?Qu¨¦ pensar¨¢n los extraterrestres de nosotros?
Alejo Vidal-Quadras, exdirigente del PP y de Vox, sugiere que le estamos haciendo quedar mal ante los alien¨ªgenas
?En qu¨¦ se fijar¨ªa un extraterrestre que llegara a la Tierra? ?En las guerras? ?En la crisis clim¨¢tica? ?En el retorno de Oasis?. El expresidente del Partido Popular en Catalu?a y fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras, ha planteado en un tuit una historia de ciencia ficci¨®n m¨¢s bien pocha en la que sugiere que a un alien¨ªgena le preocupar¨ªa la inmigraci¨®n: ¡°Imaginemos que hemos de explicarle a un habitante inteligente de otro planeta llegado a la Tierra que en nuestro mundo hay pa¨ªses ricos y desarrollados que permiten que todos los d¨ªas centenares de extranjeros entren ilegalmente en sus territorios. ?Qu¨¦ pensar¨¢ de nosotros?¡±.
Vidal-Quadras lo deja ah¨ª, sin decir lo que pensar¨ªa el extraterrestre, pero en el millar de respuestas a su mensaje se da por supuesto que no ser¨ªa nada bueno. Y no es una suposici¨®n sin base si tenemos en cuenta otros tuits en los que Vidal-Quadras compara a los inmigrantes con invasores (terr¨ªcolas y no alien¨ªgenas).
Muchas de las respuestas plantean en tono c¨®mico los defectos del planteamiento y recuerdan que una civilizaci¨®n alien¨ªgena podr¨ªa ser completamente diferente a la humana. El visitante quiz¨¢s no entender¨ªa la idea de fronteras, puede que le pareciera absurdo que los pa¨ªses ricos no ayudaran a los pobres para que nadie tuviera que emigrar, o quiz¨¢s pensar¨ªa que los seres inteligentes son los ¨¢rboles e intentar¨ªa entablar contacto con ellos.
Y eso si pensamos en alien¨ªgenas m¨¢s o menos bondadosos, pero los extraterrestres podr¨ªan venir a la Tierra para alimentarse de nuestra carne, llevarse nuestra agua o quedarse a vivir, un poco como en La guerra de los mundos, de H. G. Wells, o en la ya m¨ªtica serie V. Con lo que la pregunta de Vidal-Quadras no ser¨ªa qu¨¦ pensar¨¢ ese extraterrestre de las fronteras, sino si preferir¨¢ el sabor de un europeo alimentado con aceite de oliva o el de otro que se ha criado con mantequilla.
En favor del tuit de Vidal-Quadras hay que decir que las historias de alien¨ªgenas se han usado a menudo para hablar de nuestros temores. En su magn¨ªfico Monster Show, el historiador y cr¨ªtico David J. Skal explica que en las pel¨ªculas de la Guerra Fr¨ªa, como Invasores de Marte, los alien¨ªgenas que se infiltraban en Estados Unidos eran un trasunto de los esp¨ªas sovi¨¦ticos.
Pero hay relatos que intentan ver estos encuentros de manera m¨¢s compleja y no solo como una amenaza. Por ejemplo, unos cuantos imaginan los intentos de comunicarnos con otras culturas y civilizaciones. Intentos que pueden ser fallidos, como en Fiasco, de Stanis?aw Lem, o algo m¨¢s exitosos, como en La llegada, de Ted Chiang. Tambi¨¦n hay historias que le dan la vuelta a lo que propone Vidal-Quadras, como la pel¨ªcula District 9, de Neill Blomkamp, una s¨¢tira sobre el racismo y el apartheid. ?Qu¨¦ pensar¨ªa un alien¨ªgena si llegara a nuestro planeta, lo meti¨¦ramos en un campo de refugiados insalubre y lo llam¨¢ramos ¡°bicho¡±?
Adem¨¢s de todo esto, a los alien¨ªgenas tambi¨¦n les podemos dar lo mismo. En P¨ªcnic junto al camino, Arkadi y Bor¨ªs Strugatski sugieren que unos extraterrestres hicieron parada t¨¦cnica en la Tierra y se marcharon sin m¨¢s, dejando atr¨¢s lo que podr¨ªan ser los restos de una reparaci¨®n o las sobras de una merienda m¨¢s o menos r¨¢pida en un mundo tan retrasado que les resultaba indiferente. O, peor a¨²n, La gu¨ªa del autoestopista gal¨¢ctico, de Douglas Adams, empieza cuando las obras de una carretera espacial obligan a la demolici¨®n de la Tierra.
La idea de una visita extraterrestre puede ser tambi¨¦n una excusa para vernos con distancia y humor, como en Sin noticias de Gurb, en la que Eduardo Mendoza le daba un buen repaso a la Barcelona preol¨ªmpica. Para esto, lo habitual es imaginarse a un extraterrestre (o a un extranjero, como el Balki de Primos lejanos) muy diferente, con el objetivo de buscar el contraste.
Pero tambi¨¦n puede tener su gracia la visita de un alien¨ªgena exactamente igual que nosotros, como parece que propone Vidal-Quadras. Este alien¨ªgena se llama Juan S¨¢nchez, es funcionario en un ministerio de Vlork, y est¨¢ preocupado porque cada d¨ªa llegan m¨¢s inmigrantes de Vlirk a su pa¨ªs (?sucios vlirkenses!). El Gobierno le ha enviado en misi¨®n secreta a nuestro planeta, donde se hace pasar por un expol¨ªtico en Twitter y recopila informaci¨®n acerca de nuestras pol¨ªticas migratorias.
Es m¨¢s, empiezo a pensar que en ese planeta con vida inteligente tiene que haber otra Espa?a. No ser¨ªa tan extra?o: en todos los planetas con vida que conocemos hay ox¨ªgeno, agua, luz solar y una Espa?a. No lo digo yo, lo dicen los datos.