Tejado ca¨ªdo
Dicen que llor¨® como un ni?o al ser detenido. Igual nunca dej¨® de serlo, y la vida le vino grande cuando se acab¨® el chollo de los ¡®realities¡¯
Hay una bomba de relojer¨ªa con la cuenta atr¨¢s activada en muchas casas, y sus moradores lo saben sin poder o querer desactivarla. Puede que sea en la de tus vecinos de rellano, o de adosado, o de casopl¨®n en la urbanizaci¨®n m¨¢s pija de tu zona. Puede, incluso, que sea en la tuya propia, aunque el sinvivir de ese tic tac inverso martilleando en tus sienes y tu est¨®mago no llegue a salir nunca de tus labios ni de tu puerta de la calle porque el explosivo lo lleva dentro alguien a quien quieres. Un hijo, un padre, un sobrino, un t¨ªo, un amigo del alma. Alguien con un cable pelado que puede provocar una descarga en cualquier momento, no se sabe por qu¨¦, ni c¨®mo ni cu¨¢ndo, y dejar qui¨¦n sabe cu¨¢ntas v¨ªctimas, adem¨¢s de ¨¦l mismo. Adicciones, trastornos mentales, altibajos, vaivenes emocionales, maldad pura y dura. Las pilas de la bomba pueden ser variadas. Lo que no cambia es la angustia y la impotencia de los allegados al sentirla y no poder descargarlas.
Adem¨¢s de los an¨®nimos, hay toda una estirpe de juguetes con el mecanismo averiado en nuestro imaginario colectivo. Hijos de, hermanos de, yernos de, sobrinos de. Adultos sin m¨¢s oficio ni beneficio que el parentesco con una celebridad de cuyo prestigio viven y a los que les cuesta labrarse la existencia a la sombra de esa torre. No todos son iguales, claro. Los hay simp¨¢ticos, macarras, con luces y sin ellas, trabajadores y vagos redomados, pero no son pocas las balas perdidas. Antonio Tejado, sobrino de la cantante Mar¨ªa del Monte, ha sido enviado a prisi¨®n por, presuntamente, proporcionar la informaci¨®n necesaria para robar en casa de su t¨ªa y su esposa con ellas dentro, y quedarse con parte del bot¨ªn, en el que hab¨ªa joyas de su propia abuela. Desde entonces, un alud de memes ha sepultado las redes. Jo jo jo, qu¨¦ sorpres¨®n, la ca¨ªda de semejante fanfarr¨®n era cuesti¨®n de tiempo, sentencian. Ha trascendido que, al ser detenido, Tejado, un t¨ªo como un castillo, se puso a llorar como un ni?o de pecho. Quiz¨¢ nunca dej¨® de serlo y la vida le vino grande en cuanto se le acab¨® el chollo de los realities, los montajes y los focos para desollar al pr¨®jimo y se trat¨® de doblar el lomo para pagarse su tren de vida. No me da pena. Tampoco risa. Mientras el resto nos debatimos entre el horror y el morbo ante el espect¨¢culo del Tejado ca¨ªdo, en casa de los suyos, y en otras muchas, si no es tambi¨¦n en la nuestra, la bomba sigue en el aire.
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