No subestimen a los BRICS
Hay una popular falacia de que no tenemos que preocuparnos por este grupo porque no van a crear una moneda capaz de desafiar al d¨®lar, una afirmaci¨®n tan verdadera como irrelevante
La raz¨®n profunda de nuestra desastrosa estrategia en Ucrania es que subestimamos a Rusia. Hemos subestimado su capacidad de resistencia, el tama?o y la fuerza de su econom¨ªa, y las alianzas que era capaz de construir.
Entre estas alianzas, la m¨¢s importante ha sido la de los BRICS+, acr¨®nimo de Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica. El ¡°m¨¢s¡± representa a los nuevos miembros: Ir¨¢n, Egipto, Etiop¨ªa y Emiratos ?rab...
La raz¨®n profunda de nuestra desastrosa estrategia en Ucrania es que subestimamos a Rusia. Hemos subestimado su capacidad de resistencia, el tama?o y la fuerza de su econom¨ªa, y las alianzas que era capaz de construir.
Entre estas alianzas, la m¨¢s importante ha sido la de los BRICS+, acr¨®nimo de Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica. El ¡°m¨¢s¡± representa a los nuevos miembros: Ir¨¢n, Egipto, Etiop¨ªa y Emiratos ?rabes Unidos. Arabia Saud¨ª va camino de incorporarse en breve. Y hay varios pa¨ªses m¨¢s semiasociados a este club.
Juntos, los BRICS+ representan el 35,4% de la econom¨ªa mundial. El Grupo de los Siete pa¨ªses industrializados avanzados supone el 29,6%. La diferencia es a¨²n mayor en lo que respecta a la poblaci¨®n: 45%, para ellos, y 10%, para nosotros.
Entonces, ?qu¨¦ nos hace estar tan seguros de que podemos ganar esta guerra fr¨ªa del siglo XXI cuando ellos son m¨¢s grandes que nosotros y, colectivamente, tambi¨¦n m¨¢s ricos?
Los economistas y estrategas pol¨ªticos occidentales se agarran a un ¨²nico clavo ardiendo: la idea de que el d¨®lar domina el comercio mundial. As¨ª es como Estados Unidos ejerce un poder exorbitante para imponer su voluntad a los dem¨¢s. El dominio del d¨®lar otorga al Gobierno estadounidense el privilegio de sancionar a los pa¨ªses a trav¨¦s del sistema financiero. Pr¨¢cticamente todos los bancos occidentales dependen de una u otra forma de los mercados estadounidenses.
Sigo oyendo la popular falacia del espantap¨¢jaros de que no tenemos que preocuparnos por los BRICS+ porque no van a crear una moneda conjunta capaz de desafiar al d¨®lar. Esta afirmaci¨®n entra en la categor¨ªa de verdadera pero irrelevante.
Los BRICS+ no tienen intenci¨®n de crear una moneda ¨²nica. La UE es una advertencia de c¨®mo una moneda com¨²n puede acabar aumentando las divisiones pol¨ªticas entre sus miembros. Los BRICS+ persiguen otra cosa: una infraestructura que permita encaminar los flujos financieros entre ellos sin entrar en ning¨²n momento en el universo del d¨®lar. El llamado Brics Pay fue la gran estrella de su cumbre de la semana pasada en Kaz¨¢n, en el sur de Rusia. Brics Pay es un sistema de pago basado en cadenas de bloques que utiliza la misma tecnolog¨ªa subyacente que Bitcoin y otras criptomonedas.
Los sistemas de pago son un tema sobre el que no solemos leer nada en las revistas de noticias. Y por una buena raz¨®n. Forman parte de la fontaner¨ªa de los sistemas financieros mundiales. Normalmente, son incre¨ªblemente aburridos. Pero en el mundo actual se han convertido en un instrumento geopol¨ªtico esencial porque permiten a los pa¨ªses defenderse de las sanciones occidentales.
