Puigdemont, ven en tren
Las redes tratan al expresident catal¨¢n como una figura rid¨ªcula, un pir¨®mano capaz de incendiar la pol¨ªtica por venganza
La an¨¦cdota es de sobra conocida, aunque no siempre se cuenta as¨ª. En 1952, el expresident de la Generalitat Josep Tarradellas, quien desde 1939 se encontraba exiliado en Francia (sobre el uso de la palabra exilio volveremos despu¨¦s), recibi¨® de manos de Antoine Pinay, primer ministro franc¨¦s entre 1952 y 1953, un pasaporte diplom¨¢tico. El dirigente franc¨¦s ¡ªseg¨²n refiri¨® M¨¤rius Carol en un art¨ªculo de La Vanguardia¡ªquiso saber qu¨¦ planes ten¨ªa el pol¨ªtico catal¨¢n.
¡ª?Cu¨¢l es su pol¨ªtica, monsieur Tarradellas? ¡ªpregunt¨® Pinay.
¡ªEvitar el rid¨ªculo, se?or presidente.
Visto lo visto, no se entiende c¨®mo esa m¨¢xima no figura desde entonces en el espejo del ba?o ¡ªy si puede ser a la altura de la frente¡ªde, como m¨ªnimo, todo pol¨ªtico que se precie, aunque su uso deber¨ªa hacerse extensivo a otras profesiones de riesgo, entre las que destacan la de tertulianos de radio y televisi¨®n ¡ªcon carnet o sin ¨¦l¡ªy columnistas de prensa escrita. No pasa nada, desde luego, si de vez en cuando se traspasa aquella sagrada l¨ªnea roja marcada por Tarradellas, sobre todo si se cuenta con el sentido del humor suficiente para, llegado el caso, re¨ªrse de uno mismo y hacer prop¨®sito de enmienda. No es desde luego el caso de Carles Puigdemont, quien ya, haga lo que haga, amenace, llore o patalee, se ha convertido para siempre en un personaje rid¨ªculo, cuyo ¨²nico objetivo ¡ªcomo muy oportunamente explic¨® Jos¨¦ Luis Sastre en su comentario matinal del martes en la SER¡ª es recuperar un despacho del que sali¨® huyendo: ¡°Le importa much¨ªsimo Catalu?a, pero la prefiere sin gobierno y paralizada. Ahora ha prometido que volver¨¢. No es la primera vez que lo promete. Lo dijo en 2017 ¨C¡±vale la pena correr el riesgo¡±¨C. Y lo volvi¨® a decir en 2019. Esta vez dice que va en serio y los Mossos han llegado a plantearle un arresto, acordado con ¨¦l, que evite que llegue a escondidas, huyendo de un sitio a otro hasta presentarse en el Parlament¡±.
O sea, una especie de moviola ¡ªaquel invento ya viejuno, precursor del VAR¡ª en que se rebobinaban las im¨¢genes de una jugada y los futbolistas y el bal¨®n iban para atr¨¢s con movimientos que ahora parecer¨ªan c¨®micos pero que antes era lo que hab¨ªa. El antes de Puigdemont ¨Clas horas que siguieron a su rid¨ªcula declaraci¨®n de independencia¨C pudo ser honesto, sin llegar a honorable pero s¨ª con trazos de ¨¦pica, si hubiese optado por la postura que adopt¨® la c¨²pula de ERC e incluso algunos compa?eros de su gabinete y su partido: quedarse en Catalu?a, apechugar con las consecuencias del desaf¨ªo al Estado ¨Cdel que ellos, por cierto, formaban parte¨C y pagar la factura pol¨ªtica, personal y familiar que les supuso el arresto y los a?os de c¨¢rcel.
Pero Puigdemont opt¨® por la huida. Se escap¨®, escondido en el maletero de un coche, y desde entonces hasta ahora ¨Ccasi siete a?os¨C ha vivido de gorra, en un palacete, consider¨¢ndose un exiliado. El exilio existi¨®, pero era otra cosa, y la perversi¨®n del lenguaje siempre form¨® parte de la enso?aci¨®n contagiosa que desemboc¨® en octubre de 2017. Y ahora, a pocas horas de un pleno del Parlament en el que Salvador Illa puede ser elegido president, Puigdemont ve c¨®mo se aleja para siempre su sue?o de que todo le saliera gratis, amenaza con dar una patada en la mesa, romperlo todo, la ¨²ltima rabieta de un adolescente consentido. De ah¨ª que, al menos en las redes, la amenaza de volver, esos arrebatos de valent¨ªa del cobarde oficial del reino, est¨¦n siendo acogidos con un notable pitorreo.
Puigdemont torna a Catalunya per fer el que sap fer millor.pic.twitter.com/UgmcwJd2MR
— Xavier Rigall (@XavierRigall) August 3, 2024
¨CPuigdemont, ven en tren, igual no llegas.
¨CPuigdemont vuelve a Catalu?a para hacer lo que sabe hacer mejor ¨Cy se ve un v¨ªdeo de alguien que intenta encender una barbacoa y prende fuego al chalet.
La pol¨ªtica convertida en espect¨¢culo. Circense, en este caso.
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