El mundo ha perdido la cabeza
Los lectores escriben sobre el estr¨¦s causado por la precariedad laboral, los campamentos de verano, el sistema educativo, y el fin del est¨ªo
En un contexto internacional tan vol¨¢til, con noticias desgarradoras que leemos a diario, podr¨ªa una pensar que el ser humano reflexionar¨ªa y pondr¨ªa en orden sus prioridades. Sin embargo, cada d¨ªa miles de personas nos despertamos infelices. El primer est¨ªmulo del d¨ªa es un despertador cuya sinton¨ªa aborrecemos colectivamente, despu¨¦s nos dirigimos a puestos de trabajo infraremunerados que contribuyen, en mayor o menor medida, al funcionamiento de la sociedad, y para los cuales estamos sobrecualificados. El estr¨¦s y la presi¨®n son caracter¨ªsticas inherentes a algunos puestos, pero ?c¨®mo es posible que en una oficina haya gente con problemas severos de estr¨¦s y ansiedad? ?C¨®mo justificamos que haya gente medicada a causa de una presi¨®n desmedida en el trabajo? ?Cu¨¢ndo hemos perdido tanto la perspectiva que permitimos que los trabajadores pierdan la salud por empleos en los que nadie reparar¨ªa si se dejasen de hacer? Par¨¢ndose una a analizar todo esto puede afirmar que el mundo ha perdido la cabeza.
Tania Cancelo Toja. A Coru?a
Campamentos de verano
Cada verano, en todo el pa¨ªs, monitores dedican sus jornadas a crear espacios seguros para ni?os, ni?as y j¨®venes. Hace 13 a?os me convert¨ª en uno de ellos, y celebro esa decisi¨®n cada d¨ªa. No se trata solo de jugar sino de generar convivencia, intercambio y sonrisas sinceras. Gracias a quienes hacen posible este trabajo: a las familias por su confianza, a los monitores por su dedicaci¨®n, y a directores, y coordinadores de los campamentos de verano por la gu¨ªa y apoyo constante.
Ricardo Salaya Juli¨¢n. C¨¢ceres
Escasez de idealismo
El sistema educativo permite comportarse en el instituto como en una f¨¢brica: llegas a tu hora, fichas, trabajas y te vas en cuanto te lo permiten. El modelo no aspira a inspirar a nadie a nada, se ha convertido en un trabajo mec¨¢nico. El resultado: llevamos d¨¦cadas formando a trabajadores ¨²tiles y no a pensadores. ?D¨®nde han quedado las ganas de la juventud de cambiar el mundo? ?D¨®nde ha quedado esa famosa cultura de la resistencia? El joven no se ve como un motor de cambio de su realidad, sino como un impotente sujeto que debe adherirse a la corriente general para no salir maltrecho. Estamos pasando por alto que el futuro nos pertenece, y la estructura educativa desde luego est¨¢ demostrando no estar a la altura.
Daniel Ponce Garc¨ªa. Conil de la Frontera (C¨¢diz)
Meses de finales y comienzos
Agosto es un mes de finales, del final de las vacaciones, del verano. El final de los amaneceres precoces y los anocheceres tard¨ªos. Los caf¨¦s con hielo y la sangr¨ªa. Agosto tambi¨¦n es un mes de despedidas. Se suceden los abrazos largos y los ¡°hasta el verano que viene¡±. Y los fuegos artificiales y las verbenas que despiden las fiestas traen el eco de los nuevos comienzos. Porque septiembre es mes de comienzos. De estrenar agenda, de apuntarse al gimnasio, a aquel curso, a pilates. De volver a la rutina y a las caras de siempre. Pero tambi¨¦n de los nuevos compa?eros, las nuevas amistades y las nuevas oportunidades.
Sof¨ªa Illana. Alcal¨¢ de Henares (Madrid)
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