Oda al cine
Los lectores escriben sobre los que se ocupan del mantenimiento de las carreteras, salud mental, la ley de amnist¨ªa y el uso indiscriminado de pantallas
Recuerdo el verano de 2020 cuando el Cinema Aquila de Roma hizo una programaci¨®n especial de cl¨¢sicos del cine. Mi padre insisti¨® en que fu¨¦ramos y, a rega?adientes, lo acompa?¨¦. La primera pel¨ªcula que vimos fue ?rase una vez un mirlo cantor de Otar Iosseliani, y desde entonces no he vuelto a subestimar una pel¨ªcula en blanco y negro. El Cinema Aquila ofrec¨ªa cl¨¢sicos de forma gratuita, con una charla y an¨¢lisis al final de cada proyecci¨®n hecha por el director del cine. El desprecio de Godard, Blow-Up de Antonioni y Freaks de Browning fueron algunas de las cintas que m¨¢s me marcaron aquel verano. Siento que las nuevas generaciones est¨¢n perdiendo el amor por entender los secretos del cine. En la actualidad, los j¨®venes suelen preferir Netflix o Amazon Prime y se pierden el afrodis¨ªaco olor de las palomitas, los cuchicheos de alg¨²n parlanch¨ªn o el intenso brillo del tel¨¦fono de una anciana antes de empezar la peli. Ir al cine es una experiencia ¨²nica y debemos apreciar el maravilloso mundo que nos ofrece. Ese es el legado en vida que me ha dejado mi padre, y espero que nunca muera.
Pablo Leonardo Signore Pin¨®s. Alicante
Una decisi¨®n acertada
Cedi¨® y apoy¨® la candidatura de la segunda mujer que aspira a la presidencia de Estados Unidos. Biden, terco en su retirada, al final accedi¨® a que la actual vicepresidenta, Kamala Harris, no rompa la unidad de los dem¨®cratas. Pese a que Harris no ha tenido el protagonismo de Biden cuando este era vicepresidente. la diferencia de edad con Donald Trump, de 20 a?os mayor que ella, puede ser una oportunidad para Harris si sabe alimentar la esperanza de los votantes. ?Ser¨¢ Kamala la primera presidenta de EE UU? El 5 de noviembre tendremos la respuesta, en un 2024 que no deja de asombrar la pol¨ªtica mundial. En pol¨ªtica nunca hay nada escrito.
Pedro Mar¨ªn Us¨®n. Zaragoza
?Qu¨¦ nos est¨¢ pasando?
Reservamos en ese restaurante con estrella y debido a que vamos con un beb¨¦, casi tenemos que rogar el poder disfrutar de una experiencia gastron¨®mica. Son tantas las trabas para que pueda acompa?arnos que desistimos. ?En qu¨¦ tipo de personas nos hemos convertido? ?En qu¨¦ momento abandonamos los valores como la tolerancia? No vamos a tener mundo suficiente para vivir porque all¨ª donde nos encontremos, siempre habr¨¢ algo que nos perturbe. Un beb¨¦ que llora en la mesa de al lado, una persona fumando, alguien que habla demasiado alto, etc¨¦tera. Cada vez estamos menos preparados para vivir en sociedad, pero luego nos asombran y nos entristecen los males de este siglo como la soledad y la incomunicaci¨®n.
Cristina Roces. Gij¨®n
Conferencia Episcopal
Dada la situaci¨®n en que se encuentran tantos menores en Canarias, Ceuta y Melilla, me sorprende el silencio de la Conferencia Episcopal Espa?ola. Los creyentes queremos que el mensaje de Jes¨²s se oiga en esta sociedad, que contraste con lo que estamos oyendo. ?Qui¨¦n mejor que los Obispos para hacerlo? El lenguaje prof¨¦tico es dif¨ªcil pero muy necesario.
Jos¨¦ Ferm¨ªn Mu?oz Gallego. Madrid
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