Verg¨¹enza hist¨®rica (o el alma democristiana del PP)
De todas las causas falaces de la derecha espa?ola, la peor es el discurso demonizador de la inmigraci¨®n, que avala y difunde una falsedad f¨¢ctica, un desprop¨®sito civil y una expresi¨®n descarnada de cinismo pol¨ªtico y moral
La verg¨¹enza hist¨®rica es un fen¨®meno dif¨ªcil de definir pero a menudo aplasta a quienes miden mal la relaci¨®n entre la ambici¨®n del poder y los medios para alcanzarlo. Ese reproche contra Pedro S¨¢nchez lo lleva la derecha en la boca desde hace¡ Iba a decir desde hace a?o y medio con la propuesta de S¨¢nchez de una ley de amnist¨ªa para los encausados de 2017, pero no, la verdad es que el reproche arranca desde el momento en que la aritm¨¦tica parlamentaria ¡ªy una sentencia judicial tremenda sobre la financiaci¨®n del PP¡ª propici¨® la primera moci¨®n de censura con ¨¦xito y S¨¢nchez gan¨® la presidencia en 2018. Puede que la historia le saque los colores de la verg¨¹enza en el futuro por haberla conseguido, o por haber indultado a los presos independentistas tras una sentencia del Supremo, o por haber impulsado y aprobado una ley de Amnist¨ªa que ha tenido un efecto benefactor obvio y en cadena en la sociedad catalana y espa?ola. ?Alguien ha o¨ªdo algo ¨²ltimamente proferido desde el PP sobre la tragedia hist¨®rica que abruma a Espa?a tras la amnist¨ªa?
No, ya no; eso se acab¨® porque ya no hace ruido, y ni siquiera el diapas¨®n desquiciado de Tellado es capaz de generarlo. Hoy el PP prefiere votar contra una de las mujeres espa?olas m¨¢s competentes y m¨¢s respetadas en Europa, Teresa Ribera, y respaldada y apoyada por una l¨ªder inequ¨ªvocamente de derechas como Von der Leyen (y por supuesto del PPE), azuzan la imaginaria y fals¨ªsima invasi¨®n inmigratoria que nos arruina como si esa bandera fuese del PP y no de la obscena falsificaci¨®n de la realidad de Vox y Alvise; y combaten una reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica que necesitan como agua de mayo, junio, abril o agosto tambi¨¦n las comunidades presididas por el PP.
Esas tres son causas presumibles de verg¨¹enza en el presente, pero la que se lleva la palma para la verg¨¹enza del futuro es el discurso demonizador de la inmigraci¨®n, apoyado en una coalici¨®n informal¨ªsima pero tambi¨¦n leal de medios que han conseguido situar en el primer lugar de las preocupaciones de los espa?oles ¡°la inmigraci¨®n¡±, seg¨²n el ¨²ltimo CIS. Los peque?os detalles hunden el cr¨¦dito de forma irreversible: puede justificarse la bater¨ªa de ataques contra la amnist¨ªa en aras de la unidad de la naci¨®n ofendida, puede justificarse el ataque preventivo contra un acuerdo de financiaci¨®n con Catalu?a firmado por el PSC y ERC que est¨¢ abierto y puede ir hacia un lado o hacia el otro, pero hay cosas que un partido con un presunto fondo o alma democristiana no puede fomentar, excepto que lo democristiano lo haya tirado por la borda por cobard¨®n, pusil¨¢nime, pietista o misericordioso. Secundar el discurso de la derecha trumpista contra la inmigraci¨®n, ir a visitar a Giorgia Meloni para aprender sus m¨¦todos y fomentar la alarma social por v¨ªa de okupas, por v¨ªa de delitos que no existen o por v¨ªa de usurpaci¨®n de servicios p¨²blicos busca demonizar a la inmigraci¨®n legal e ilegal, pero sobre todo sit¨²a al PP contra cualquier valor democristiano cre¨ªble.
Pero siempre hay una cosa peor. Someter a la poblaci¨®n espa?ola al bombardeo de declaraciones contra la inmigraci¨®n, y programar desde sus medios afines la lluvia ¨¢cida de un odio racial, prejuicioso y despectivo contra los inmigrantes avala y difunde una falsedad f¨¢ctica, un desprop¨®sito civil y una expresi¨®n descarnada de cinismo pol¨ªtico y moral. Puede que el PP lo sepa (Tellado seguro que no) o puede que no lo sepa, pero el futuro de la sociedad espa?ola desde el punto de vista laboral, de sostenibilidad del sistema de pensiones, de pluralidad cultural y de riqueza econ¨®mica se va a cimentar ¡ªcomo se cimenta hoy ya en una proporci¨®n felizmente significativa¡ª en la contribuci¨®n activa de quienes huyen por una inmensa cantidad de razones de sus lugares de origen y tratan de instalarse en Espa?a para ganarse la vida trabajando, muy a menudo por debajo de su cualificaci¨®n t¨¦cnica o profesional, pero seguros de huir de un lugar peor, el suyo de origen, y al que prefieren volver de visita. Nos pas¨® a nosotros hace medio siglo: igualito.
La verg¨¹enza hist¨®rica al PP le aguarda a la vuelta de la esquina porque ya la tiene aqu¨ª.
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