No me voy a rendir
Los lectores escriben sobre la defensa de la sanidad p¨²blica, la esperanza y los excesos de la Navidad y la fragilidad de nuestro bienestar
Llevo muchos a?os defendiendo la sanidad p¨²blica, reclamando en todas las instancias, acudiendo a las manifestaciones en su defensa y agradeciendo y animando al personal sanitario cuando tengo ocasi¨®n. Gracias al personal sanitario los males no son peores. Se necesitan varios d¨ªas para ir a Atenci¨®n Primaria y meses para especialidades e intervenciones quir¨²rgicas. Y un a?o para la Unidad del Dolor de un hospital de referencia. Madrid est¨¢ gobernada por el PP y lo han conseguido: esta comunidad est¨¢ a la cola en inversi¨®n en sanidad, y ha favorecido, de forma descarada, a la privada. Isabel D¨ªaz Ayuso emplea m¨¢s tiempo en hacer oposici¨®n al presidente del Gobierno de Espa?a que en ocuparse de los problemas de los madrile?os. Siempre y ante quien sea, seguir¨¦ defendiendo que los impuestos que pago tengan el destino justo.
?ngel Villegas Bravo. Madrid
Esperanza en Navidad
Navidad, qu¨¦ triste llegas este a?o, parece como si el barro llegase a todas partes, lo cubriese todo y no pudi¨¦ramos dejarlo a un lado para seguir con nuestra rutina. Pero la vida es muy tenaz, los afectados, unas veces desde la rabia, otras desde la solidaridad, desde los abrazos, desde el dolor por las p¨¦rdidas, desde todos los sentimientos que se van abriendo camino y todav¨ªa incr¨¦dulos, como si de una pesadilla se tratase, se aferran a cualquier resquicio para decirle a la realidad que van a resurgir. Una vez m¨¢s, la esperanza triunfa. Algo m¨¢s lejos, pero no menos triste, se impone la guerra, la crueldad, la absoluta injusticia. Navidad, qu¨¦ triste llegas este a?o. Deseo la mejor Navidad posible, no perdamos la esperanza.
Carmen Varas Lerma. Madrid
Tiempo de excesos
Leo consejos para abordar con sensatez las comidas de estas fiestas: que no acudamos a ellas con mucha hambre, que comamos despacio y mastiquemos bien, que no abusemos del alcohol, que al t¨¦rmino de las comidas no nos quedemos apoltronados y nos pongamos a pasear¡. Me parecen consejos muy sensatos y necesarios para no maltratar nuestro cuerpo, pero me temo que si a alguno se le ocurriera hablar de los consejos aludidos en una de las fiestas, le llover¨ªan los pitos, las pieles de gambas, y los polvorones. ?Un d¨ªa es un d¨ªa!, ?Hay que disfrutar!... Vivimos tiempos de excesos laborales, estr¨¦s, problemas, incertidumbre¡ y cuando llega el fin de a?o los sublimamos con otro tipo de excesos, alimenticios y et¨ªlicos.
V¨ªctor Calvo Luna. Valencia
Todo puede cambiar
Puedes haber elegido una carrera que garantizara estabilidad y un buen empleo, puedes tener un sueldo decente, vivir despreocupado. Puedes caminar por la calle, mirar a las personas sin hogar y pensar que nunca estar¨¢s en su lugar, pero ma?ana llegar¨¢ otra crisis y podr¨ªas perder tu trabajo. Al principio no te inquietar¨¢, sin embargo, tienes una edad y nadie querr¨¢ pagarte lo que vales. Tendr¨¢s que vender tu casa, buscar¨¢s trabajo con desesperaci¨®n mientras el subsidio de desempleo se agota. Y cuando ese d¨ªa llegue, estar¨¢s sin empleo y en la calle. Entonces, alguien pasar¨¢ a tu lado y pensar¨¢ que nunca ser¨¢ como t¨².
Sara Carril Ortiz. Madrid
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