Golpe fracasado en Bolivia
Si alguno piensa que puede hacerse cargo en solitario del desaf¨ªo econ¨®mico, pol¨ªtico y social que el pa¨ªs andino tiene por delante va a errar el c¨¢lculo de manera dram¨¢tica
Golpe de Estado en Bolivia. Hace seis, cinco d¨¦cadas atr¨¢s esta quiz¨¢s era la noticia que m¨¢s llegaba al mundo desde el pa¨ªs localizado en el coraz¨®n de Sudam¨¦rica. Nos gusta decir lo del coraz¨®n, y eso que la mitad del pa¨ªs est¨¢ en la altura de los Andes y el latido all¨ª a veces tiene una cadencia particular. Hace casi cinco a?os, luego de un largo e in¨¦dito per¨ªodo de continuidad democr¨¢tica, volvi¨® a romperse el orden constitucional con el golpe de Estado contra Evo Morales. En mi familia contamos ya tres generaciones que tuvimos que marcharnos del pa¨ªs por la voluntad de los que quieren cambiar gobiernos por la fuerza.
Ayer Bolivia volvi¨® a aparecer en las noticias de medio mundo, otra vez las palabras Estado y Golpe en los titulares. Esta vez se sum¨® la palabra Fracasa. Fracasa el intento de golpe de Estado en Bolivia. Dos veces en menos de cinco a?os que el mandato vigente en las urnas se ve comprometido. Ayer el comandante Z¨²?iga, destituido el d¨ªa previo por deliberar (y, entre otras diversas amenazas, declarar en televisi¨®n su voluntad de detener a Evo Morales), pens¨® que ten¨ªa un lugar reservado entre los salvadores de la patria que creen que los uniformes son mejores que las urnas. Ocup¨® la plaza principal con militares e irrumpi¨® en el palacio de gobierno. El presidente Lu¨ªs Arce no se arredr¨®, le plant¨® cara y poco tiempo despu¨¦s el comandante Z¨²?iga fue detenido.
Fracas¨® el golpe de Estado tambi¨¦n porque la totalidad de los actores pol¨ªticos de todo signo ideol¨®gico ¡ªexpresidentes, los dos bloques dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), unos afines a Arce, los otros a Evo, l¨ªderes de la oposici¨®n, sindicatos, movimientos sociales¡ª condenaron la acci¨®n golpista con rapidez y claridad. Es decir, apostaron por la democracia. Sin embargo, ¨¦sta no solo se pone a prueba en un d¨ªa como el de ayer ni solo por militares que violan las leyes.
Los problemas que atraviesa el pa¨ªs son serios, profundos y en distintos campos. La posici¨®n un¨¢nime que sostuvieron los actores pol¨ªticos y sociales para repudiar la intentona militar no puede quedarse en una excepci¨®n. Si alguno piensa que puede hacerse cargo en solitario del desaf¨ªo econ¨®mico, pol¨ªtico y social que el pa¨ªs tiene por delante va a errar el c¨¢lculo de manera dram¨¢tica.
Hay una conciencia extendida en el pa¨ªs que la combinaci¨®n de la crisis generada por el golpe de 2019, la pandemia y la fractura del MAS torcieron el rumbo que el pa¨ªs ten¨ªa en la d¨¦cada previa. Una suerte de nostalgia creciente. El gobierno Arce, as¨ª como las administraciones auton¨®micas y municipales m¨¢s importantes, no han sido capaces de recuperar ese pulso y esa direcci¨®n. ¡°?Podr¨ªamos a¨²n tener esperanzas para el pasado?¡±, se preguntaba Elias Canetti. Bolivia no tiene tiempo para seguir pensando qu¨¦ cosas no se debieron haber hecho en los ¨²ltimos a?os. No son pocas pero es sobre sus consecuencias que quienes dirigen y aspiran a dirigir el pa¨ªs tienen que actuar.
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