Europa debe unirse ante ¡®el Padrino¡¯ Trump
La UE tiene que ser fuerte para afrontar el segundo mandato de un presidente que trata a amigos y enemigos como el Don Corleone de Coppola
Imaginemos a Don Vito Corleone de El Padrino en la boda de su hija. Rodeado de familiares y amigos, su consigliere de confianza y aduladores de todo tipo que le colman de regalos y elogios. A cambio, ofrece protecci¨®n y favores con los que se asegura de que est¨¦n en deuda con ¨¦l y le sean leales en el futuro.
Ahora imaginemos a Donald Trump en Mar-a-Lago. El presidente disfruta de la atenci¨®n de sus consejeros, nuevos y viejos, ...
Imaginemos a Don Vito Corleone de El Padrino en la boda de su hija. Rodeado de familiares y amigos, su consigliere de confianza y aduladores de todo tipo que le colman de regalos y elogios. A cambio, ofrece protecci¨®n y favores con los que se asegura de que est¨¦n en deuda con ¨¦l y le sean leales en el futuro.
Ahora imaginemos a Donald Trump en Mar-a-Lago. El presidente disfruta de la atenci¨®n de sus consejeros, nuevos y viejos, recibe a invitados extranjeros y coloca a su gente en altos cargos de Washington. Le llueven las muestras de lealtad. El ambiente es exultante; una larga fiesta para celebrar la victoria antes de que comiencen las responsabilidades de la Casa Blanca.
Desde el otro lado del Atl¨¢ntico, los europeos tambi¨¦n env¨ªan regalos. El Don de Mar-a-Lago recibe con agrado las promesas de comprar m¨¢s armas y gas estadounidenses. Pero el momento de paz y buena voluntad puede resultar enga?oso. La esperanza es mala consejera. Lo que deber¨ªa estar haciendo Europa es prepararse para afrontar las fuerzas disruptivas que puede desencadenar un presidente y comandante en jefe poderoso y de ira f¨¢cil. Y Trump, como Corleone, huele el miedo.
Los l¨ªderes europeos, que se reunieron el jueves en una cumbre sobre Europa en el mundo (es decir, sobre Trump), saben que nuestra situaci¨®n es m¨¢s complicada que en 2017. Para empezar, Trump es m¨¢s fuerte. Tiene m¨¢s experiencia y est¨¢ mejor preparado que cuando gan¨® por primera vez. Dentro de su pa¨ªs tiene el control del Partido Republicano, el Congreso y el Tribunal Supremo, lo que significa que no tiene oposici¨®n.
M¨¢s preocupante es lo que se ha deteriorado la posici¨®n de Europa en los ¨²ltimos ocho a?os. La guerra de Rusia contra Ucrania ha hecho que el Gobierno estadounidense tenga a¨²n m¨¢s influencia entre sus aliados desde 2022. Para los pa¨ªses de Europa del Este, la posibilidad de invasi¨®n rusa es una grave amenaza que hay que evitar como sea. Y el entorno de Trump no tiene reparos a la hora de aprovechar esa ventaja.
El otro factor que debilita a Europa es la econom¨ªa. Los gobiernos de la UE, debido a un crecimiento lento o a una enorme deuda p¨²blica, tienen escaso margen para aguantar en caso de sacudidas. En una situaci¨®n as¨ª, los aranceles de Trump podr¨ªan hacer que ese ligero crecimiento se acabe convirtiendo en una recesi¨®n. Trump no dudar¨¢ en favorecer a unos pa¨ªses y castigar a otros para causar divisiones entre ellos.
Por consiguiente, el mejor recurso pol¨ªtico es un frente unido. En 2017, cuando Donald Tusk, hoy primer ministro de Polonia, era presidente del Consejo Europeo (entre 2014 y 2019), advirti¨® a sus colegas: ¡°Unidos, resistiremos; divididos, perderemos¡±. La entonces canciller alemana, Angela Merkel, compart¨ªa y respaldaba esa misi¨®n. Aunque Trump le ten¨ªa antipat¨ªa, por ser alemana y por ser mujer (dos factores que tambi¨¦n pesan en el caso de la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen), su papel en la unidad de Europa hasta 2021 fue innegable.
Si pasamos a la situaci¨®n actual, no est¨¢ claro qui¨¦n va a ser el emisario de Europa en la Casa Blanca. Algunos l¨ªderes tienen experiencia porque ya vivieron el primer mandato de Trump, entre ellos, Tusk y el hombre que el 1 de diciembre asumi¨® la presidencia del Consejo Europeo, el ex primer ministro de Portugal Ant¨®nio Costa.
