La selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol
Los lectores escriben sobre inmigraci¨®n, las listas de espera en salud mental y la inseguridad de las mujeres en la calle
Muchos espa?oles vibraron con la victoria de Espa?a frente a Francia. El equipo espa?ol parece ser, seg¨²n los entendidos, un conjunto muy bueno t¨¦cnicamente y en donde prima el sentimiento de equipo por encima de las individualidades. En el equipo hay dos jugadores que presentan alguna peculiaridad: uno es hijo de un marroqu¨ª y una ecuatoguineana, y el otro es de ascendencia ghanesa, sus padres fueron detenidos a su llegada a Melilla despu¨¦s de saltar la valla y posteriormente pudieron regularizar su situaci¨®n. En Espa?a hay muchos migrantes que cuidan a nuestros mayores, recogen nuestras cosechas y trabajan en otros ¨¢mbitos que no tienen la visibilidad de los jugadores de la selecci¨®n. A todos ellos y a los jugadores de la selecci¨®n, mi agradecimiento. Para m¨ª, todos sois bienvenidos.
Alejandro Fern¨¢ndez. Majadahonda (Madrid)
El precio de un menor
?A cu¨¢nto sale hoy un menor? Extranjero, claro, no proveniente de un pa¨ªs rico, sino de aquellos que llamamos en v¨ªas de desarrollo. Visto el regateo del PP, Vox y Junts, parece que, para ellos, mucho. Y no es por el coste, pues hablamos de una cifra rid¨ªcula, ya que de momento solo se reubicar¨¢ a unos 400 en varias comunidades. Barato, apenas nada para las arcas comunes donde, adem¨¢s, el Gobierno aportar¨¢ dinero. Vergonzoso andar regateando con las vidas humanas, dedicando tantas horas y declaraciones para admitir ?400 ni?os? Bochornoso, indigno.
Juli¨¢n Campo Llopis. Madrid
Elegir bien la pregunta
Sobre las declaraciones pol¨ªticas se construye nuestra realidad. En el caso de las listas de espera en la sanidad p¨²blica, la acci¨®n se centra en poder presentar un buen dato sobre los tiempos de espera para una primera cita, pues a partir de ah¨ª las personas dejan de ser contabilizadas como ¡°en espera¡±. Deber¨ªamos preguntar a nuestros pol¨ªticos sobre las listas de espera en salud mental: ?Cu¨¢nto tiempo pasa entre la primera cita y la siguiente? ?Con qu¨¦ duraci¨®n y frecuencia se ofrecen sesiones de psicolog¨ªa? Desvelar el trampantojo y encaminar la acci¨®n hacia intervenciones eficaces es lo mejor que podemos hacer por la poblaci¨®n que sufre y no puede pagar una atenci¨®n privada eficaz.
Bel¨¦n Hern¨¢ndez Zoido. Madrid
Estado de alerta
Si fuera un chico, podr¨ªa salir de fiesta sin que mi madre pasara la noche en vela, ir a correr sin que me silbasen y mirasen de arriba abajo, podr¨ªa ahorrarme caminos alternativos para evitar pasar por determinadas zonas sola. Si pienso en lo libre que podr¨ªa ser, me entran ganas de llorar. Por impotencia, porque estoy harta de vivir en un constante estado de alerta. Mientras ellos se van de aventuras despreocupadamente, nosotras nos quedamos tejiendo. Para ellos, ?taca es el calor hogare?o. Para nosotras es la asfixia del encierro.
Ana Bl¨¢zquez Jim¨¦nez. M¨¢laga
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