No quiero leer tu novela, ChatGPT
La inteligencia artificial se dedica a pintar cuadros y a escribir y nos deja los trabajos m¨¢s repetitivos y peor pagados
Un tuit de la escritora Joanna Maciejewska define a la perfecci¨®n lo que est¨¢ pasando con la inteligencia artificial (IA) y la direcci¨®n absurda que est¨¢ tomando: ¡°Quiero que la IA haga la colada y lave los platos para que yo pueda dedicarme al arte y a escribir, no que la IA escriba y dibuje por m¨ª para que yo pueda hacer la colada y lavar los platos¡±.
You know what the biggest problem with pushing all-things-AI is? Wrong direction.
— Joanna Maciejewska (Myth-Touched coming in April!) (@AuthorJMac) March 29, 2024
I want AI to do my laundry and dishes so that I can do art and writing, not for AI to do my art and writing so that I can do my laundry and dishes.
Es algo parecido a lo que me contaba la fil¨®sofa Eur¨ªdice Caba?es, fundadora de la asociaci¨®n cultural de videojuegos ArsGames, para un reportaje sobre los luditas: claro que hay muchos trabajos que se pueden automatizar, pero se nos presenta un futuro en el que nosotros hacemos lo m¨¢s duro y aburrido mientras ¡°la IA pinta cuadros¡±.
Ah¨ª vamos: ChatGPT escribe textos (a¨²n mediocres), Dall-E se encarga de las ilustraciones (todav¨ªa fe¨ªsimas) y ahora nos prometen que podremos darle un par de frases a Sora o a Vids y nos devolver¨¢n un v¨ªdeo (probablemente espantoso). Y eso a pesar de que poca gente querr¨¢ ver una pel¨ªcula hecha con IA, del mismo modo que las partidas de ajedrez m¨¢s interesantes son casi todas entre humanos y no entre m¨¢quinas, aunque estas jueguen mejor y, como explicaba Leontxo Garc¨ªa en este diario, hasta Magnus Carlsen aprende de ellas.
Nuestro presente se aleja mucho del futuro que imaginaba Bertrand Russell en 1932: en su Elogio de la ociosidad, el fil¨®sofo escribe que la tecnolog¨ªa nos permitir¨¢ trabajar cuatro horas diarias y dedicar el tiempo libre a lo que queramos, ya sea escribir una novela, descansar o (hay gente para todo) seguir trabajando. Pero vamos camino de trabajar 12 horas al dictado de un algoritmo que nos dice qu¨¦ tareas repetitivas hay que dejar listas. Las empresas que programan estos algoritmos aseguran que quieren un mundo mejor, pero su modelo de negocio consiste en vender una versi¨®n precarizada y sin derechos de trabajos que ya exist¨ªan: de taxista a conductor de VTC, de repartidor a rider.
No solo trabajamos al dictado de un algoritmo, sino que a menudo hay que hacerlo para disimular las chapuzas y limitaciones de la tecnolog¨ªa. Hace unos a?os, Amazon estaba orgullos¨ªsima de sus supermercados sin cajeros: uno entraba, cog¨ªa pan y yogures y sal¨ªa sin m¨¢s, para que luego la empresa le hiciera el cargo en la cuenta como por arte de magia. Pero Amazon acaba de cerrar estas tiendas y adem¨¢s ha confesado, para disfrute tuitero, que la tecnolog¨ªa a veces funcionaba regular: unos mil empleados en la India ten¨ªan que revisar algunos v¨ªdeos en caso de error o para seguir entrenando al sistema. No era magia; eran trabajos aburridos y mal pagados. Lo mismo ocurre con gran parte de la nueva tecnolog¨ªa, de robots aspiradora que no saben d¨®nde est¨¢n al etiquetado de v¨ªdeos de redes sociales. Y ah¨ª podemos acabar todos, poniendo bien las comas en las novelas que escriba ChatGPT y que no leer¨¢ nadie.
Amazon billed its "Just Walk Out" stores as some triumph of AI. In reality, it was powered by thousands of low-paid Indian workers manually adding up items in your cart as you shopped.
— Max Burns (@themaxburns) April 2, 2024
How insanely dystopian. https://t.co/QAHOKFMshu
Por supuesto, la inteligencia artificial puede ser util¨ªsima. Aparte de sus posibilidades como asistente, el ejemplo cl¨¢sico es el de AlphaFold, de Google, que hace un par de a?os dedujo la estructura de todas las prote¨ªnas conocidas, algo imposible para un humano. Pero es m¨¢s f¨¢cil vender a los inversores un bot que recita la Wikipedia y se inventa la mitad de lo que dice, como ChatGPT, porque lo va a usar m¨¢s gente y va a dar m¨¢s dinero y titulares que todas las prote¨ªnas del planeta.
No tengo nada en contra de ganar dinero. Admito que me encantar¨ªa tener m¨¢s dinero. Pero merece la pena desconfiar de los jefazos de la IA cuando dicen que su tecnolog¨ªa nos dar¨¢ un mundo mejor, porque tiene pinta de que va a ser su mundo y no el nuestro. Como dec¨ªa Maciejewska en su tuit, yo m¨¢s bien me veo fregando platos mientras un robot se echa la siesta, que hasta eso nos van a robar.
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