Ch¨¢vez decapitado
El derribamiento de cinco estatuas es un s¨ªmbolo de que el madurismo ya no rinde tributo al padre fundador del chavismo en Venezuela

Al menos 79 adolescentes han sido encarcelados entre los m¨¢s de 800 detenidos tras las protestas que han seguido a la elecci¨®n presidencial en Venezuela. Las manifestaciones est¨¢n protagonizadas por gente muy joven, como algunos de los que participaron en el derrumbamiento de estatuas de Hugo Ch¨¢vez. Por lo menos cinco efigies del carism¨¢tico l¨ªder bolivariano fueron tiradas del pedestal en dos d¨ªas. Una de ellas, fue decapitada. Nicol¨¢s Maduro dijo que todos ¡°los delincuentes¡± han sido capturados: ¡°Si vieran c¨®mo lloran, no habr¨¢ perd¨®n, habr¨¢ justicia¡±.
La imagen de un Ch¨¢vez descabezado puede convertirse en un lugar com¨²n para quienes intentan explicar la transformaci¨®n que ha vivido el pa¨ªs. Sin embargo, el diablo est¨¢ en los detalles. En realidad, la guillotina con la que cortaron la cabeza de un proyecto que puso a los m¨¢s pobres como prioridad, activ¨® un sistema que impuso Nicol¨¢s Maduro, quien, encerrado en su b¨²nker, dej¨® hace mucho tiempo de escuchar a los m¨¢s vulnerables. Ahora, en plena ebullici¨®n de la protesta en los sectores populares, los persigue, los apresa y los expone como criminales, solo por votar y exigir respeto a su decisi¨®n.
El parricidio pol¨ªtico se comenz¨® a fraguar apenas se entendi¨® la gravedad de la enfermedad de Ch¨¢vez, en diciembre 2012. Once a?os despu¨¦s de su muerte y justo el d¨ªa que se cumpl¨ªan 70 a?os de su nacimiento, el 28 de julio, el heredero le asest¨® el golpe m¨¢s brutal al legado del l¨ªder: ignor¨® la voluntad popular. Gran parte de la ascendencia de Ch¨¢vez sobre sus seguidores se apoyaba en que ganaba las elecciones, para lo cual invirti¨® en un sistema potente de voto electr¨®nico. Tan seguro estaba el comandante de su capacidad de convocar las voluntades de las mayor¨ªas.
Antes del deceso del mandatario, la nueva nomenklatura fue eliminando, uno a uno, a los llamados ¡°hijos de Ch¨¢vez¡±: primero a los rivales pol¨ªticos, luego los principios. Esto llev¨® a que a emblem¨¢ticos dirigentes se les calificara de disidentes, incluso dentro del hist¨®rico Partido Comunista de Venezuela.
Maduro estableci¨® su c¨ªrculo de confianza, algo natural en una sucesi¨®n. Aplicaba la mano dura contra los opositores tradicionales. Tampoco le temblaba el pulso para despedir, encarcelar o ver morir a fieles colaboradores de Ch¨¢vez. Uno de ellos fue el general Isa¨ªas Baduel, muerto en prisi¨®n sin juicio. Fue el art¨ªfice de la operaci¨®n que restituy¨® a Ch¨¢vez, en abril de 2002, cuando grupos opositores le dieron un golpe de Estado. Otro ha sido el general Miguel Rodr¨ªguez Torres, encerrado durante cinco a?os en una prisi¨®n, de la cual sali¨® exiliado hacia Espa?a despu¨¦s de las gestiones del expresidente espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Las protestas de esta semana se volvieron virales r¨¢pidamente en las redes sociales. Especialmente un video en el que un joven amarra a una cuerda la cabeza de una de las estatuas defenestradas. La arrastra en su motocicleta por el barrio. Mientras la testa de lat¨®n choca contra el pavimento, se van sumando otras motos. Al fondo del martilleo del descontento se escucha el coro: ¡°Y va a caer, y va a caer, este Gobierno va a caer¡±.
Uno de los muchachos detenidos en los ¨²ltimos cinco d¨ªas tiene 12 a?os. Las cifras de la organizaci¨®n Foro Penal detallan 835 arrestos verificados, con un promedio de edad de los detenidos de 23 a?os: 79 de ellos no pasan de 17 a?os. Otra organizaci¨®n, Monitor de V¨ªctimas, reporta 19 personas asesinadas en el marco de las protestas. Entre los fallecidos hay un adolescente. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas no pasan los 30 a?os. Gonzalo Himiob, un abogado defensor de derechos humanos, asegura que uno de los j¨®venes detenidos es autista y no le han permitido contactar a sus padres.
