Elon Musk quiere seducir a Donald Trump

El m¨ªtico beisbolista de los Yankees de Nueva York Lawrence Yogi Berra era conocido por su forma de hablar tanto o m¨¢s que por su juego. Sus frases enrevesadas, como ¡°no se ha acabado hasta que se ha acabado¡± o ¡°cuando encuentres una encrucijada en tu camino, c¨®gela¡± se convirtieron en leyenda en Estados Unidos, hasta el punto en el que el propio Berra tuvo que advertir: ¡°En realidad no he dicho todo lo que he dicho¡±. Una de sus frases m¨¢s populares fue: ¡°Es un dej¨¤ vu, otra vez¡±. Y es, posiblemente, el mejor resumen de la semana en la pajarer¨ªa que es X (antes Twitter).

La pasada madrugada, Elon Musk, el due?o de X, ten¨ªa previsto entrevistar al candidato republicano a la presidencia de EE UU, Donald Trump. Trump siempre est¨¢ necesitado de atenci¨®n, pero esta vez m¨¢s: la entrada de la vicepresidenta Kamala Harris en la campa?a como la nueva candidata de los dem¨®cratas ha dado nuevos br¨ªos al partido del presidente Joe Biden y desviado la atenci¨®n de los medios de su persona. El expresidente ha intentado recuperarla con una inusual rueda de prensa (inusual por lo infrecuente) pero no parece haber funcionado. A trav¨¦s de su cuenta, Musk ha prometido una conversaci¨®n ¡°sin guion y sin l¨ªmites en los temas, as¨ª que deber¨ªa ser muy entretenida¡±.

Conociendo la tendencia de Trump a desbarrar, uno debe tomarse esa aseveraci¨®n con cuidado, pero ya ser¨ªa un ¨¦xito de por s¨ª que la conversaci¨®n se hubiese llevado a cabo. Cuando Musk entrevist¨® en un Spaces (una sala de debate de audio p¨²blica) al gobernador de Florida, Ron De Santis, los fallos en el sonido arruinaron la conversaci¨®n y sirvi¨® de p¨¦simo arranque a la campa?a de De Santis, que acabar¨ªa abandonando meses m¨¢s tarde.

La pregunta aqu¨ª es qu¨¦ hace Trump en X. Cuando en 2021, tras el asalto al Capitolio, la entonces Twitter suspendi¨® la cuenta del todav¨ªa presidente por ¡°incitaci¨®n a la violencia¡±, Trump aprovech¨® la ocasi¨®n para impulsar su propia plataforma, Truth Social. A¨²n hoy, el expresidente publica, sobre todo, en su cuenta de Truth, a pesar de que una de las primeras medidas de Musk al hacerse con Twitter fue devolverle su cuenta. Desde noviembre de 2022, el expresidente solo ha publicado una vez: la foto de su ficha policial, cuando se la hicieron en agosto de 2023. Las cuentas de Truth Social son absurdamente desastrosas: en el segundo trimestre de este a?o, solo factur¨® 836.900 d¨®lares (hay coches en Palm Beach, donde vive Trump, que cuestan m¨¢s que eso) y logr¨® el milagro de perder 16 millones. No es que X est¨¦ libre de problemas, todo lo contrario: la semana pasada, las autoridades irlandesas denunciaron a la plataforma por utilizar los mensajes de sus usuarios para alimentar su proyecto de inteligencia artificial. Hay otras ocho denuncias en marcha.

La ¨²nica victoria, por poder llamarla de alguna manera, para Musk, ha sido que ha deshecho la Alianza Global para unos Medios Responsables, una coalici¨®n de anunciantes que, despu¨¦s de que en 2019, un ultraderechista entrase en dos mezquitas en Christchurch (Nueva Zelanda) y matase a 45 personas mientras lo retransmit¨ªa todo por Facebook, acord¨® restringir la publicidad en las plataformas que difundiesen contenidos de odio, con la expectativa de que estas se tomasen m¨¢s en serio la moderaci¨®n de contenidos. Estas lo hicieron. Pero Musk ha equiparado desde el principio la moderaci¨®n de contenidos con censura, as¨ª que denunci¨® a la Alianza por, seg¨²n ¨¦l, ¡°boicotear¡± a X. Antes que enfrentarse a la demanda, los anunciantes han preferido disolver la asociaci¨®n.

Imag¨ªnense: una empresa que prefiere ir a los tribunales antes que contener el odio en su plataforma. Pues eso: m¨¢s de lo mismo, otra vez.