueron las ministras m¨¢s atacadas y acosadas del Gobierno, los periodistas parlamentarios las nominan como azote del Gobierno. La mayor violencia no viene de la ultraderecha, viene de un periodismo delincuente y corrupto que se siente impune y que no tiene l¨ªmites¡±. A continuaci¨®n, el fundador de Podemos reproduce una captura de pantalla en la que aparecen los diputados que, seg¨²n la Asociaci¨®n de Periodistas Parlamentarios, se merecen una distinci¨®n, ya sea por su buena labia o por lo contrario. Y, efectivamente, all¨ª aparecen Ione Belarra e Irene Montero disputando a Cuca Gamarra y a Alberto N¨²?ez Feij¨®o el m¨¦rito de haberse convertido durante el ¨²ltimo a?o en una pesadilla para Pedro S¨¢nchez y los suyos. Es l¨®gico que, tal y como est¨¢n las cosas en su partido, a Iglesias no le haga gracia la guasa de los periodistas parlamentarios, pero m¨¢s all¨¢ de eso ¡ªy una vez le¨ªda la lista de los nominados¡ª me ha llamado la atenci¨®n otra cosa.

En la referida lista, hay tres categor¨ªas, las tres positivas, en las que un diputado o diputada de EH Bildu opta a un galard¨®n. Oskar Matute disputa el premio a mejor orador; Mertxe Aizpurua compite por el de mejor relaci¨®n con la prensa, y Jon I?arritu opta a mejor diputado 2.0. Por si quieren saber ad¨®nde quiero llegar, se lo cuento enseguida. A muchos ¡ªy no me excluir¨ªa de esa lista¡ª les sigue dando cierto repel¨²s contemplar c¨®mo una coalici¨®n construida en torno a Sortu ¡ªesto es, sucesores directos de Herri Batasuna, el brazo pol¨ªtico de ETA¡ª se haya convertido, tan poco tiempo despu¨¦s del fin de una banda terrorista que asesin¨® durante 40 a?os a m¨¢s de 850 personas, en un actor principal de la pol¨ªtica espa?ola. Pero no hay que olvidar que la democracia ¡ªa trav¨¦s del entonces ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba¡ª puso en 2010 a la coalici¨®n abertzale frente a un dilema: ¡°O bombas o votos¡±. Y el caso es que, ya fuera por convencimiento propio o porque la Polic¨ªa y la Guardia Civil ten¨ªan a ETA contra las cuerdas, la respuesta fue la que ya conocen. La banda terrorista anunci¨® el alto el fuego y EH Bildu decidi¨® participar en la pol¨ªtica espa?ola hasta el punto de que no solo aprueba leyes importantes para el conjunto de la poblaci¨®n y sostiene al Gobierno, sino que le ha quitado al PNV la franquicia de recaudadores oficiales de Euskadi en Madrid. Esto, m¨¢s un cambio est¨¦tico y un oportuno relevo generacional ¡ªaunque siempre bajo el tutelaje de Arnaldo Otegi¡ª, los ha convertido por primera vez en serios aspirantes al Gobierno vasco.

Llegados a este punto, se preguntar¨¢n: ?qu¨¦ tiene que ense?arle Bildu al PP y al PSOE? La respuesta es sencilla: la coalici¨®n abertzale no ha olvidado a los suyos. Mientras hace pol¨ªtica en Madrid ¡ªsin aspavientos ni guerras absurdas en Twitter¡ª, en Euskadi se manifiesta en apoyo a los presos de ETA, les organiza homenajes en las fiestas de los pueblos y hasta tolera que los payasos m¨¢s famosos del Pa¨ªs Vasco ¡ªPirritx, Porrotx eta Marimotots¡ª graben un v¨ªdeo a favor de los presos en el que participan ni?os junto a un terrorista que cumpli¨® 12 a?os de condena en Francia. Lo peor de todo es que son las propias v¨ªctimas, a trav¨¦s de Covite o de la Fundaci¨®n Fernando Buesa, las ¨²nicas que alzan la voz para advertir del ¡°desprecio a quienes sufrieron el terrorismo y tienen derecho a la justicia¡±.

Es triste ¡ª?verdad, PP, verdad PSOE?¡ª que las v¨ªctimas est¨¦n tan solas y los terroristas, tan bien acompa?ados.