El Supremo de Estados Unidos concede a Trump amplia inmunidad por sus actos como presidente
La sentencia aprobada por la mayor¨ªa conservadora complica la acusaci¨®n y supone un claro triunfo para el expresidente, que ya ha logrado adem¨¢s dilatar el proceso
El Tribunal Supremo de Estados Unidos considera que los presidentes tienen amplia inmunidad penal por los actos realizados en el ejercicio de su cargo. En una sentencia de gran importancia para el futuro procesal del expresidente Donald Trump, los jueces conservadores le conceden una amplia exenci¨®n de responsabilidad, aunque no absoluta. Es un gran triunfo para el exmandatario, que lo ha celebrado en su red social: ¡°Gran victoria para nuestra Constituci¨®n y democracia. Orgulloso de ser estadounidense¡±, ha escrito en letras may¨²sculas. ¡°El presidente es ahora un rey por encima de la ley¡±, dicen las juezas progresistas en su voto particular.
La sentencia llega a poco m¨¢s de cuatro meses de las elecciones en que Trump aspira a volver a la Casa Blanca y d¨ªas despu¨¦s de un debate televisivo que ha sembrado dudas sobre el estado de forma del actual presidente, Joe Biden, su previsible rival en las urnas del 5 de noviembre.
El Supremo anula los fallos de los tribunales inferiores que negaron inmunidad a Trump en relaci¨®n con los intentos de alterar el resultado electoral de 2020 y les pide que decidan de acuerdo con los criterios que sienta en su fallo. La campa?a de Trump envi¨® comunicaciones a los seguidores en las que conclu¨ªa que lo que ha logrado en realidad es la ¡°inmunidad total¡±.
La sentencia se ha aprobado con el voto a favor de los seis magistrados conservadores, incluidos los tres que nombr¨® el propio Trump. Han votado en contra las tres juezas progresistas. En total, entre la introducci¨®n, el fallo y los votos particulares, la sentencia ocupa 119 p¨¢ginas. ¡°El presidente no goza de inmunidad por sus actos no oficiales, y no todo lo que hace el presidente es oficial. El presidente no est¨¢ por encima de la ley. Pero el Congreso no puede criminalizar la conducta del presidente en el desempe?o de las responsabilidades del Poder Ejecutivo seg¨²n la Constituci¨®n¡±, dice el fallo.
¡°El sistema de separaci¨®n de poderes dise?ado por los Padres Fundadores siempre ha exigido un Ejecutivo en¨¦rgico e independiente. Por lo tanto, el presidente no puede ser procesado por ejercer sus principales poderes constitucionales, y tiene derecho, como m¨ªnimo, a una presunta inmunidad judicial por todos sus actos oficiales¡±, contin¨²a la sentencia, escrita por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts. ¡°Esa inmunidad se aplica por igual a todos los ocupantes del Despacho Oval, independientemente de su pol¨ªtica o partido¡±, a?ade.
El caso se remite ahora a la jueza federal que lo instruye. Ella deber¨¢ decidir qu¨¦ fueron actos oficiales y qu¨¦ no, pero el Supremo ya se pronuncia expresamente sobre algunos. Para empezar, blinda las comunicaciones entre Trump y su fiscal general, que serv¨ªan de prueba de los intentos de dar un pucherazo electoral. Eso debilita la acusaci¨®n. Tambi¨¦n considera que sus comunicaciones con el vicepresidente Mike Pence, incluso aquellas en las que le presionaba para que no se certificase la victoria de Biden en las urnas, deben tomarse como actos oficiales y presumirse inmunes, salvo prueba en contrario.
Para el resto de actuaciones de Trump que respaldan la acusaci¨®n, la juez tendr¨¢ que ir estudi¨¢ndolas, dando audiencia a las partes y dilatando m¨¢s el proceso. ¡°El Tribunal de Distrito debe analizar cuidadosamente las restantes alegaciones de la acusaci¨®n para determinar si tambi¨¦n implican conductas por las que un presidente debe gozar de inmunidad procesal. Y las partes y el Tribunal de Distrito deben asegurarse de que haya suficientes alegaciones que respalden los cargos de la acusaci¨®n sin dicha conducta¡±, a?ade la sentencia. Al tiempo, deja claro que siempre que el presidente act¨²e de una manera que ¡°no exceda de forma manifiesta o palpable [su] autoridad¡±, est¨¢ llevando a cabo una acci¨®n oficial, lo que dificulta su persecuci¨®n.
