Escuchemos a la Yulia ucrania y a la Yulia rusa: hay que derrotar a Putin
Permitir que Ucrania d¨¦ un vuelco a la situaci¨®n es la ¨²nica manera de ¡°poner fin a esta guerra¡±
Ante el segundo aniversario de la invasi¨®n rusa de Ucrania, que se cumple este s¨¢bado, hag¨¢monos una sencilla pregunta: ?est¨¢ Europa en guerra? Cuando se lo pregunt¨¦ a una sala llena de participantes en la Conferencia de Seguridad de M¨²nich el domingo pasado, la mayor¨ªa de ellos levantaron la mano para decir que s¨ª, que Europa est¨¢ en guerra. Pero entonces hice otra pregunta: ?Creen que en sus respectivos pa¨ªses la mayor¨ªa de la gente es consciente de ello? Levantaron la mano muy pocos.
Ha sido una Conferencia de M¨²nich llena de dolorosos contrastes. Hubo soldados ucranios malheridos que nos relataron historias del infierno del frente. Yulia Payevska, una veterana m¨¦dica militar, nos cont¨® que hab¨ªa visto ¡°r¨ªos de sangre, torrentes de sufrimiento¡± y habl¨® de los ni?os que se le hab¨ªan ¡°muerto en los brazos¡±. ¡°Somos los perros de la guerra¡±, dijo, mientras recordaba que a ella misma los rusos la capturaron en Mari¨²pol, la encarcelaron durante tres meses y la torturaron. ¡°Dadnos las armas¡±, concluy¨®, ¡°para poner fin a esta guerra¡±.
Tambi¨¦n estuvo presente el coraje de una Yulia rusa. Yulia Navalnaya subi¨® al estrado cuando todav¨ªa no se hab¨ªa confirmado del todo la noticia de la muerte de su marido, Alex¨¦i Navalni, para exigir que se lleve a Vlad¨ªmir Putin ante la justicia y para recordarnos que sigue existiendo otra Rusia que lucha contra el tirano. Despu¨¦s grab¨® un v¨ªdeo tremendamente conmovedor y desafiante que puede verse en YouTube.
Al mismo tiempo, bastaba con salir de la sede de la conferencia, en el hotel Bayerischer Hof, para encontrarse con las muchedumbres de fin de semana disfrutando de un sol nada habitual para la estaci¨®n en bonitos bares y caf¨¦s, comprando en tiendas lujosas o reservando una escapada invernal a alg¨²n atractivo destino de vacaciones. Una vida pr¨®spera, incluso mimada, propia de tiempos de paz. ?Europa en guerra? Es una broma, ?no?
En la conferencia de este a?o, los l¨ªderes occidentales reconocieron que la prolongaci¨®n de la guerra es una realidad con m¨¢s claridad que el a?o pasado, pero, en general, siguen sin saber transmitir a sus respectivas sociedades la sensaci¨®n de que estamos ante una amenaza existencial. Y tampoco est¨¢n tomando las medidas urgentes necesarias para evitar que Ucrania sufra en el campo de batalla m¨¢s derrotas como la reciente retirada de Avdiivka.
Hay excepciones notables. Kaja Kallas, la primera ministra estonia a la que el Kremlin acaba de incluir en la lista de ¡°m¨¢s buscados¡±, es una de esas excepciones desde hace tiempo. Mette Frederiksen, la primera ministra danesa, es insistente, habla sin rodeos y hace lo que dice. ¡°Hemos decidido donar toda nuestra artiller¨ªa¡±, afirm¨® en la misma reuni¨®n en la que habl¨® la Yulia ucrania. Dinamarca tambi¨¦n ha enviado F-16.
Est¨¢ asimismo Petr Pavel, antiguo general de la OTAN y en la actualidad presidente checo. Nos explic¨® que, en colaboraci¨®n con los daneses y otros pa¨ªses, los checos han encontrado en los mercados mundiales 500.000 cartuchos de munici¨®n de 155 mil¨ªmetros y 300.000 cartuchos de 122 mil¨ªmetros que se podr¨ªan comprar de inmediato para enviarlos a las acosadas fuerzas ucranias en las pr¨®ximas semanas. Ese material permitir¨ªa a aguantar los ucranios, explic¨® Pavel, hasta que lleguen m¨¢s suministros de la industria militar occidental de aqu¨ª a finales de a?o.
As¨ª tambi¨¦n dar¨ªa tiempo a que la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos venza su vergonzoso bloqueo trumpista y apruebe conceder m¨¢s financiaci¨®n militar para Ucrania. (La escena m¨¢s esperp¨¦ntica de la conferencia fue el momento en el que el senador republicano Pete Ricketts compar¨® la invasi¨®n de Ucrania ordenada por Putin con la ¡°invasi¨®n¡± de inmigrantes ilegales procedentes de M¨¦xico).
