Desaparecidos en M¨¦xico: realismo crudo
Diversos grupos de Madres Buscadoras recorren el pa¨ªs, siguiendo pistas y removiendo la tierra para encontrar los restos de sus familiares. Muchas fueron asesinadas, otras reciben amenazas
Desde 1964 desaparecieron m¨¢s de 100.000 personas en M¨¦xico, el 97% despu¨¦s de 2006, cuando el presidente Felipe Calder¨®n declar¨® la ¡°guerra contra el narco¡±. Las desapariciones son, en su mayor¨ªa, fruto de la violencia generada por los c¨¢rteles de droga. El Estado no busca a quienes desaparecen o los busca mal. Diversos grupos de Madres Buscadoras recorren el pa¨ªs, siguiendo pistas y removiendo la tierra para encontrar sus restos. Muchas fueron asesinadas, otras reciben amenazas. El 8 de enero pasado, Cecilia Flores, quien fund¨® el colectivo Madres Buscadoras de Sonora (encontraron m¨¢s de 2.000 cuerpos en siete a?os; no a los hijos de Flores), colg¨® en el ?ngel de la Independencia de Ciudad de M¨¦xico una manta con un mensaje. ¡°A los c¨¢rteles les pido piedad. No maten ni amenacen a las Madres Buscadoras. No queremos justicia ni c¨¢rcel, solo arropar a quienes parimos y un lugar donde rezarles¡±. El 13 de enero ese grupo descubri¨® 19 fosas clandestinas con restos humanos en la playa del Choyudo. Es solo el comienzo: hasta fines de 2023, hab¨ªa m¨¢s 52 mil restos sin identificar en servicios m¨¦dicos forenses. Ellas cosechan, el Estado amontona. En el mensaje de la manta, Flores ¡ªque en 2021, despu¨¦s de que una buscadora apareciera acribillada, dijo ¡°No buscamos culpables, no buscamos justicia; lo ¨²nico que queremos es traerlos de vuelta a la casa¡±, donde ¡°traerlos a casa¡± es poder peregrinar hacia una tumba¡ª no se dirig¨ªa al estado, sino a los perpetradores. Es, en ese sentido, un mensaje inusual: si organizaciones como Madres de Plaza de Mayo reclaman por sus desaparecidos con lemas como ¡°ni olvido ni perd¨®n¡± y ¡°castigo a los culpables¡±, Flores se obliga a una claudicaci¨®n que podr¨ªa ser vista como algo impropio si no fuera porque la ausencia absoluta del Estado la convierte en un acto de realismo crudo.
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