El caso que ha llegado al Supremo es el de Washington, en que el fiscal acus¨® al expresidente de cuatro presuntos delitos por tratar de alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, que perdi¨® frente a Joe Biden, y aferrarse al poder haciendo trampas e impidiendo la certificaci¨®n de esa victoria.
El primer triunfo de Trump ha sido dilatar el proceso, retrasando el comienzo de un juicio previsto inicialmente para el pasado 4 de marzo. Ahora, es pr¨¢cticamente imposible que pueda sentarse en el banquillo de los acusados antes de las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 5 de noviembre. Si gana las elecciones, podr¨¢ adem¨¢s ordenar que se abandone la acusaci¨®n en los delitos federales o incluso concederse un perd¨®n a s¨ª mismo.
Una ¡°burla¡±, seg¨²n las juezas progresistas
Las juezas progresistas ponen el grito en el cielo por la decisi¨®n de la mayor¨ªa conservadora. ¡°La decisi¨®n de hoy de conceder inmunidad penal a los expresidentes remodela la instituci¨®n de la Presidencia. Se burla del principio, fundamental para nuestra Constituci¨®n y sistema de Gobierno, de que nadie est¨¢ por encima de la ley¡±, dicen en su voto particular.
¡°Ya se describa como presunta o absoluta, seg¨²n la norma de la mayor¨ªa, el uso por parte de un presidente de cualquier poder oficial para cualquier fin, incluso el m¨¢s corrupto, es inmune a la persecuci¨®n. Esto es tan malo como suena, y carece de fundamento¡±, argumentan. Adem¨¢s, ¡°la mayor¨ªa declara que las pruebas relativas a los actos por los que el presidente es inmune no pueden desempe?ar ning¨²n papel en ning¨²n proceso penal contra ¨¦l. Esta afirmaci¨®n, que impedir¨¢ al Gobierno utilizar los actos oficiales de un presidente para probar el conocimiento o la intenci¨®n en el enjuiciamiento de delitos privados, carece de sentido¡±, a?aden. ¡°En cada uso del poder oficial, el presidente es ahora un rey por encima de la ley¡±, concluyen. ¡°Con miedo por la democracia, disiento¡±, firma la jueza Sonia Sotomayor, a la que se suman las otras dos progresistas.
En paralelo, otra sentencia del propio Tribunal Supremo ha rebajado el alcance del delito de obstrucci¨®n de un procedimiento oficial. Los cuatro delitos por los que el fiscal acus¨® a Trump en Washington son: conspiraci¨®n para defraudar al Gobierno estadounidense, conspiraci¨®n para obstruir un procedimiento oficial, obstrucci¨®n o intento de obstrucci¨®n de un procedimiento oficial y conspiraci¨®n para violar derechos civiles.
El segundo y el tercer delito se corresponden con la figura penal que el Supremo desautoriz¨® y su decisi¨®n complica que prosperasen esas dos acusaciones contra Trump. La doctrina de la mayor¨ªa conservadora del Supremo ha reducido ese tipo penal a casos relacionados con la destrucci¨®n de pruebas, documentos, registros, objetos u otras cosas utilizadas en un procedimiento oficial. Considera que no resulta aplicable a quienes asaltaron el Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021.
Mientras se tramitaba este caso en el Supremo, Trump se ha convertido en el primer expresidente de Estados Unidos declarado culpable en un juicio penal. Est¨¢ a la espera de la condena que se dictar¨¢ el 11 de julio, despu¨¦s de que un jurado popular le encontrase culpable de 34 delitos de falsificaci¨®n de cheques, facturas y registros contables. Pretend¨ªa con ello ocultar los pagos a la actriz de cine porno Stormy Daniels y as¨ª evitar que el esc¨¢ndalo de su relaci¨®n con ella estallase en plena campa?a de las presidenciales de 2016. En aquel caso era obvio que Trump no estaba ejerciendo una actividad propia de su cargo, con lo que la sentencia no deber¨ªa afectar a dicha condena.