Ahora bien, pa¨ªses como la Rep¨²blica Checa y Dinamarca, por s¨ª solos, no pueden de ninguna manera hacer lo necesario para que Ucrania frene a Rusia. Con las catastr¨®ficas vacilaciones que exhibe Estados Unidos, hace falta que los grandes pa¨ªses europeos ¡ªsobre todo Alemania y Francia¡ª pasen a la acci¨®n, compren a toda velocidad la munici¨®n que han encontrado los checos, act¨²en con rapidez, sin burocracias y con los medios necesarios y expliquen a sus ciudadanos por qu¨¦ debemos hacerlo.
El presidente Emmanuel Macron ni siquiera acudi¨® a M¨²nich. Su ret¨®rica grandilocuente sobre ¡°el rearme de la soberan¨ªa europea¡± y la ¡°econom¨ªa de guerra¡± no coincide con la verdadera escala ni la velocidad de la ayuda de Francia a Ucrania.
El caso del canciller alem¨¢n Olaf Scholz es distinto. Como hace un a?o fui muy cr¨ªtico con sus ¡°scholzer¨ªas¡± sobre la entrega de armas a Ucrania, quiero reconocer que desde entonces ha habido un gran cambio. Alemania es hoy el segundo pa¨ªs que m¨¢s ayuda a Ucrania, despu¨¦s de Estados Unidos. Esta decisi¨®n de dar un apoyo incondicional ha sido una especie de Wende (giro) dentro del Zeitenwende (punto de inflexi¨®n trascendental) que Scholz prometi¨® inicialmente, solo tres d¨ªas despu¨¦s de la invasi¨®n de 2022. Nunca olvidar¨¦ las conversaciones que tuve en Kiev el verano pasado con varios amigos que me contaron la tranquilidad que les infunde, de noche, o¨ªr el caracter¨ªstico y profundo trueno del ca?¨®n alem¨¢n de defensa antia¨¦rea Gepard. Los ca?ones alemanes est¨¢n salvando vidas.
Pero ahora esa Zeitenwende necesita una segunda Wende. El Gobierno de Scholz debe reconocer que, cuando se apoya a un bando en una guerra contra un dictador asesino, hay que querer verdaderamente que gane y no solo ¡°que no pierda¡±, la f¨®rmula a la que Scholz y Macron recurren con frecuencia. Ese no es precisamente un lenguaje fuerte, que es el ¨²nico que entiende Putin. Como apunt¨® el presidente ucranio Volod¨ªmir Zelenski, que intervino en M¨²nich inmediatamente despu¨¦s de Scholz, ¡°no es solo cuesti¨®n de suministrar armas; la pregunta es: ?est¨¢is preparados psicol¨®gicamente?¡± La l¨®gica de los tiempos de paz, de la negociaci¨®n, las concesiones y el ¡°todos ganan¡±, no vale de nada en este caso.
Minutos antes de que Zelenski subiera al escenario, el canciller alem¨¢n eludi¨® una pregunta sobre por qu¨¦ no env¨ªa los misiles alemanes Taurus a Ucrania. Los principales expertos militares aseguran que desplegar misiles de largo alcance como el Taurus ¡ªy sus equivalentes estadounidenses, brit¨¢nicos y franceses¡ª es la ¨²nica forma de que Ucrania pueda volver r¨¢pidamente a ejercer presi¨®n militar sobre Rusia, con la amenaza de interrumpir las l¨ªneas de suministro a trav¨¦s de Crimea.
En definitiva, los l¨ªderes de los grandes pa¨ªses europeos deben tomar nota de los m¨¢s peque?os, como Dinamarca, Rep¨²blica Checa y Estonia. Dada la cr¨ªtica situaci¨®n en la que se encuentra el frente de Ucrania, tienen que ser m¨¢s audaces, m¨¢s r¨¢pidos y m¨¢s decisivos. Y deben encontrar un lenguaje m¨¢s directo, m¨¢s apasionado, m¨¢s inspirador, un lenguaje como el que sin duda habr¨ªa utilizado el h¨¦roe personal de Scholz, el excanciller Willy Brandt. Las sociedades que siguen disfrutando de la paz y de un c¨®modo estilo de vida, en las que muchos, al parecer, creen que esta guerra puede acabar pronto negociando una paz de compromiso, necesitan una sacudida para despertar. Como dijo el presidente Pavel, el ¨²nico sacrificio que todos podemos hacer es ¡°reducir nuestra propia comodidad¡±. La comodidad f¨ªsica, pero tambi¨¦n la psicol¨®gica.
Europa est¨¢ en guerra. No est¨¢ toda ella en guerra como hace 80 a?os, cuando la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos participaban directamente en combates, pero desde luego no est¨¢ en paz como hace 20 a?os, antes de que Putin emprendiera su camino de confrontaci¨®n con Occidente. Si no afrontamos la urgente necesidad de que Ucrania pueda consolidar sus posiciones defensivas, reagruparse y, en ¨²ltima instancia, ganar la guerra que est¨¢ librando en nombre de todos nosotros, dentro de unos a?os nos encontraremos con un ataque a¨²n m¨¢s directo de una Rusia envalentonada y revanchista. As¨ª que escuchen a las dos Yulias, la ucrania y la rusa. Hay que derrotar a Putin. Es la ¨²nica manera de ¡°poner fin a esta guerra¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.