La lecci¨®n de una ni?a
Los lectores escriben sobre los insultos y las malas palabras en los colegios, la decisi¨®n del presidente del Gobierno de reflexionar sobre su futuro, el acoso a los l¨ªderes pol¨ªticos y las protestas estudiantiles contra la guerra en Gaza
Soy profesora y el otro d¨ªa, durante un descanso, una ni?a rompi¨® a llorar desconsoladamente. La primera pulsi¨®n fue pensar que se hab¨ªa hecho da?o o que se hab¨ªa peleado con alg¨²n compa?ero. Pero no, al acercarme para intentar consolarla me dijo que nadie se hab¨ªa metido con ella y que no le sangraba ninguna rodilla, pero que no soportaba la cantidad de palabrotas que se dec¨ªan a su alrededor, no quer¨ªa o¨ªrlas: ¡°Me agobia y me pone triste¡±, dijo. Menuda lecci¨®n. No supe reaccionar. Aquella ni?a no necesitaba un ap¨®sito, necesitaba una sociedad despojada de ruido, crispaci¨®n y malas formas, lo cual parece ser ya la normalidad. Pero no, no lo es, y esa ni?a de cinco a?os lo dej¨® claro diciendo basta.
Alba Cruz L¨®pez. Ourense
¡°Si el coraz¨®n pensara, se detendr¨ªa¡±
Es una cita de Fernando Pessoa. Cuidado, parece advertirnos. No toda dial¨¦ctica entre raz¨®n de amor y raz¨®n de Estado se resuelve a gusto del que la plantea. Puede que incluso se le vuelva en contra. Podr¨ªa ser el caso de Pedro S¨¢nchez, si no mide bien el alcance de su decisi¨®n. No otra cosa, sino la prudencia ante su propio impulso, justifica los cinco d¨ªas de plazo que se ha dado. Claro que es un buen estratega. Lo ha demostrado con creces, y con buenos resultados para el pa¨ªs. (Por eso siempre lo he apoyado). Pero no hay que especular con eso. Ahora creo que es su propio temor a una decisi¨®n precipitada lo que lo ha llevado al rinc¨®n de pensar. De momento, ha conseguido que triunfe una tercera opci¨®n: la raz¨®n moral. La de que no todo vale en pol¨ªtica. Ya es mucho. Pero ah¨ª deber¨ªa pararse, antes de que se le pare el coraz¨®n por el da?o que puede causarle, precisamente, a esa ciudadan¨ªa a la que se ha dirigido, con tanta raz¨®n de amor.
Antonio Rodr¨ªguez Almod¨®var. Sevilla
Tirando del refranero
¡°Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar¡±, reza el refr¨¢n. No se hizo. Poco tiempo hace que se somet¨ªa al exvicepresidente Pablo Iglesias y a su familia a acoso y derribo, incluso en las puertas de su casa, sin m¨¢s raz¨®n que el representar a un movimiento ciudadano y a un posterior partido pol¨ªtico, una organizaci¨®n legal y democr¨¢tica que a ciertos sectores les resultaba molesta. Ahora, volvemos a experimentar y sufrir una nueva versi¨®n del guion de la misma pel¨ªcula que ata?e al presidente del Gobierno. Inaceptable antes, inaceptable ahora.
F¨¦lix Jim¨¦nez Fern¨¢ndez. Madrid
Despertar de la humanidad
Las movilizaciones estudiantiles en universidades de Estados Unidos contra el genocidio de Israel en Gaza me hacen abrigar una mayor esperanza en el ser humano, porque hasta ahora poco se est¨¢ haciendo en Europa en contra de esta imparable atrocidad. Ante la horrible matanza del 7 de octubre lo ¨²nico que se les ocurre es provocar otra a¨²n mucho mayor, y esto debemos contestarlo.
Jos¨¦ Miguel Grandal L¨®pez. Los Alc¨¢zares (Murcia)
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