La monta?a de la verg¨¹enza

Con Facebook relegado a ciertos usos y grupos demogr¨¢ficos, un Instagram en horas bajas donde ni los grandes influyentes consiguen llegar a las audiencias previas y un Twitter irreconocible que expuls¨® a sus usuarios hacia Threads, Mastodon o Bluesky y solo recupera su brillo en terremotos, eclipses y desapariciones de princesas, me pregunto si a¨²n existe la posibilidad de ser escuchado ¨Dcomo individuo o como empresa¨D en el internet de 2024.

Entonces recuerdo aquello de ¡°f¨ªjate en lo que te fijas¡±, y pienso en Derek Guy, el tipo de la ropa de hombre que escribe en X sobre vestimenta masculina. Y aqu¨ª es donde ocurre la magia: a pesar de que la sastrer¨ªa masculina no me puede importar menos, soy fiel a sus explicaciones sobre el cashmere, las implicaciones culturales de la ropa casual, por qu¨¦ Felipe VI es la persona mejor vestida del mundo o c¨®mo debe caer una americana, porque si lo cuenta ¨¦l, me interesa, y no soy la ¨²nica. Derek se ha hecho tan famoso que no se puede subir una foto trajeado sin temor a ser juzgado por ¨¦l con gracia y conocimiento de causa.

¡°Contenido educacional, las audiencias quieren aprender cosas. La personalidad lo es todo. La narrativa lo es todo, no hay mensaje sin punto de vista. Encuentra tu nicho y constr¨²yelo. Necesitas un punto de vista ¨²nico¡±, escribe otra gran conocedora de la moda y las redes, Brenda Hashtag, en el borrador de un documento de ideas que colg¨® despreocupadamente hace unos d¨ªas y que resume bien el estado de la cuesti¨®n. Las cosas son as¨ª ahora: pueden encontrarse m¨¢s pistas en las notas de un m¨®vil que en un informe de tendencias. Brenda misma se ha hecho popular poniendo en pr¨¢ctica una visi¨®n radical que enloqueci¨® a TikTok: todo en su gigantesca habitaci¨®n-armario es blanco o negro, con un estilo ¨²nico basado en el conocimiento del vintage.

TikTok tambi¨¦n ama a Courtney Johnson, otra creadora que se centra en el ¨¢mbito laboral y recomienda utilizar LinkedIn, una red olvidada y poco sexy, que incluso puede dar verg¨¹enza utilizar. Su l¨®gica tiene sentido: mucha gente entra en ella cada d¨ªa, pero de forma pasiva. Como la mayor parte de las cuentas no generan contenido, a¨²n existe una ventana de oportunidad para quien s¨ª lo haga. Pero para ello es necesario ¡°escalar la monta?a de la verg¨¹enza¡±, una met¨¢fora acu?ada por Erica Mallet en TikTok para explicar que para construir nuestra marca personal hay que superar antes una etapa de pudor. Debemos despegarnos de nuestro yo, dar la cara y ver nuestro cuerpo como una forma de transmitir un contenido. Si lo conseguimos, al otro lado nos espera la recompensa: la tierra de lo cool y la atenci¨®n ajena. Solo aquellos que no han conseguido escalar la monta?a se atrever¨¢n a criticarnos.

Derek, Brenda o Johnson son individuos brillantes que han superado la prueba, editando su personalidad y mostrando y potenciando solo una parte de s¨ª mismos, exponiendo su mensaje con coherencia, profesionalidad, desverg¨¹enza, desapego y constancia. ¡°Las personas son marcas y las marcas, personas¡±, dec¨ªa tambi¨¦n Brenda, y eso es lo que promueve el algoritmo en 2024: humanos-mensaje con personalidad de quienes aprender una visi¨®n del mundo. Ya no es suficiente con desear los objetos o el estilo de vida de los influyentes. Ansiamos tambi¨¦n su conocimiento, que es el lujo inalcanzable definitivo, porque hace falta toda una vida para ofrecer una visi¨®n propia del mundo a la que poder sacar partido. Ante eso, nada m¨¢s y nada menos que la monta?a.