Los BRICS+ representan entre el 35% y el 40% del comercio mundial, pero est¨¢n a merced de Estados Unidos porque la mayor parte de sus intercambios se realizan en d¨®lares estadounidenses. Esto es cierto incluso para los flujos comerciales dentro de la regi¨®n BRICS+. El economista franc¨¦s Jacques Sapir ha se?alado que los BRICS+ van camino de abandonar el d¨®lar estadounidense para un 80% de los intercambios comerciales en los pr¨®ximos cinco a?os. Esto tendr¨¢ un enorme impacto en el equilibrio del poder financiero mundial. Alrededor del 60% de las reservas mundiales de divisas se mantienen actualmente en d¨®lares. Con el nuevo sistema de pagos, el BRICS+ podr¨ªa superar al d¨®lar en cinco a?os, seg¨²n los c¨¢lculos de Sapir. Yo soy m¨¢s prudente en este tipo de pron¨®sticos, pero Sapir est¨¢ en lo cierto en cuanto a la tendencia. Los BRICS+ no necesitan una moneda ¨²nica para independizarse del d¨®lar estadounidense. Todo lo que necesitan es tecnolog¨ªa del siglo XXI.
Nuestra complacencia se basa en la observaci¨®n de que el mundo siempre ha tenido una ¨²nica moneda dominante. Sol¨ªa ser la libra esterlina hasta mediados de la d¨¦cada de 1920, y desde entonces ha sido el d¨®lar. La raz¨®n del dominio de una ¨²nica moneda es un efecto de red en el que el ganador se lo lleva todo. Pero tecnolog¨ªa blockchain, o de cadena de bloques, ha cambiado el c¨¢lculo. Una forma de ver la cadena de bloques es como si fuera un libro de contabilidad seguro que lleva la cuenta de los pagos. Pero la tecnolog¨ªa en s¨ª es de c¨®digo abierto. La cadena de bloques no es solamente la columna vertebral de las criptomonedas. Tambi¨¦n puede gestionar pagos entre bancos y bancos centrales.
Los macroeconomistas, y sobre todo los macroeconomistas que asesoran a los gobiernos, subestimaron masivamente el impacto de la cadena de bloques y las criptomonedas, y muchos siguen haci¨¦ndolo. Tambi¨¦n est¨¢n subestimando el impacto de Brics Pay. No se han percatado de que esta tecnolog¨ªa permite a los pa¨ªses dejar de depender de Estados Unidos.
Un apego ludita unido a la creencia delirante de que somos la envidia del mundo son las principales razones por las que seguimos subestimando a nuestros adversarios. Son la raz¨®n por la que Ucrania corre actualmente el riesgo de perder la guerra.
Otra falacia af¨ªn es que los BRICS+ no est¨¢n tan cohesionados pol¨ªticamente como nosotros. Esta afirmaci¨®n tambi¨¦n es cierta y enga?osa. No necesitan el mismo grado de integraci¨®n pol¨ªtica que nosotros tenemos en el G-7, la OTAN o la UE. A diferencia de China y Rusia, la India y Brasil no est¨¢n interesados en un enfrentamiento con Estados Unidos. Quieren comerciar con todo el mundo y no formar parte de un bloque. Rusia, Corea del Norte e Ir¨¢n han acercado posiciones. Xi Jinping, presidente de China, ha formado una alianza estrat¨¦gica con Vlad¨ªmir Putin, pero mantiene las distancias. Los BRICS+ son un grupo muy diverso, pero su fuerza radica en centrarse en las pocas cosas que tienen en com¨²n. La m¨¢s importante de ellas es su deseo de reducir su dependencia de Estados Unidos.
No tiene nada que ver con las elecciones estadounidenses. Las pol¨ªticas comerciales y de sanciones estadounidenses han evolucionado a lo largo de varias administraciones. Estados Unidos est¨¢ cada vez menos dispuesto a absorber los excedentes comerciales mundiales y a subvencionar la defensa de Europa. Ni Donald Trump ni Kamala Harris ten¨ªan una estrategia para frenar las ambiciones geopol¨ªticas de los BRICS+, y ni siquiera el deseo de hacerlo. La desvinculaci¨®n global es la megatendencia de nuestro siglo, y los BRICS+ ser¨¢n esa segunda pata del nuevo orden mundial bipolar.