Las j¨®venes esclavas de la belleza

Apenas llega a la mesa donde reposan unas esponjas y peque?os recipientes con agua. Todo es de color rosa en el v¨ªdeo de TikTok de la cuenta @studiosBYF desde la que, con su voz y rostro angelicales, una ni?a va desgranando, una a una, sus rutinas de belleza. ¡°Primero procedemos a aplicarnos el jab¨®n en movimientos circulares, ahora nos vamos a aplicar el t¨®nico que nos va a dar una sensaci¨®n superrefrescante. Pen¨²ltimo paso: exfoliar nuestra piel para que nos quede sumamente suave, no olvides retirarla con agua en tu rostro. ?ltimo y m¨¢s importante paso, el protector solar, que nos ayudar¨¢ a cuidar nuestra piel de los rayos solares¡±.

Asumamos que en el TikTok de 2024 un angelito de 10 a?os es capaz de dejar el ¡°plan Ponds, belleza en siete d¨ªas¡± a la altura del becario. La dermat¨®loga Martha Viera revela en la misma plataforma que a su consulta acuden ¡°ni?as de 9, 10, 11 a?os que siguen 10 pasos de rutina facial cosm¨¦tica por la ma?ana y otros tantos por la noche (¡­) Han tenido irritaciones, alergias de contacto por los qu¨ªmicos que ese tipo de piel no necesita y que no est¨¢ preparada para recibir.¡±

La confluencia de dos titanes, las plataformas digitales y la industria cosm¨¦tica, parece estar propiciando el nacimiento de un nuevo ep¨ªgrafe en la relaci¨®n de posibles trastornos de salud mental relacionados con la vida digital de los adolescentes. La cosmeticorexia define la obsesi¨®n temprana por emular h¨¢bitos de cuidados faciales y, sobre todo, h¨¢bitos de compra de productos de belleza recomendados por sus influencers que, tradicionalmente, resultaban m¨¢s apropiados para mujeres m¨¢s edad y con mayor poder adquisitivo.

Este proceso de rejuvenecimiento de la consumidora de cremas y pinturas est¨¢ dejando huella en las escenas de la vida cotidiana. TikTok acumula m¨¢s de 64 millones de tutoriales en v¨ªdeo sobre maquillaje para todas las edades, con protagonistas como la joven Kassie, de seis a?os, que, bajo la mirada de su orgullosa madre, Shab, demuestra a sus cuatro millones y medio de seguidores, brocha en mano, c¨®mo una mocosa convenientemente aleccionada puede ¡°dominar el maquillaje mejor que la mayor¨ªa de las mujeres adultas¡±.

Adi¨®s al m¨ªtico malet¨ªn de la Se?orita Pepis, mero objeto de culto tras esta nueva ola donde muchas ni?as y jovencitas quieren jugar, cosm¨¦ticamente hablando, en la liga de los mayores. M¨¢s de 371 millones de visualizaciones acumulan en TikTok las publicaciones en torno al #sephorakids, etiqueta que recoge las andanzas de las peque?as locas por las cremas en los pasillos de las tiendas estadounidenses de la cadena Sephora, el nuevo templo por el que las peque?as pasean, prueban cosm¨¦ticos so?ados e inabordables y hacen recomendaciones a usuarias m¨¢s mayores. El fen¨®meno da para un experimento social como el que Lauren, una joven profesora de yoga realiza con su preciosa y maquillada hija de 10 a?os a la que pide, dentro de una tienda Sephora, que elija todos sus productos preferidos en menos de dos minutos. Trescientos d¨®lares m¨¢s tarde, el v¨ªdeo acumula tres millones y medio de visualizaciones y duras cr¨ªticas. ¡°?Ll¨¦vala a Juguettos!¡±, exclama un usuario desde la fila de comentarios.

Nos queda un a?o por delante para comprobar si la cosmeticorexia se merece los galones de mal contempor¨¢neo o si solo se trata de una ocurrencia magnificada ante un cambio social adaptado y asumible. Padres y educadores tienen la palabra.