El orgullo de criar
Envuelta en la frialdad del que sabe que ya hizo lo que hizo y que lo volver¨ªa a hacer, no dije nada. Mi padre sonri¨® y me palme¨® la rodilla
Hace poco iba por la ruta hacia mi ciudad de origen. Poco antes, al llegar a otra, Chacabuco, tuve un recuerdo. En la Argentina llamamos ¡°hacerse la rata¡± a escabullirse del colegio, un coqueteo con la clandestinidad. En un pueblo chico era dif¨ªcil. Todos nos conoc¨ªamos. Hacerse la rata implicaba quitarse los uniformes y meternos en un sitio en el que no pudieran descubrirnos que fuera m¨¢s divertido que el colegio (no era f¨¢cil: el colegio, p¨²blico, era un lugar interesante). Lo hice algunas veces y en una ocasi¨®n, con otras compa?eras, decidimos hacernos la rata e ir a Chacabuco, una ciudad a 54 kil¨®metros de la nuestra. Hab¨ªamos compartido un viaje con chicos de una escuela de all¨ª y algunas hab¨ªamos establecido relaciones estrechas con varones a los que quer¨ªamos ver. Despu¨¦s de una log¨ªstica compleja ¡ªllamarlos por tel¨¦fono (en a?os sin m¨®viles), preguntarles si quer¨ªan evadirse del colegio, averiguar horarios de autobuses¡ª, se decidi¨® el d¨ªa. Hab¨ªa riesgos: un accidente en la ruta, ser descubiertas. No se nos ocurr¨ªa que a una persona de 16 a?os en esas circunstancias pudiera pasarle nada malo, salvo un accidente o una delaci¨®n. Fuimos, los vimos, regresamos. Un par de d¨ªas despu¨¦s, de camino al colegio, mi padre me pregunt¨®: ¡°?Vos estuviste en Chacabuco?¡±. Yo: ¡°No¡±. ?l: ¡°Te vieron¡±. Yo: ¡°No estuve¡±. Fin de la charla. Ese mediod¨ªa mi madre no me habl¨® durante el almuerzo. Tampoco le habl¨® a mi padre, supongo que decepcionada por considerar que mi acto merec¨ªa reprobaci¨®n. Por la tarde fuimos con ¨¦l no recuerdo d¨®nde. Me pregunt¨®: ¡°?Lo pasaste bien?¡±. Yo: ¡°?D¨®nde?¡±. ¡°En Chacabuco¡±. Envuelta en la frialdad del que sabe que ya hizo lo que hizo y que lo volver¨ªa a hacer, no dije nada. Mi padre sonri¨® y me palme¨® la rodilla. No era una mala manera de criar: asumir que la libertad de su cachorro lo hundir¨ªa siempre en el miedo, aceptar la responsabilidad por lo que ¨¦l mismo ¡ªcon orgullo¡ª hab¨ªa creado.
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