Hace calor: la especie humana est¨¢ en juego
Si queremos ir con todo contra la crisis clim¨¢tica, no podemos excluir opciones de antemano ni ceder ante falsas alternativas
Ante la enormidad de la crisis clim¨¢tica, es f¨¢cil caer en la tentaci¨®n de buscar respuestas f¨¢ciles. Una tecnolog¨ªa milagrosa, un acuerdo internacional que nos salve, un deus ex machina para sacarnos del lodazal. Pensar as¨ª es no entender lo que se nos viene encima, o lo que ya est¨¢ aqu¨ª: ...
Ante la enormidad de la crisis clim¨¢tica, es f¨¢cil caer en la tentaci¨®n de buscar respuestas f¨¢ciles. Una tecnolog¨ªa milagrosa, un acuerdo internacional que nos salve, un deus ex machina para sacarnos del lodazal. Pensar as¨ª es no entender lo que se nos viene encima, o lo que ya est¨¢ aqu¨ª: los in¨¦ditos y disruptivos eventos clim¨¢ticos que ya forman parte de nuestra cotidianidad. Ante una crisis de esta magnitud, escoger es perder: tenemos que ir con todo por el clima.
Sabemos que las fuentes de energ¨ªa renovable como la e¨®lica y la solar son cruciales para reducir las emisiones de carbono. Afortunadamente, estas fuentes ya son pilares fundamentales de los esfuerzos para contener el calentamiento global. Sin embargo, el sol y el viento son intermitentes y dependen de condiciones geogr¨¢ficas y clim¨¢ticas muy espec¨ªficas. Para mitigar estas intermitencias, las grandes bater¨ªas son esenciales, aunque enfrentan retos que limitan su uso. Si bien sus costos vienen reduci¨¦ndose, siguen siendo altos, su capacidad de almacenamiento es limitada y su fabricaci¨®n depende de materiales escasos. El hidr¨®geno tambi¨¦n ofrece una alternativa prometedora para el almacenamiento y transporte de energ¨ªa, aunque requiere de substanciales aumentos en la eficiencia de producci¨®n y enormes inversiones en infraestructura.
Capturar y almacenar el di¨®xido de carbono es otra manera de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Bajo condiciones favorables, estas tecnolog¨ªas pueden llegar a capturar hasta el 90% de las emisiones de CO?. Su utilizaci¨®n es especialmente ¨²til en industrias dif¨ªciles de descarbonizar, como la producci¨®n de cemento y acero, por ejemplo. Pero claro, no es factible en todos los escenarios ni en todas las aplicaciones, as¨ª que es solo una m¨¢s de las opciones por explorar.
La energ¨ªa nuclear tambi¨¦n jugar¨¢ un papel fundamental en esta mezcla de soluciones. Siendo una fuente de energ¨ªa que no genera gases de efecto invernadero, la energ¨ªa nuclear ofrece una generaci¨®n constante y confiable de electricidad, complementando la naturaleza intermitente de las energ¨ªas renovables. Aunque su imagen p¨²blica sigue siendo negativa, la energ¨ªa nuclear es hoy mucho m¨¢s segura para la salud humana que los hidrocarburos. La nueva generaci¨®n de plantas nucleares ser¨ªa muy ¨²til para hacerle frente a la crisis clim¨¢tica. No obstante, la reticencia de muchos gobiernos y empresas privadas a embarcarse en un programa de desarrollo nuclear hace que esta fuente de energ¨ªa solo vaya a estar disponible a largo plazo.
Otras tecnolog¨ªas menos convencionales tambi¨¦n jugar¨¢n un papel en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Fertilizar los ecosistemas oce¨¢nicos podr¨ªa fomentar el crecimiento de algas y fitoplancton que almacene carbono a bajo costo. Otras t¨¦cnicas de fertilizaci¨®n marina combatir¨¢n la acidificaci¨®n del oc¨¦ano. T¨¦cnicas para a?adir min¨²sculas part¨ªculas de sal a ciertas nubes sobre el mar podr¨ªan aumentar la cantidad de radiaci¨®n solar que estas reflejan, sac¨¢ndola de la atm¨®sfera antes de que pueda calentarla. Generar una capa de part¨ªculas reflectantes a la estratosfera podr¨ªa tener un efecto similar, reduciendo r¨¢pidamente las temperaturas y ayudando a disminuir los riesgos clim¨¢ticos. Habr¨¢ que completar much¨ªsima investigaci¨®n cient¨ªfica antes de que tales propuestas puedan ponerse en pr¨¢ctica. Pero si queremos ir con todo por el clima, no debemos aceptar exclusiones a priori.
Cada una de estas tecnolog¨ªas tiene su lugar y ninguna puede resolver la crisis clim¨¢tica por s¨ª sola. Ver a las estrategias clim¨¢ticas como alternativas entre las que hay que escoger es comenzar con mal pie. Lo deseable es un enfoque integral que combine todas estas tecnolog¨ªas para maximizar sus fortalezas y compensar las limitaciones que cada una tiene.
Combinar energ¨ªas renovables con el uso de bater¨ªas y con nuevas tecnolog¨ªas para el uso de hidr¨®geno, la captura y almacenamiento de carbono y la energ¨ªa nuclear pueden crear un sistema energ¨¦tico eficiente, confiable y flexible. El uso de los oc¨¦anos para almacenar carbono complementa naturalmente la captura y almacenamiento de este elemento, proporcionando as¨ª m¨²ltiples formas de secuestrar CO? sin que alcance a contaminar la atm¨®sfera. Para ir con todo contra la crisis clim¨¢tica, no podemos excluir opciones de antemano ni ceder ante falsas alternativas.
Nuestro objetivo debe ser aprovechar las fortalezas de todas las tecnolog¨ªas verdes que est¨¢n siendo desarrolladas para contar con una estrategia integral contra las emisiones.
Si no lo logramos, los costos de nuestra inacci¨®n ser¨¢n estratosf¨¦ricos. Millones de vidas est¨¢n en juego, as¨ª como la prosperidad y la estabilidad de la especie humana. En este ¨¢mbito no caben medias tintas.