Espa?a no se parece a Espa?a
Para encontrar pluralidad hay que bajar a los s¨®tanos: cuanto m¨¢s profundos sean, m¨¢s pluralismo hay
Se ha repetido tanto que ya es un clich¨¦: la selecci¨®n representa a la sociedad espa?ola del siglo XXI mejor que otras instituciones. Yo tambi¨¦n sent¨ª un escalofr¨ªo de gustirrin¨ªn al ver c¨®mo Lamine Yamal celebraba los goles sacando pecho por su barrio. No era el m¨ªo un placer ecum¨¦nico o so?ador de mundos mejores, sino ruin: tomad, racistas, en vuestra cara, me dec¨ªa a m¨ª mismo, pensando en todos los espa?oles y mucho espa?oles que aplaudieron la andanada voxera de que el barrio de Matar¨® de Yamal es un ¡°estercolero multicultural¡±. Me divert¨ªa imaginar la aver¨ªa l¨®gica de un forofo que celebra la victoria de la selecci¨®n y maldice que sea gracias a un moro.
Pero contengamos la euforia: ojal¨¢ la Roja se pareciese como dicen al pa¨ªs que representa, pero est¨¢ lejos de hacerlo. Como sucede con otras instituciones de ¨¦lite, el deporte tambi¨¦n tiene barreras demasiado altas para la poblaci¨®n inmigrante. Es bonito pensar que el ¨¦xito de Yamal es una forma de normalidad, pero los datos dicen que es una excepci¨®n.
El 1 de enero, el INE registraba 8,7 millones de ciudadanos de origen extranjero (de ellos, 2,2 millones, con nacionalidad espa?ola), lo que representa el 17,9% de los habitantes de Espa?a, o el 13,4% si contamos solo a los extranjeros. Entre los 26 jugadores convocados, solo cuatro son nacidos fuera o de padres extranjeros, y dos de ellos son franceses, por lo que no contar¨ªan como inmigrantes, al ser comunitarios. Los dos hijos de inmigrantes, Williams y Yamal, son espa?oles a todos los efectos. Esto quiere decir que, siendo muy el¨¢sticos en la interpretaci¨®n de la expresi¨®n origen extranjero, solo un 7,7% de los jugadores encajan en ella. Para parecerse a la realidad demogr¨¢fica del pa¨ªs, la selecci¨®n deber¨ªa tener al menos cinco jugadores nacidos fuera de la Uni¨®n Europea, y no tiene ni uno.
Esto sucede en muchos otros sitios. No hay un 17,9% de extranjeros en el periodismo, en la pol¨ªtica, en las industrias culturales, en los colegios de abogados (aunque puede que empiece a haberlo en los de m¨¦dicos), en los cuadros directivos de las grandes empresas o en las terrazas de la calle Jorge Juan de Madrid a la hora de la copa afterwork (pero es probable que el porcentaje supere al 17,9% entre los camareros que las sirven). Para encontrar pluralidad hay que bajar a los s¨®tanos: cuanto m¨¢s profundos sean, m¨¢s pluralismo hay. En los ¨¢ticos encontramos de vez en cuando a un Yamal, que siempre llama la atenci¨®n por ex¨®tico. A Espa?a le queda mucho camino para parecerse a Espa?a.
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