Canarias contra el turismo masivo

Espa?a es una potencia mundial en la industria tur¨ªstica, pero su ¨¦xito est¨¢ provocando tensiones crecientes en algunos de los destinos m¨¢s demandados por los visitantes. El pasado fin de semana, miles de ciudadanos salieron a las calles en las islas Canarias en unas protestas multitudinarias que muestran el hartazgo de la poblaci¨®n con un modelo de turismo de masas que expulsa a la poblaci¨®n local y sobreexplota los recursos naturales. Canarias tiene un l¨ªmite, coreaban los asistentes, un lema que sin duda puede extenderse a otras regiones. La protesta es cada vez m¨¢s generalizada y exige repensar un modelo tur¨ªstico m¨¢s inclusivo y sostenible.

La reflexi¨®n es urgente. Espa?a recibi¨® m¨¢s de 85 millones de visitantes en 2023, solo por detr¨¢s de Francia. Supera a gigantes tur¨ªsticos como Estados Unidos, China o Italia. El sector espera superar los 90 millones de visitantes este a?o, casi el doble de la poblaci¨®n espa?ola. Solo el archipi¨¦lago canario recibi¨® 16,2 millones de turistas en 2023, m¨¢s de siete veces la poblaci¨®n del conjunto de las islas (2,2 millones). Canarias es el tercer mayor destino tur¨ªstico espa?ol. El sector aporta el 35% del PIB regional y el 40% del empleo. Pero los manifestantes protestaban por un modelo de turismo que hace muy dif¨ªcil la vida a la poblaci¨®n local. Canarias presenta algunos de los peores datos de Espa?a en pobreza y sanidad, los sueldos son los segundos m¨¢s bajos del pa¨ªs y padece la tercera tasa de paro m¨¢s alta del pa¨ªs (16,2% seg¨²n la EPA). Las infraestructuras est¨¢n saturadas y los negocios que no est¨¢n enfocados al turismo acaban por cerrar.

Con todo, ha sido el problema del acceso a la vivienda la gota que ha colmado la paciencia de los canarios, que exigen cambios en un modelo de crecimiento que expulsa a buena parte de su poblaci¨®n y ha arrasado con barrios enteros. Las islas cuentan casi con tantas plazas en viviendas vacacionales (220.409) como plazas hoteleras (256.793) y en algunos destinos, como Santa Cruz de Tenerife, incluso m¨¢s, lo que contribuye de manera decisiva a que esta sea la segunda provincia donde m¨¢s crecieron los precios del alquiler en el ¨²ltimo a?o y a?ade dificultades de acceso a la vivienda a sus residentes.

El gran apoyo que han recibido las protestas, que congregaron a cerca de 60.000 personas entre las siete islas y despertaron concentraciones solidarias en otros lugares de Espa?a, ha llevado a empresas y autoridades a abrir un ¡°periodo de reflexi¨®n¡± acerca de su futuro, para avanzar hacia un modelo m¨¢s sostenible que tenga en cuenta los impactos ambientales y de escasez de agua y que ejerza menos presi¨®n sobre los costos de la vida y la vivienda.

El de Canarias no es un caso aislado. Cada vez un mayor n¨²mero de ciudadanos en ciudades como Barcelona o M¨¢laga y en las islas Baleares expresan su hartazgo por el riesgo de convertirse en un parque tem¨¢tico para los turistas. Fuera de nuestras fronteras, ?msterdam acaba de anunciar que va a prohibir la construcci¨®n de nuevos edificios hoteleros, reducir el n¨²mero de cruceros y limitar el acceso de los autocares a la ciudad para limitar las pernoctaciones a 20 millones al a?o. Las protestas deben ser escuchadas. Si el negocio tur¨ªstico expulsa a la poblaci¨®n local para satisfacer a una demanda ilimitada, acabar¨¢ muriendo de ¨¦xito.