Ejercicios de cinismo
Solo hay un plan que pueda servir para proteger las vidas de los gazat¨ªes y es la tregua indefinida que Netanyahu se niega a negociar
Antes de que el ej¨¦rcito israel¨ª empiece la invasi¨®n terrestre de Rafah, Joe Biden le ha exigido a Benjamin Netanyahu un plan de evacuaci¨®n cre¨ªble para el rinc¨®n de la franja de Gaza en el l¨ªmite con Egipto donde malviven amontonados casi un mill¨®n y medio de ciudadanos palestinos. Si el primer ministro israel¨ª sigue el m¨¦todo utilizado hasta ahora, no tardar¨¢ en invadir sin hacer el menor caso a las recomendaciones de su ¨ªntimo aliado. La cat¨¢strofe que se prepara, seg¨²n los buenos conocedores de la situaci¨®n humanitaria, ser¨¢ de proporciones apocal¨ªpticas. No puede entrar un ej¨¦rcito entero en una zona tan densamente habitada y carente de suministros e incluso de techos donde refugiarse sin provocar una estampida e incluso una inmensa matanza.
Por buena que sea la voluntad de Biden, el plan de evacuaci¨®n no existe. Solo hay un plan que pueda servir para proteger las vidas de los gazat¨ªes y es la tregua indefinida que Netanyahu se niega a negociar. Su Gobierno extremista se ha especializado en un perverso ejercicio de cinismo, que consiste en hacer caso omiso a los consejos de Washington despu¨¦s de aceptarlos de palabra y de afirmar incluso con todo el aplomo que los est¨¢ siguiendo. Admite la exigencia de combatir bajo las reglas del derecho internacional humanitario, garantizar los suministros b¨¢sicos y la seguridad de la poblaci¨®n y concentrarse en liberar a los rehenes y eliminar a Ham¨¢s, pero luego se dedica exactamente a lo contrario.
Si as¨ª ha sido hasta ahora, con un balance de muerte insoportable, nada permite deducir que Rafah no ser¨¢ vaciada, su poblaci¨®n diezmada y al final expulsada. La vida de los palestinos, y tambi¨¦n la de los rehenes que sobreviven en su cautiverio apenas cuenta para Netanyahu en comparaci¨®n con el valor absoluto que otorga a su victoria total como ¨²nica finalidad de su guerra. Nadie puede aceptar que el leg¨ªtimo derecho de Israel a defenderse llegue hasta el punto de arrasar la entera franja de Gaza, convertirla en un infierno donde no se pueda vivir, y luego librarla a los colonos fundamentalistas y supremacistas para que conviertan en realidad sus proyectos expansionistas y mesi¨¢nicos.
Son muchos los ministros, diputados e incluso militares de distinto rango que no distinguen, ni en sus palabras ni en sus acciones, entre las milicias terroristas y la entera poblaci¨®n civil de Gaza. La sospecha creciente es que no quieren terminar solo con Ham¨¢s sino con Palestina y sus reivindicaciones nacionales, la idea de un Estado propio en Gaza y Cisjordania, la capitalidad compartida de Jerusal¨¦n y el reconocimiento al menos nominal y negociable del derecho al retorno. Este es el ¨²nico e inquietante plan cre¨ªble que hay en la mesa del Consejo de Ministros presidido por Netanyahu. En vez del horizonte de vida en com¨²n entre palestinos e israel¨ªes que reclama la comunidad internacional, la ¨²nica propuesta de momento es un proyecto de guerra sin fin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.