Gaza, el descalabro moral de Occidente y el de los dem¨¢s
EE UU y la UE deber¨ªan haber presionado mucho m¨¢s para desviar a Israel de una senda que le perjudica
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU se pronunci¨® ayer sobre las medidas cautelares ¡ªno sobre el fondo¡ª relacionadas con la denuncia por presunto genocidio presentada por Sud¨¢frica contra Israel por su acci¨®n b¨¦lica en Gaza. Los jueces rechazaron la petici¨®n de alto del fuego que reclamaba Sud¨¢frica, en un reconocimiento del derecho de Israel a defenderse, pero aceptaron pronunciarse en un marco legal de riesgo de genocidio, exigen medidas que eviten actos genocidas e imponen a Israel permitir el paso de ayuda humanitaria. Tardaremos a?os en conocer el juicio sobre el fondo. Pero al trasluz de la decisi¨®n se perfila con claridad el contorno de una serie de descalabros morales, de distinta intensidad. Entre ellos, muy significativo es el de Occidente.
El ataque de Ham¨¢s del 7 de octubre fue un espantoso acto de terrorismo. Ham¨¢s gan¨® las elecciones parlamentarias en Palestina en 2006, pero esto de ninguna manera excluye que sea un grupo terrorista, porque es autor de actos terroristas. La opresi¨®n del pueblo palestino no justifica sus acciones. Nada digno cab¨ªa y cabe esperar de Ham¨¢s, su inmoralidad no es una sorpresa.
M¨¢s cabr¨ªa esperar de Israel, democracia que, sin embargo, pisotea los m¨¢s elementales principios democr¨¢ticos, por ejemplo con d¨¦cadas de ocupaci¨®n, de colonizaci¨®n ilegal ¡ªrobo de tierra, dicho en plata¡ª y repetidas acciones militares desproporcionadas y de dudos¨ªsimo encaje en el derecho internacional. En esta ocasi¨®n, Israel tiene derecho de responder al infame ataque sufrido, pero las modalidades en qu¨¦ lo ha hecho representan un terrible descalabro moral. La magnitud de la destrucci¨®n y la indignante restricci¨®n a la entrada de suministros b¨¢sicos para los civiles son una mancha que perseguir¨¢ a Israel en la historia. Lo peor es que, con toda probabilidad, minar¨¢ tambi¨¦n su seguridad, por raz¨®n de la semilla de odio que ¨¦l mismo siembra con la opresi¨®n, con la bota en el cuello palestino durante d¨¦cadas. Hasta aqu¨ª, las partes beligerantes.
A partir de aqu¨ª toca se?alar el descalabro moral de Occidente. In primis, de Estados Unidos, gran sostenedor de Israel durante d¨¦cadas. Pueden encontrarse argumentos que justifican ese apoyo despu¨¦s de la Segunda Guerra mundial. La regi¨®n estuvo y est¨¢ plagadas de actores siniestros y el pueblo jud¨ªo hab¨ªa sufrido una persecuci¨®n casi inimaginable. Lo que es completamente inaceptable es que esa ayuda fuera incondicional, que siguiera fluyendo en medio de la colonizaci¨®n descarada, atropellos varios, e incluso ahora, cuando, mientras con la boca Washington pide contenci¨®n, con las manos arma los ca?ones de Israel con cargamentos de municiones enviados sin aprobaci¨®n del Congreso. Estados Unidos es quien m¨¢s capacidad de influencia tiene sobre Israel, y por ello es quien m¨¢s responsabilidad tiene con sus acciones y omisiones entre los actores externos. Deber¨ªa haberla utilizado mucho m¨¢s.