No est¨¢ tan claro cu¨¢les son las consecuencias para los otros procesos que tiene abiertos el expresidente: el de Florida por retenci¨®n de secretos relacionados con la defensa y obstrucci¨®n a la justicia, por los documentos confidenciales que se llev¨® a su mansi¨®n de Mar-a-Lago, en el que Trump tambi¨¦n reclam¨® inmunidad; y el de Georgia por sus intentos de revertir su derrota en las elecciones presidenciales de 2020 frente a Joe Biden, similar en algunos aspectos al de Washington.
Se trata de un caso hist¨®rico que puede dibujar los contornos del poder presidencial para el futuro. Ning¨²n presidente ni expresidente ha sido imputado antes de Trump, as¨ª que el Supremo nunca se hab¨ªa pronunciado sobre la cuesti¨®n. ¡°Este caso tiene enormes implicaciones para la presidencia, para el futuro de la presidencia, para el futuro del pa¨ªs¡±, dijo en la vista oral el juez Brett Kavanaugh.
El a?o judicial del Supremo ha estado marcado por los casos relacionados con el expresidente. Adem¨¢s de la sentencia de este lunes sobre la inmunidad y la del pasado viernes sobre el delito de obstrucci¨®n de un procedimiento oficial ¡ªen la que Trump no era parte de forma directa¡ª, ha habido otros casos que le han tocado tangencialmente y una decisi¨®n sobre si pod¨ªa ser excluido de las papeletas por haber incitado el asalto al Capitolio. Los magistrados concluyeron por unanimidad que s¨ª pod¨ªa presentarse a las primarias ¡ªy por extensi¨®n, a las presidenciales¡ª porque para ser inhabilitado por insurrecci¨®n har¨ªa falta una ley del Congreso.
Los fallos anteriores
Tanto la juez federal que instruye el caso como el Tribunal de Apelaciones ante el que recurri¨® inicialmente Trump, rechazaron de plano su inmunidad. La jueza Tanya Chutkan dict¨® una dura resoluci¨®n en la que dijo que ser presidente ¡°no confiere un salvoconducto de por vida para salir de la c¨¢rcel¡±. Los abogados de Trump recurrieron ante el Tribunal de Apelaciones de Washington, lo que paraliz¨® la tramitaci¨®n del caso, porque lo que estaba en juego era la esencia misma de si el expresidente pod¨ªa ser o no acusado y juzgado.
El Tribunal de Apelaciones tambi¨¦n rechaz¨® la inmunidad con el voto un¨¢nime de las tres juezas. ¡°A efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en el ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal. Pero cualquier inmunidad ejecutiva que pudiera haberle protegido mientras ejerc¨ªa como presidente ya no le protege contra esta acusaci¨®n¡±, dec¨ªa la sentencia, de 57 p¨¢ginas, en su introducci¨®n. ¡°Ser¨ªa una paradoja sorprendente que el presidente, que tiene el deber constitucional ¨²ltimo de velar por el fiel cumplimiento de las leyes, fuera el ¨²nico cargo capaz de desafiarlas impunemente¡±, desarrollan las juezas en los fundamentos de la decisi¨®n. ¡°No podemos aceptar que el cargo de la presidencia sit¨²e a sus antiguos ocupantes por encima de la ley para siempre¡±, a?ad¨ªa en otra de sus frases.
Las juezas volvieron la mirada al caso Watergate para rechazar la pretensi¨®n de Trump de inmunidad casi absoluta. ¡°La evidencia hist¨®rica reciente sugiere que los expresidentes, incluido el presidente Trump, no se han cre¨ªdo totalmente inmunes a la responsabilidad penal por actos oficiales durante su presidencia. El presidente Gerald Ford concedi¨® un indulto completo al expresidente Richard Nixon, que ambos expresidentes evidentemente creyeron que era necesario para evitar la acusaci¨®n de Nixon tras su dimisi¨®n¡±, dijo su sentencia.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.