El Gobierno asegura, orgullosamente, que ha privado de libertad a m¨¢s de 1.200 personas. Algunos funcionarios actualizan sus estados de WhatsApp con peticiones a los vecinos de ¡°sapear¡± (denunciar) a los manifestantes. Como en una noche de los cristales caribe?a, los cazan en la oscuridad.
Mientras, los testimonios se van repitiendo en las barriadas pobres: ¡°Lo sacaron de la casa¡±; ¡°el Sebin se llev¨® a mi prima¡±; ¡°agarraron a mi hermano¡±; ¡°se llevaron a mi esposa¡±; ¡°nos est¨¢n cazando¡±; ¡°no encuentro a mi muchacho¡±; ¡°por favor, d¨ªganos d¨®nde est¨¢¡±¡
En las afueras de los recintos donde los hacinan, decenas de familiares ruegan que les informen, que les permitan verlos. En Caracas, este jueves, una multitud de buscadores rodeaba a un hombre que le¨ªa una lista, cuando se top¨® con los nombres de los suyos, ya no pudo seguir.
-¡°Fuerza¡±, le dijo una mujer, que lo relev¨® en tan macabra funci¨®n.
El viernes, el conductor de un taxi, recibi¨® una llamada. De repente estall¨® en llanto. Le cont¨® a la pasajera que le informaron que la polic¨ªa pol¨ªtica se acababa de llevar detenida a su esposa.
Las fuerzas represivas han ido por los manifestantes en sus casas. Maduro, al estilo Nayib Bukele, anunci¨® que los recluir¨¢ en dos c¨¢rceles de alta seguridad, para que luego hagan carreteras, ¡°como antes y se reeducar¨¢n¡± (en referencia a la dictadura de Juan Vicente G¨®mez que gobern¨® Venezuela por 27 a?os). Los juicios los est¨¢n iniciando en audiencias masivas, telem¨¢ticamente, porque los jueces antiterroristas solo despachan desde Caracas.
Contrario, tal vez, a la creencia de que el derribamiento de las estatuas de Ch¨¢vez obedece a una rabia contra el exmandatario, m¨¢s bien es un s¨ªmbolo de que el madurismo ya no tiene que rendir tributo al padre fundador. El desmembramiento del proyecto Ch¨¢vez no solo fue en lo pol¨ªtico. Al mismo tiempo que en Venezuela se produc¨ªa una sustituci¨®n de ¨¦lites, proliferan a¨²n m¨¢s la corrupci¨®n y la violaci¨®n de derechos humanos. Ch¨¢vez hac¨ªa la vista gorda con las malversaciones de los fondos p¨²blicos, pero durante los gobiernos de Maduro se hizo un estilo de vida. Adem¨¢s, los asesinatos, la tortura y la persecuci¨®n contra las disidencias llevaron a la Fiscal¨ªa de la Corte Penal Internacional a abrir una investigaci¨®n por cr¨ªmenes de lesa humanidad desde 2014.
En la agon¨ªa del presidente, se instal¨® una imagen ic¨®nica. Eran los ojos del l¨ªder, que fueron pintados en edificios de la Misi¨®n Vivienda, un programa de gobierno. Desde distintas paredes, parec¨ªan vigilar cualquier movimiento. El car¨¢cter autoritario del expresidente se matizaba con un lema: ¡°Ch¨¢vez, coraz¨®n del pueblo¡±.
Los ojos de Ch¨¢vez fueron borrados de casi todos los espacios p¨²blicos. Donde no lo hicieron es porque no hab¨ªa dinero para la pintura. La est¨¦tica, llena de color rojo ¡ªhasta en documentos oficiales usaban la tinta roja¡ª fue poco a poco sustituida por colores tipo Google. En diciembre de 2023, la Navidad en Caracas estaba decorada con pinos canadienses y luminarias que buscaban recordar un aburrido pueblo estadounidense. Los adornos estaban tambi¨¦n en la entrada del Cuartel de la Monta?a, en Caracas, donde reposa el sarc¨®fago con los restos del exmandatario.
¡°Maduro no es Ch¨¢vez¡±, es una afirmaci¨®n que se sol¨ªa usar en Venezuela para echar de menos al carism¨¢tico l¨ªder. Durante a?os, el sucesor del mandatario busc¨® imponer su propia huella. Hoy lo ha logrado, desgraciadamente. Para lograrlo, descuartiz¨® los ideales del padre.
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