?Qui¨¦n ganar¨¢ el debate entre Biden y Trump?
Nueve claves sobre el cara a cara de los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos
En Atlanta, a las nueve de esta noche (hora local), comenzar¨¢ el esperado primer debate presidencial que enfrenta de nuevo a Joe Biden y Donald Trump, tal y como ocurri¨® hace cuatro a?os. En Atlanta se encuentra la sede de la cadena CNN. El formato es absolutamente novedoso e introduce algunas importantes modificaciones respecto a la tradici¨®n creada durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. El desenlace del debate va a estar condicionado por una serie de claves fundamentales:
Las expectativas. En 2020, a Trump no le salieron bien los debates. Se lleg¨® a concluir que fueron decisivos para inclinar la balanza en favor de Biden. Curiosamente, el candidato republicano ha virado en las ¨²ltimas semanas su discurso. Ha pasado de decir que iba a arrollar a una ¡°media persona¡± en el debate a manifestar que ¡°Biden ser¨¢ un polemista digno¡±. Sus asesores le han convencido de que extender una expectativa de victoria muy alta podr¨ªa perjudicarle si Biden aguanta bien el combate.
Los roles. Se va a asistir a un debate duro centrado en descalificar al rival, m¨¢s que en vender las propias aptitudes. La clave del choque va a estar en ver qui¨¦n de los dos demuestra que el otro contendiente est¨¢ m¨¢s incapacitado para ser presidente de Estados Unidos. Biden busca el papel del ¡°sabio y firme frente a un delincuente convicto¡±, seg¨²n sus asesores. Por contra, el l¨ªder republicano intentar¨¢ presentar a su oponente como un anciano que no re¨²ne condiciones f¨ªsicas y mentales para desempe?ar esa funci¨®n y que arrastra los problemas de su hijo Hunter con la justicia.
La edad. Nunca en la historia se han visto las caras en un debate presidencial dos candidatos de tan avanzada edad: los 81 a?os de Biden frente a los 78 de Trump. Sectores republicanos llevan semanas lanzando mensajes de atenci¨®n sobre la incapacidad del candidato dem¨®crata para aguantar 90 minutos frente a un Trump al que le gusta exhibir su fortaleza f¨ªsica y un tono siempre amenazante e invasivo. Esta aparente desigualdad entre ambos puede darse la vuelta si Biden consigue aguantar el tipo y sale indemne. El propio Trump y algunos de sus opinadores de cabecera han llegado a insinuar sin tapujos que el l¨ªder dem¨®crata podr¨ªa acudir a la cita tras haber consumido alguna dosis de coca¨ªna. Este es el ambiente.
El tono. El 29 de septiembre de 2020, los dos l¨ªderes protagonizaron en Cleveland el que se consider¨® el enfrentamiento m¨¢s embarrado y desagradable de la historia en Estados Unidos. Trump estuvo especialmente virulento y maleducado, recurriendo a todo tipo de insultos, interrupciones y groser¨ªas. De forma generalizada, se concluy¨® que equivoc¨® su estrategia. Para diferentes analistas, esa noche fue clave para entender por qu¨¦ Biden gan¨® a Trump las elecciones de ese a?o. De hecho, semanas despu¨¦s, en Nashville, Trump cambi¨® radicalmente su tono para rebajar al m¨¢ximo la tensi¨®n y evitar despertar la antipat¨ªa de los votantes moderados.
La mec¨¢nica. Los dem¨®cratas han conseguido imponer un formato en el que los oponentes no podr¨¢n interrumpirse. Mientras uno hable, el otro tendr¨¢ apagado su micr¨®fono. Se supone que podr¨ªa beneficiar a Biden, quien no tendr¨¢ que estar pendiente de hacerse escuchar frente a la habitualmente indisciplinada actuaci¨®n de Trump. Por el contrario, algunos especialistas consideran que, en realidad, con esta puesta en escena, el l¨ªder republicano podr¨¢ controlar mejor su perfil sin correr el riesgo de caer una vez m¨¢s en su tono de abus¨®n maleducado y grosero.
La preparaci¨®n. Estos d¨ªas, Joe Biden se ha encerrado en la residencia de Camp David con su equipo de preparadores, encabezado por Ron Klain, su ex jefe de gabinete, considerado uno de los mejores especialistas en esta materia. Ha trabajado con su t¨¦cnica habitual de reproducir el debate con la participaci¨®n de otro de los asesores de confianza, el abogado Bob Bauer, que representaba el papel de Trump en los ensayos. As¨ª lo hicieron con ¨¦xito en 2020. Por su lado, el equipo de comunicaci¨®n de Trump ha insistido en que se iban a limitar a trabajar en sesiones de discusi¨®n de argumentos. Senadores de su total confianza como J. D. Vance o Marco Rubio han ayudado en la preparaci¨®n. Tambi¨¦n han participado algunos de sus asesores de su etapa presidencial, como Kellyanne Conway y Stephen Miller. Pretenden dar la imagen de que eluden una excesiva teatralizaci¨®n frente a un Biden al que presentan como un candidato encorsetado y teledirigido.
Los temas. Los principales argumentos de cada candidato parecen claros. Biden atacar¨¢ a Trump con su condici¨®n de delincuente condenado y pendiente de sentencia. Tambi¨¦n resaltar¨¢ su discutida posici¨®n frente al aborto y lo presentar¨¢ como una amenaza para la democracia y sin un programa econ¨®mico s¨®lido y convincente. Por parte de Trump, sus principales argumentos versar¨¢n sobre la senectud de Biden, la subida desmesurada de la inflaci¨®n y el descontrol respecto a la inmigraci¨®n. Tambi¨¦n criticar¨¢ abiertamente la incapacidad de Biden para resolver los conflictos abiertos en Ucrania y Gaza.
Puesta en escena. Con las nuevas reglas acordadas, no habr¨¢ p¨²blico en directo en el estudio. A priori, parece una desventaja para Trump, quien tiene un mayor dominio del espect¨¢culo. Un debate m¨¢s fr¨ªo puede equilibrar las fuerzas e incluso favorecer el discurso de un Biden m¨¢s relajado y comedido. El enfrentamiento ser¨¢ conducido por Jake Tapper y Dana Bash, dos de las principales figuras de CNN. Como es costumbre, Trump ya ha anticipado que espera un trabajo parcial de los periodistas a favor de su oponente. Por sorteo, Biden ha tenido la opci¨®n de elegir posici¨®n en el plat¨® y ha optado por situarse a la derecha de la pantalla, la misma ubicaci¨®n que tuvo en su buen desempe?o en 2020.
El objetivo real. Al acabar, se hablar¨¢ de qui¨¦n ha ganado el debate. Lo determinante es en qu¨¦ medida influir¨¢ en los votantes indecisos en algunos Estados que muestran una situaci¨®n de pr¨¢ctico empate. De nuevo, como ya ocurriera en 2016, todo puede acabar en el rust belt (el cintur¨®n del ¨®xido), en la zona de los lagos al norte del pa¨ªs. En Wisconsin, Michigan y Pensilvania las encuestas dan resultados muy ajustados. Trump gan¨® en 2016 la presidencia al superar a Hillary Clinton por solo 67.000 votos en esos tres Estados, despu¨¦s de que 137 millones de estadounidenses fueran a las urnas y de que Clinton superara a Trump por tres millones de votos en el resultado nacional. Biden y Trump hablar¨¢n para todo Estados Unidos, pero que a nadie le extra?e que lancen alg¨²n silbido para perros hacia los electores indecisos que viven en aquella zona. Ellos decidir¨¢n posiblemente qui¨¦n ganar¨¢ en noviembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.