El D¨ªa de los Inocentes
Bromear sobre asuntos muy serios es la gimnasia adecuada, incluso para aquellos que sostienen que ya no se puede hablar de nada con libertad
El D¨ªa de los Inocentes ya no se celebra con la espontaneidad de antes. Los padres despertaban a los hijos con una falsedad cre¨ªble y los hijos se vengaban a lo largo del d¨ªa. En los medios de comunicaci¨®n se hac¨ªan correr incruentas mentiras. Pero c¨®mo celebrarlo hoy en d¨ªa si las mentiras son la salsa de la realidad, si lo falso toma el sitio de lo aut¨¦ntico desde que los propios fabricantes comenzaron a encargar en China r¨¦plicas baratas de sus productos para hacer caja en todos los segmentos. Me gusta mucho una celebraci¨®n catalana del D¨ªa de la Radio que consiste en que los locutores de una cadena se intercambian con los de la competencia. Los oyentes experimentan una sorpresa bienhumorada y cordial. Imaginen que al arrancar la ma?ana, los locutores de una barricada se han pasado a la contraria. Y que avanzado el d¨ªa, Pedro S¨¢nchez es presidente del partido opositor y N¨²?ez Feij¨®o ocupa el Gobierno con la misma tenacidad que el anterior no lo suelta, incluido por supuesto el pacto con quien le garantice el poder. Ser¨ªa menos sorprendente que su equipo de portavoces intercambiaran el sitio, pues estos ya a diario acostumbran a decir una cosa y la contraria en funci¨®n de las veleidades del rumbo de sus partidos.
Lo que estar¨ªa bien es que ese intercambio se extendiera en todos los sectores y por un d¨ªa y el presidente de la patronal se fuera a hacer camas a un hotel parejero. Y el gremio de grandes empresarios lo dirigiera por unas horas una sirvienta sin contrato. Tambi¨¦n la valla fronteriza la vigilar¨ªa un reci¨¦n llegado en patera y tendr¨ªa que saltarla en tres intentos un cuerpo integrado por Marlaska, sus antecesores y los ingenieros que dise?an el foso y las concertinas de nuestros muros disuasorios. Un transexual dirigir¨ªa la Conferencia Episcopal y un abusado de ni?o en un colegio ofrecer¨ªa una conferencia de apertura de curso para los padres fundadores. El rey Felipe VI podr¨ªa pasar la jornada en un piso de 12 metros sin calefacci¨®n y moverse por su ciudad en el metro en hora punta, mientras que el palacio de la Zarzuela festejar¨ªa una jornada de puertas abiertas para los habitantes de la Ca?ada Real, pues incluso el nombre de su asentamiento es homenaje a la corona. A los directores de peri¨®dicos se les conceder¨ªa el d¨ªa libre con un paseo por la monta?a para que experimentaran en carne propia la fragilidad de los osos, la nobleza del lobo y la poca peligrosidad de las serpientes venenosas.
En ese D¨ªa de los Inocentes, a las directivas del Ministerio de Igualdad las mandar¨ªamos a un tribunal de familia para escuchar en qu¨¦ consiste un divorcio entrampado y a la presidenta de la Comunidad de Madrid a comer en un centro de ancianos la misma papilla infecta en la que se ahorra tres euros por men¨². Bromear sobre asuntos muy serios es la gimnasia adecuada, incluso para aquellos que sostienen que ya no se puede hablar de nada con libertad mientras son portada del suplemento dominical y salen en programas de m¨¢xima audiencia. Los a?orados chistes de gangosos y mariquitas no han muerto por la censura integrista sino por la evoluci¨®n de la inteligencia, como humillar y burlarte del m¨¢s d¨¦bil de la clase ya no es la lecci¨®n que te ense?an en el primer d¨ªa de cole.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.