La ultraderechizaci¨®n de la UE
La asunci¨®n de las propuestas m¨¢s radicales sobre inmigraci¨®n por parte de la Comisi¨®n Europea deber¨ªa hacer saltar las alarmas
La ultraderecha sigue apunt¨¢ndose victorias en Europa. Y no solamente en las urnas. La consideraci¨®n, sin base real, de la migraci¨®n como problema prioritario es el ¨²ltimo triunfo de la extrema derecha, con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a la cabeza. Lo m¨¢s preocupante, sin embargo, es que la agenda ultra sobre deportaciones de solicitantes de asilo han permeado en los gobiernos de todo signo pol¨ªtico.
As¨ª se evidenci¨® en v¨ªsperas de la reuni¨®n de los Jefes de Estado y de Gobierno este jueves en Bruselas, con una minicumbre de varios socios comunitarios liderados por Meloni y con la presencia de la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen. Al encuentro, organizado por Italia, Dinamarca y Pa¨ªses Bajos, asistieron los l¨ªderes de Austria, Chipre, Grecia, Malta, Rep¨²blica Checa, Polonia, Eslovaquia y Hungr¨ªa, y sirvi¨® para fijar su posici¨®n conjunta de cara a la reuni¨®n a Veintisiete.
En la cumbre general, el alegato del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a favor de una inmigraci¨®n que contrarreste el invierno demogr¨¢fico del continente tuvo escaso eco ante un consenso dictado por la dureza de la extrema derecha. Quedan ya pocas dudas sobre los equilibrios de poder en la Uni¨®n. S¨¢nchez ya se ha pronunciado contra el modelo de campos de deportaci¨®n fuera de la UE para solicitantes de asilo que, sin embargo, Ursula von der Leyen se muestra dispuesta a ¡°estudiar¡±. La punta de lanza de ese perverso modelo es el Gobierno de Italia, que esta semana estren¨® la primera instalaci¨®n de ese tipo en Albania. Ayer la justicia italiana tumb¨® esa iniciativa y oblig¨® a devolver a suelo europeo a los primeros deportados. Es una se?al de esperanza, pero no se trata solo de pol¨ªtica migratoria: asistimos a una abdicaci¨®n de principios.
Ya es un problema que las propuestas ultras sobre migraci¨®n no partan de la realidad emp¨ªrica: la ca¨ªda del 42% de las entradas irregulares en la UE. Pero el hecho de que esas propuestas sean asumidas por los supuestamente moderados ¡ªaunque se traduzcan en medidas que cabalgan entre la ilegalidad y la inhumanidad¡ª deber¨ªa hacer saltar todas las alarmas sobre el objetivo de fondo que persiguen: el desmantelamiento de la Uni¨®n Europea desde dentro. Al menos como espacio democr¨¢tico basado en el respeto a los derechos humanos.
Esa agenda ultra, que pasa por ser el modelo a seguir, seg¨²n la propia Von der Leyen, no recoge un diagn¨®stico de la inmigraci¨®n basado en datos reales, ni una alternativa que no sea la mera represi¨®n, ni reflexi¨®n alguna sobre la oportunidad que representa para nuestro declive demogr¨¢fico o sobre los beneficios que la migraci¨®n circular puede producir en los pa¨ªses del origen. En su lugar, hemos visto la bochornosa adhesi¨®n de la presidenta de la Comisi¨®n a estudiar medidas calificadas con el eufemismo de ¡°innovadoras¡±. En ellas se incluye la revisi¨®n de la noci¨®n de ¡°tercer pa¨ªs seguro¡± y de la lista de esos Estados para garantizar m¨¢s deportaciones o incluso abrir la puerta a pactos con sus dirigentes, como el sirio Bachar el Asad. La quiebra del derecho que ya se ha producido en Italia ha pasado a defenderse desde la c¨²pula del poder comunitario. El tiempo dir¨¢ si no estamos ante el caballo de Troya llamado a desdibujar el proyecto fundacional de la UE.
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