Vampiros de la esperanza
Hay algo inquietante en la cada vez m¨¢s cercana relaci¨®n entre las casas de apuestas y el deporte
Una cerveza es sponsor de la F¨®rmula 1 y, aunque el alcohol est¨¢ presente entre el 30 y el 50% de los accidentes automovil¨ªsticos mortales, esto parece normal. Tampoco parec¨ªa raro que uno de los sponsors del mundial de 1982 en Espa?a fuera R.J. Reynolds Tobacco. Son cosas que se advierten con el tiempo, pero lo de los sitios de apuestas online me impresion¨® de inmediato. En 2023 vi por primera vez esta publicidad: una mujer mira un partido de f¨²tbol, pregunta ¡°?El partido est¨¢ aburrido? Ponele Betsson¡± y, feliz de la vida, entra en ese sitio de apuestas a trav¨¦s de su tel¨¦fono. En la Argentina, donde vivo, varios clubes de f¨²tbol tienen como sponsors a casas de apuestas online: Racing y Boca a Betsson, River a Codere, Bet Warrior es sponsor de la Selecci¨®n Argentina. En Espa?a los equipos de la Liga tuvieron que quitar el sponsoreo de las plataformas de juegos de sus camisetas, y la Premier League se comprometi¨® a hacer lo mismo desde 2025. Pero en Am¨¦rica Latina, donde la pandemia dispar¨® el n¨²mero de adolescentes que hacen apuestas online, sobre todo de las capas sociales m¨¢s bajas, nadie parece preocupado por revisar la relaci¨®n entre la ludopat¨ªa creciente de los j¨®venes ¡ªque venden cosas, que roban o estafan con tal de seguir apostando¡ª, y sus ¨ªdolos deportivos auspiciados por plataformas que prometen ¡°?Gan¨¢!¡±. En lo que va de este a?o, las 10 principales plataformas de juego online de la Argentina invirtieron en espacios deportivos m¨¢s del doble que en 2023. Hay en eso algo inquietante. Quiz¨¢s lo que subyace: cuando se toma alcohol hay riesgo de volverse alcoh¨®lico, pero no todos los que beben terminan bebiendo cada vez m¨¢s. En las apuestas, el ¡°cada vez m¨¢s¡± no es un riesgo: es un deseo. Un deseo de tener ¡ªdinero¡ª que casi nunca se cumple. A lo mejor lo que me impresiona es eso. El vampirismo de lo ¨²ltimo que les queda a los desesperados: la esperanza. Una palabra peligrosa.
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