La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, en la diana de Israel
El Gobierno israel¨ª quiere acabar con el organismo del que dependen los gazat¨ªes para la ayuda internacional. No cabe ambig¨¹edad: o estamos con Guterres, o con Netanyahu
El Gobierno de Israel ve a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) como un enemigo. Por un lado, porque con su labor humanitaria dificulta la estrategia de hacer insoportable la vida a quienes habitan el territorio ocupado palestino hasta el punto de que decidan finalmente abandonarlo, dej¨¢ndolo en manos de Tel Aviv. Por otro, porque su propia existencia hace visible la pervivencia de los seis millones de personas que asiste y protege; personas a las que el Gobierno israel¨ª niega rotundamente el derecho al retorno, consciente de que reconoc¨¦rselo supondr¨ªa el colapso del sue?o sionista de crear un Estado para los jud¨ªos. De ah¨ª su declarada intenci¨®n de eliminarla.
Con esa idea, y con la colaboraci¨®n directa de Washington, pretende que la ONU modifique el concepto de refugiado, reserv¨¢ndolo ¨²nicamente para los sobrevivientes de los m¨¢s de 700.000 palestinos que se vieron obligados a huir de la Nakba (1948). De ese modo, en lugar de los citados seis millones, tan solo habr¨ªa unos 400.000. Una cifra que no justificar¨ªa la necesidad de contar con una Agencia y que hasta podr¨ªa llevar hipot¨¦ticamente a Israel a aceptar su regreso, contando con que no modificar¨ªa sustancialmente la demograf¨ªa de la Palestina hist¨®rica. En paralelo, son incontables los obst¨¢culos que los gobiernos israel¨ªes ponen a la actividad diaria de la UNRWA, as¨ª como los intentos por disuadir a los donantes (la Agencia no tiene presupuesto propio y depende totalmente de las aportaciones voluntarias; lo que deriva en un d¨¦ficit estructural creciente), sin olvidar que desde que inici¨® su operaci¨®n de castigo el ej¨¦rcito de Israel ya ha matado en Gaza a m¨¢s de 150 de sus empleados.
En esa l¨ªnea se enmarca el m¨¢s reciente paso de Tel Aviv con su denuncia de que ha habido trabajadores de la Agencia implicados en los ataques realizados por Ham¨¢s el pasado 7 de octubre. Una denuncia, basada ¨²nicamente en confesiones de prisioneros palestinos en manos de Israel, que ha llevado de inmediato a la cancelaci¨®n de sus contratos y al arranque de una investigaci¨®n por parte de la ONU (no de la UNRWA) para determinar las responsabilidades oportunas. Una denuncia que, sin esperar al resultado de la investigaci¨®n, tambi¨¦n ha llevado a Alemania, Australia, Canad¨¢, EE UU, Finlandia, Italia, Pa¨ªses Bajos, Reino Unido y Suiza a suspender sus aportaciones.
Esta puede ser la puntilla para impedir a la UNRWA continuar su trabajo. Con su calculado gesto, haci¨¦ndolo coincidir con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia que lo retrata como un potencial genocida, el Gobierno de Israel busca aplicar un castigo no s¨®lo a la Agencia (son 12 empleados potencialmente responsables de esos actos de un total de 13.000 en Gaza), sino tambi¨¦n a los dos millones de gazat¨ªes que dependen vitalmente de la UNRWA, as¨ª como asegurarse el respaldo de gobiernos que buscaban una excusa para quedarse al margen, aunque sea apareciendo como c¨®mplices en una masacre que nos averg¨¹enza. No puede caber ambig¨¹edad alguna en este punto, o estamos con Ant¨®nio Guterres o estamos con Benjam¨ªn Netanyahu.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.