La UE y sus pa¨ªses miembros la tienen en gradaci¨®n menor, pero tambi¨¦n elevada. No hay constancia de ninguna acci¨®n de peso por su parte para reconducir la pol¨ªtica de colonizaci¨®n y opresi¨®n que Israel ha elegido como v¨ªa para garantizar su seguridad, con el estrepitoso fracaso al que asistimos hoy. Los europeos no tienen ni el peso militar ni el estrat¨¦gico de EE UU. Pero son el primer socio comercial de Israel y podr¨ªan haber tomado significativas medidas de presi¨®n en este sector, o en el plano estrictamente pol¨ªtico y diplom¨¢tico. Antes de la actual crisis, y durante ella. En cambio, poco cabe recordar en el historial, como mucho inanes cuestiones de etiquetado de productos procedentes de territorios ocupados. Las responsabilidades son individuales y deben ser graduadas. Los Gobiernos de Espa?a y B¨¦lgica, por ejemplo, en esta circunstancia han actuado mejor que otros. Pero, ay, no son muy relevantes en la escena global. Asimismo, el Alto Representante de Pol¨ªtica Exterior, Josep Borrell, ha hablado m¨¢s claro que muchos otros, pero obviamente est¨¢ sujeto a los l¨ªmites de una instituci¨®n democr¨¢tica con 27 miembros y un funcionamiento muy complejo.
Occidente merece pues una reprobaci¨®n fuerte por ese historial y este presente. Una mayor presi¨®n habr¨ªa no solo salvado mejor su honor y evitado sufrimiento injusto de civiles palestinos, sino que habr¨ªa tal vez desviado a Israel de una senda que le ha conducido a un enorme aislamiento y reprobaci¨®n internacional, mientras su seguridad no est¨¢ nada garantizada. Nefasto balance. Es muy tarde ya, pero todav¨ªa cabe exigir y esperar que ahora act¨²e con m¨¢s fuerza para exigir que se cumplan las medidas cautelares dictadas por el tribunal de la ONU.
Dicho esto, conviene no pararse ah¨ª y que el repaso sea exhaustivo. Los entusiastas de la reprobaci¨®n de Israel y de Occidente deber¨ªan intentar no subestimar algunas cosas. Por supuesto, tener en cuenta que el tribunal no se ha pronunciado sobre el genocidio, concepto que algunos usan con ligereza: convendr¨ªa dejarlo a los jueces, entre otras cosas porque la ret¨®rica desatada tiende a incendiar en vez de construir soluciones. En segundo lugar, que ha reconocido el derecho de Israel a defenderse. En tercer lugar, que el balance de fracasos morales debe ser ecu¨¢nime en todo el mapamundi.
Sud¨¢frica ha hecho muy bien en llevar el caso a la justicia. Israel debe responder ante ella. Ahora, el tama?o de la hipocres¨ªa de Sud¨¢frica queda claro cuando se recuerda que se abstuvo en la votaci¨®n en la ONU sobre la invasi¨®n de Rusia a Ucrania. Esa no estaba ni siquiera espoleada por un ataque previo, como la respuesta de Israel. Pero en ese caso a Sud¨¢frica le dio igual, como muestra su voto. Sobre el descalabro moral de Rusia no merece la pena gastar muchas l¨ªneas. China avala la invasi¨®n rusa y por otra parte hace negocios y apuntala los peores reg¨ªmenes de la tierra. Los reg¨ªmenes ¨¢rabes, entre los cuales los hay que descuartizan con serruchos a periodistas ¡ªArabia Saud¨ª¡ª hace mucho que abandonaron la defensa de los derechos de los palestinos, y ahora a rega?adientes se mueven ante la conmoci¨®n de sus sociedades. Lula declar¨® que considera que Zelenski es igual de responsable que Putin por lo ocurrido en Ucrania. Y, en Occidente, se agradecer¨ªa que ciertos sectores muy vocales en contra de las acciones de Israel lo fueran con intensidad comparable en contra de las de Putin en Rusia, que no son solo brutalmente desproporcionadas, como aquellas, sino que no tienen ni siquiera la base de una leg¨ªtima defensa, tan solo el anhelo de un colonialismo despiadado. Descalabros morales hay muchos.
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