Caos auton¨®mico

?Por qu¨¦ no nos ponemos de acuerdo en el modelo de financiaci¨®n y de competencias de las autonom¨ªas?

Bueno, porque no tenemos un foro institucionalizado de discusi¨®n. Pero, si reemplazamos las conferencias de presidentes, reuniones ad hoc al albur de los vientos coyunturales, por un Senado que funcione como c¨¢mara de representaci¨®n territorial, al abrigo de las tesituras cotidianas, encontrar¨ªamos soluciones.

?Seguro? ?Te imaginas a los senadores de Ayuso acordando con los de Illa?

Bueno, con la polarizaci¨®n actual no. Pero, si rebajamos la tensi¨®n entre los grandes partidos, hallar¨ªamos puntos en com¨²n.

?De verdad? Me cuesta ver el consenso entre barones dentro de una misma formaci¨®n. Por ejemplo, Page con Illa. O Ayuso con Bonilla.

Entonces, ?cu¨¢l es el problema?

El obst¨¢culo para alcanzar acuerdos no es la falta de instituciones (aunque tener un Senado ayudara) ni el exceso de pol¨ªtica (aunque bajar decibelios aliviara), sino una idea, una emoci¨®n primaria: el miedo federal. La sensaci¨®n que asocia la descentralizaci¨®n al desorden y que comparte casi toda Espa?a. Asumimos que, si damos m¨¢s competencias y recursos a las comunidades aut¨®nomas, aumentar¨¢n las desigualdades entre ellas. Las ricas, m¨¢s ricas y las pobres, m¨¢s pobres.

Pero es una premisa falsa. Los estudios econ¨®micos indican justo lo contrario: en un pa¨ªs desarrollado, a mayor descentralizaci¨®n, mayor igualdad entre las regiones. Las autonom¨ªas menos afortunadas se benefician m¨¢s de que las decisiones pol¨ªticas se tomen m¨¢s cerca. Porque en una regi¨®n hist¨®ricamente abandonada hay m¨¢s potencial que se puede liberar. Y porque, como se?ala Andr¨¦s Rodriguez-Pose, descentralizar suele incrementar la calidad de las administraciones subnacionales.

Esto se complementa con otra paradoja: a menudo, las regiones ricas de la periferia prosperan m¨¢s, en t¨¦rminos comparativos, con un poder central fuerte. Como apunta Benito Arru?ada, Catalu?a ha crecido m¨¢s, econ¨®mica y demogr¨¢ficamente, en los periodos hist¨®ricos donde ha disfrutado de menos autogobierno. No es dif¨ªcil imaginar qui¨¦n se aprovecha mejor de los favores de un Leviat¨¢n todopoderoso (de un monarca como Felipe V o un dictador como Franco): ?Las regiones desestructuradas o las que cuentan ya con unos intereses organizados que piden, por ejemplo, aranceles para proteger su industria? En el franquismo, les iba mejor a los Sazatorniles de La Escopeta Nacional que a Los Santos Inocentes. Ahora, toda Espa?a puede crear y crecer. El caos auton¨®mico nos ha sentado bien. @VictorLapuente