Emmanuel Macron, que tambi¨¦n estaba entonces, trat¨® de impresionar a su invitado estadounidense en 2017 con el glamur parisiense (desfile en la Bastilla, cena en la Torre Eiffel), pero Trump tambi¨¦n se irrit¨® a veces con ¨¦l. Y Trump, como Don Vito, es rencoroso. Eso no le impidi¨® asistir a la gran reapertura de Notre Dame en Par¨ªs y darse palmadas en la espalda y firmes apretones de manos con el presidente franc¨¦s para las c¨¢maras. La foto con el otro invitado de honor, el presidente ucranio Volod¨ªmir Zelenski, garantiza que esta l¨ªnea de di¨¢logo permanezca abierta.
Otras dos caras conocidas para Trump son las de Mark Rutte, entonces primer ministro holand¨¦s y ahora jefe de la OTAN ¡ªpor tanto, el encargado de congraciarse con ¨¦l en materia de defensa¡ª, y Viktor Orb¨¢n, su m¨¢ximo aliado ideol¨®gico en Europa. Recientemente, se le pregunt¨® a Ant¨®nio Costa si piensa aprovechar el acceso privilegiado que tiene el dirigente h¨²ngaro a la Casa Blanca, a lo que respondi¨®: ¡°Los miembros del Consejo son personas que me ayudan en mi trabajo. (¡) Es bien sabido que Orb¨¢n tiene una estrecha relaci¨®n con Trump. No hay duda de que eso es una ventaja¡±.
El espa?ol Pedro S¨¢nchez se apresur¨® a felicitar a Trump por su victoria electoral, lo que indica que hay un deseo de mejorar las relaciones. S¨¢nchez tambi¨¦n es uno de los pocos dirigentes europeos cuyo mandato coincidi¨® parcialmente con el primero de Trump.
Sin embargo, el firme apoyo de Espa?a a Palestina tiene m¨¢s probabilidades de granjearle enemigos que amigos en Washington, a menos, claro est¨¢, que fuera posible aprovechar esa posici¨®n en unas negociaciones encabezadas por Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo. Por ejemplo, Espa?a podr¨ªa servir de puente diplom¨¢tico para facilitar el di¨¢logo con los pa¨ªses ¨¢rabes. Otro aspecto conflictivo puede ser la insistencia de Estados Unidos en que se aumente el gasto en defensa por encima del actual 1,3% del PIB espa?ol. A pesar de que Espa?a tiene mejores perspectivas econ¨®micas, a S¨¢nchez le puede ser m¨¢s dif¨ªcil que a otros l¨ªderes europeos convencer a los ciudadanos de que deben aportar m¨¢s dinero por una guerra en el flanco oriental de Europa. Asimismo, el hecho de que Estados Unidos reconociera la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental fue otro posible factor de tensi¨®n. El entonces presidente Trump no tuvo en cuenta los intereses hist¨®ricos y geopol¨ªticos de Espa?a en la regi¨®n y, con su decisi¨®n unilateral, coloc¨® al Gobierno de S¨¢nchez en una posici¨®n delicada y dej¨® bien claro que no se sent¨ªa obligado a consultar a sus aliados europeos. Es inevitable que vuelva a haber medidas impredecibles de este tipo, que subrayan lo necesarias que son la solidaridad y la unidad entre las naciones de la UE.
Al elenco se ha incorporado un nuevo miembro que es la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Trump la elogi¨® de forma entusiasta hace poco: ¡°Es una dirigente y una persona fant¨¢stica¡±. Dentro de la UE, la l¨ªder de Hermanos de Italia ha sabido situarse entre Orb¨¢n y el centroderecha. Nacida en Roma, el estilo pol¨ªtico de Trump, al contrario de lo que le pasaba a Merkel, le resulta familiar. Aun as¨ª, tambi¨¦n ella va a descubrir que Mar-a-Lago no es como la boda de Don Vito Corleone: aqu¨ª, la palabra no siempre se cumple.
Si algo nos ense?a la pel¨ªcula de Coppola es que el Don exige respeto a los protegidos, pero respeta a sus iguales. Los suplicantes est¨¢n en deuda con ¨¦l por lo que ha hecho por ellos, pero un igual merece participar en una transacci¨®n comercial. Por eso, lo primero que debe hacer Europa es aprender a respetarse a s¨ª misma y descubrir la fuerza que puede tener si le habla de t¨² a t¨² a Trump.