Trump, por encima de la ley

El Tribunal Supremo de Estados Unidos dict¨® este lunes una sentencia que concede una amplia inmunidad a los presidentes de ese pa¨ªs para situarse por encima de la ley al desempe?ar su cargo. Los seis jueces conservadores del tribunal, tres de ellos nombrados por Donald Trump, han estimado un recurso en el que el expresidente reclamaba inmunidad penal por los actos de su presidencia. La sentencia concede ¡°inmunidad absoluta¡± a los presidentes por los actos realizados en ejercicio de las principales funciones constitucionales y reconoce ¡°inmunidad presunta¡± por todos sus actos oficiales, entendiendo como tales todos en los que no se exceda de forma manifiesta en su autoridad. El alto tribunal elabora su doctrina sin ninguna base hist¨®rica o constitucional de la que asirse. Richard Nixon, ¨²nico precedente de un presidente que estuvo cerca de ser imputado, recibi¨® el perd¨®n de su sucesor, Gerald Ford, en una admisi¨®n impl¨ªcita de que no gozaba de inmunidad.

La tesis del Supremo afirma que si los actos oficiales de un presidente pudieran someterse a investigaci¨®n penal cuando deje el cargo, se erosionar¨ªa la independencia del Poder Ejecutivo. Pero ning¨²n presidente ha necesitado la inmunidad para ejercer el cargo hasta ahora. Y disponer de ella es una invitaci¨®n a que la persona m¨¢s poderosa del mundo se salte la ley. Las tres juezas progresistas del Tribunal Supremo han alertado de los ¡°escenarios de pesadilla¡± que se convierten en posibilidades con la nueva doctrina: un presidente podr¨ªa ordenar a las fuerzas especiales asesinar a un rival pol¨ªtico, organizar un golpe militar para aferrarse al poder o recibir sobornos a cambio de un indulto.

El Tribunal ha dictado este curso varias sentencias que benefician a Trump. El efecto inmediato de la ¨²ltima tiene que ver con un delito cometido cuando a¨²n no era presidente y del que ya fue declarado culpable por el jurado: el caso del soborno a la actriz porno Stormy Daniels. Ayer la Fiscal¨ªa acept¨® aplazar la sentencia, prevista para el 11 de julio, para que el juez pueda sopesar el dictamen del Supremo. Con toda probabilidad, adem¨¢s, Trump no podr¨¢ ser juzgado antes de las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 5 de noviembre por sus intentos de alterar los comicios de 2020. La sentencia sobre la inmunidad no lo hace del todo imposible, pero dificulta enormemente que prospere la acusaci¨®n.

M¨¢s preocupante a¨²n que ese efecto procesal son las consecuencias para un hipot¨¦tico futuro mandato de Trump o de cualquier otro presidente que no se sienta obligado por la ley. Con la sentencia del Supremo en la mano, la naturaleza de la Presidencia de EE UU ha cambiado. Quien la ostente ha pasado a ser ¡°un rey por encima de la ley¡±, como dice el voto particular. Donald Trump, que ha prometido deportaciones masivas de inmigrantes y ha amenazado con vengarse de sus rivales pol¨ªticos, aspira a ser ese rey absoluto, no ya inmune, sino impune.