La dana golpea el ¡®regionalismo¡¯ de Feij¨®o
La capacidad auton¨®mica y los recursos existen; otra cosa es que la gesti¨®n de Maz¨®n haya sido nefasta y algunos se dediquen a impugnar el Estado territorial para taparlo
La cat¨¢strofe de la dana golpea el regionalismo del PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o. El l¨ªder popular quer¨ªa presentarse como esa derecha defensora del autogobierno y la pluralidad territorial, gan¨¢ndose el favor de socios como el PNV y Junts, quiz¨¢s necesarios para gobernar alguna vez. Pero el relato de ciertos altavoces de la derecha ante la tragedia en Valencia ha ido por otro lado: dar a entender que una comunidad aut¨®noma no es capaz de gestionar una situaci¨®n as¨ª, de forma que el Gobierno deb¨ªa tomar el mando. Y ese argumento centralista servir¨¢ para que no dimita Carlos Maz¨®n, pero deja en apuros a Feij¨®o.
En esencia, porque cabe preguntarse qu¨¦ opinar¨¢n Carles Puigdemont o Aitor Esteban del insistente cuestionamiento de muchos medios afines al PP sobre la capacidad del Estado auton¨®mico para hacer frente a un incendio o una inundaci¨®n. Como ya recordamos aqu¨ª, no es cierto que una comunidad no pueda dar respuesta a un escenario de tal magnitud: al elevar el nivel 2 de emergencia nacional, la autonom¨ªa pasa a tener bajo su coordinaci¨®n los efectivos del Estado que precise (Polic¨ªa, Guardia Civil, Ej¨¦rcito¡). El propio expresidente de Cantabria, Miguel ?ngel Revilla, explic¨® que hizo eso mismo cuando un grave incendio sacudi¨® su regi¨®n, y r¨¢pidamente el Ej¨¦rcito se puso a su disposici¨®n. El lehendakari Carlos Garaikoetxea, del PNV, coordin¨® en 1983 un efectivo para hacer frente a las inundaciones en Euskadi, accediendo bajo su mando a los tres Ej¨¦rcitos, la Guardia Civil¡ Por aquel entonces gobernaba Felipe Gonz¨¢lez, que tendi¨® su mano para la ayuda que hiciera falta, pero sin perder Garaikoetxea el liderazgo de la cat¨¢strofe. Es decir, que la capacidad auton¨®mica y los recursos existen; otra cosa, es que la gesti¨®n de Maz¨®n haya sido nefasta, y algunos se dediquen a impugnar el Estado territorial para taparlo.
Sin embargo, el intento de echar balones fuera, descargando toda responsabilidad en La Moncloa, ha arrojado la cara m¨¢s centralista del PP, algo que ser¨ªa de esperar que a Junts y el PNV no les haga ninguna gracia. Parte de la estrategia de Feij¨®o en este curso era precisamente ganarse a esos socios, los ¨²nicos capaces de bloquear la acci¨®n legislativa de Pedro S¨¢nchez. Ahora bien, el discurso popular ante la dana se acerca m¨¢s al nacionalismo espa?ol de Vox, que al del regionalismo del expresidente gallego: en vez de correr a exigir al Estado que tomara las riendas, bien podr¨ªa haber cuestionado primero el desempe?o de su presidente territorial, asumido que las competencias auton¨®micas estaban ah¨ª.
Por ejemplo, otros barones del PP han gestionado temporales tambi¨¦n en la fase posterior o previa. Isabel D¨ªaz Ayuso declar¨® el nivel 2 de emergencia del Plan Territorial de Protecci¨®n Civil de la Comunidad de Madrid en 2021 por la nevada de Filomena, de forma que cont¨® con efectivos de la UME para hacerle frente. En las ¨²ltimas horas, la Junta de Andaluc¨ªa dirigida por Juan Manuel Moreno envi¨® avisos a la poblaci¨®n ante el riesgo de lluvias intensas e inundaciones.
Es probable que hasta el PP de Feij¨®o se haya dado cuenta de las incongruencias de su centralismo sobrevenido ¡ªe interesado¡ª. V¨¦ase una declaraci¨®n del l¨ªder popular hace unos d¨ªas, alabando la actuaci¨®n ¡°solidaria¡± de las comunidades aut¨®nomas de su partido, frente a la presunta dejadez del Estado. Es decir, aludiendo a que ¡°el Estado auton¨®mico hab¨ªa funcionado¡±, pese a haber exigido el nivel 3 de emergencia nacional en Valencia, algo que no necesariamente dotar¨ªa de m¨¢s recursos a la comunitat, sino que pasar¨ªa el mando al Gobierno de Espa?a.
El autonomismo es lo que hasta ahora parec¨ªa defender Feij¨®o: no solo por su origen como bar¨®n ruralista, sino tambi¨¦n, a sabiendas de que este PP es fuerte en la mayor¨ªa de comunidades, haciendo cada cual de su capa un sayo. Ello le serv¨ªa para diferenciarse de otras derechas, como Ciudadanos o Vox, incompatibles con los peneuvistas o Puigdemont. Pese a ello, el vendaval centralista es tan fuerte que ni el propio Emiliano Garc¨ªa-Page (PSOE) se salva: propuso que una ¡°autoridad independiente¡± de los pol¨ªticos gestione las tragedias. Hay una Espa?a que desconf¨ªa del Estado auton¨®mico cuando vienen mal dadas, o quiz¨¢s nunca haya confiado en el modelo de descentralizaci¨®n. Qui¨¦n sabe si no es tambi¨¦n el caso de Maz¨®n.
A la postre, el escenario actual aboca a que el president de la Generalitat Valenciana no dimita. Ello ser¨ªa equivalente a asumir que una mala gesti¨®n pol¨ªtica desde la comunidad impidi¨® atenuar o frenar una tragedia humana. El PP nacional incluso contribuy¨® a alejar su dimisi¨®n con el hilo musical de fondo sobre que una autonom¨ªa era incapaz, rebotando las culpas en S¨¢nchez. Y quiz¨¢s ello servir¨¢ para salvar al l¨ªder valenciano, pero deja a G¨¦nova 13 ante el espejo de sus contradicciones. La dana golpea el regionalismo que quer¨ªa exhibir PP: tirar de centralismo vender¨¢ mucho en Madrid y en la meseta, no as¨ª en Catalu?a y Euskadi, que son los bastiones que mantienen a S¨¢nchez en el Gobierno, y no casualmente, donde residen dos partidos que le podr¨ªan, alguna vez, dar el gobierno a Feij¨®o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.