Don Pedro el marroqu¨ª

Don Pedro viaj¨® a Rabat la semana pasada. Tras reunirse con el rey marroqu¨ª y parte de su Gobierno, anunci¨® que Marruecos invertir¨¢ de aqu¨ª a 2050 unos 45.000 millones de euros en desarrollo de infraestructuras. ?Y eso por qu¨¦ lo anuncia don Pedro?, se preguntar¨¢ usted. Porque empresas espa?olas podr¨ªan tener oportunidades de negocio. ?Qu¨¦ hizo VozP¨®puli? Colgar en X un video con la declaraci¨®n y el siguiente titular: ¡°S¨¢nchez anuncia una inversi¨®n de 45.000 millones de euros a Marruecos para mejorar infraestructuras¡±.

El digital que dirige Francisco Rosell ment¨ªa as¨ª al asegurar que ser¨ªa Espa?a quien invirtiera 45.000 millones de euros en Marruecos. Era un bulo, y en X le pusieron una de esas ¡°notas de la comunidad¡± que sirven para marcar los bulos, pero a la direcci¨®n del digital pareci¨® darle igual. ?Por qu¨¦ le dio igual cuando pod¨ªan haber alegado que era un error o haber culpado al becario y borrado el mensaje? Porque el negocio de algunos medios no es informar (entonces no deber¨ªa llam¨¢rseles ¡®medios¡¯, pensaba Aim¨¦ Dandoy) de una forma m¨¢s o menos cr¨ªtica con el poder. Es simplemente la mentira, que sirve tanto para atizar al dirigente al que tratan como a una pi?ata como para la carrera de los digitales ultras por la audiencia, porque semejante bulo es un atrapa clics imbatible. ?Periodismo? No, no es periodismo, es otro negocio, es el intento burdo y pringoso de enga?ar al lector para conseguir dos cosas: generar visitas que justifiquen recibir publicidad institucional y subvenciones y tener contenta a quienes deben aprobarlas, principalmente do?a Isabel y don Jos¨¦ Luis.

Los medios reaccionarios llevan a?os insinuando que Marruecos habr¨ªa conseguido pinchar el tel¨¦fono m¨®vil de don Pedro y habr¨ªa tenido acceso a secretos inconfesables. Adem¨¢s, el rey Mohamed VI ser¨ªa el jefe de los narcos del Estrecho, responsable ¨²ltimo del asesinato de dos guardias civiles hace semanas. Y don Pedro ser¨ªa simplemente su hombre en Madrid, a las ¨®rdenes del rey marroqu¨ª para que este no contara los secretos que hab¨ªa extra¨ªdo de su m¨®vil. Nunca nos cuentan estos digitales cu¨¢les son esos secretos, pero sus bulos sirven para alimentar, por ejemplo, a quienes dicen que la esposa de don Pedro es en realidad un se?or, no una se?ora.

Antonio Rodr¨ªguez, del contenedor amarillo, y Miquel Gim¨¦nez, del contenedor blanco, contaron la semana pasada que un Falcon hab¨ªa viajado a Rabat, hab¨ªa pernoctado en el aeropuerto de la capital marroqu¨ª y hab¨ªa vuelto al d¨ªa siguiente a Madrid sin que ni don Pedro ni ning¨²n ministro tuvieran en sus agendas p¨²blicas una visita a Marruecos. As¨ª que el viaje era sospechoso, inquietante, sobre todo cuando se hac¨ªa justo despu¨¦s del asesinato de los dos guardias civiles. En realidad, en el Falcon hab¨ªa volado la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, para un evento de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo que se celebraba en la capital marroqu¨ª. Tras varias horas con el bulo publicado, Rodr¨ªguez, a quien parece que le quedan rastrojos de cierta verg¨¹enza profesional, corrigi¨® la pieza y puso una nota al pie. Gim¨¦nez no.

Los del contenedor amarillo no se quedaron en el bulo de Rodr¨ªguez. Paloma Cervilla contaba tras el asesinato de los guardias civiles que don Pedro ¡°inici¨® el cambio de rumbo contra el narco tras una reuni¨®n con Marruecos en 2022¡å. Cervilla, usando fuentes an¨®nimas y con el manual cl¨¢sico de la teor¨ªa conspirativa, insin¨²a que los guardias civiles y un p¨¢rroco asesinado el 25 de enero de 2023 en Algeciras a manos de un marroqu¨ª murieron porque Marruecos quer¨ªa mandar mensajes a Espa?a y que el Ministerio de Interior decide su pol¨ªtica contra el narco ¡°por exigencia de Mohamed VI¡±. Cervilla, que se hizo famosa hace a?os tras publicar en ABC que las estudiantes usaban las becas universitarias para pagar operaciones de aumento de pecho, llega a afirmar que decisiones sobre control migratorio y lucha contra el narco ¡°se tomaron todas a favor de la inmigraci¨®n y del tr¨¢fico de drogas y muy beneficiosas para Marruecos¡±. Difundir teor¨ªas conspirativas dedicadas a sembrar odio y llamarlo periodismo.