Jos¨¦ Antonio Llorente, ejemplaridad a seguir
Fue un gran empresario en el sector de los servicios profesionales corporativos donde entre las primeras firmas globales la gran mayor¨ªa son de origen anglosaj¨®n. Abraz¨® la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa como un medio clave para progresar en la excelencia del servicio
Hoy se cumple un a?o del fallecimiento de Jos¨¦ Antonio Llorente y querr¨ªa recordarle. No s¨®lo por sus indudables ¨¦xitos empresariales sino tambi¨¦n, y especialmente, por sus valores como ser humano, porque no tengo duda que su ejemplo nos har¨ªa mejores, individualmente y como sociedad.
Fue un gran empresario en el sector de los servicios profesionales corporativos, donde entre las primeras firmas globales la gran mayor¨ªa son de origen anglosaj¨®n, y en el que no es f¨¢cil crear, empezando con dos personas, una ense?a global, presente hoy en 13 pa¨ªses, con casi 1.400 empleados y que ha llegado a ser una de las cuarenta primeras del mundo en su especialidad. Cre¨® y molde¨® la consultor¨ªa de comunicaci¨®n en Espa?a, con esa visi¨®n tan arraigada que ten¨ªa de la comunicaci¨®n como funci¨®n esencial en la sociedad para que esta funcione mejor y como una actividad estrat¨¦gica de las empresas en sus relaciones con clientes e instituciones. Ambas ideas eran parte esencial de su credo, genuina y gen¨¦ticamente asumido, y por ello parte de su ¨¦xito.
Tuvo siempre claro que en Latinoam¨¦rica, m¨¢s all¨¢ de un ¨¢mbito geogr¨¢fico con una lengua com¨²n a la nuestra y un estrecho v¨ªnculo hist¨®rico, hab¨ªa un futuro mejor para sus sociedades y habitantes y que la comunicaci¨®n ayudar¨ªa a conseguirlo. Por ello su apuesta, en ese sentido, siempre fue clara y firme, no s¨®lo empresarialmente sino tambi¨¦n institucionalmente. Demostr¨®, igualmente aqu¨ª, su altura de miras y su perfil de hombre de Estado, ese al que Iv¨¢n Redondo ha hecho referencia en varias ocasiones.
Jos¨¦ Antonio abraz¨® la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa como un medio clave para progresar en la excelencia del servicio a prestar a los clientes y anticip¨® que ser¨ªan esenciales para permanecer a la cabeza de la industria. Por eso hoy, en la firma que fund¨®, muchas de las incorporaciones son ingenieros o analistas de datos. Porque es necesario, como ¨¦l dec¨ªa, ¡°escuchar y entender el contexto¡± y para ello en nuestro entorno, cada vez m¨¢s sofisticado, se requiere de nuevas herramientas.
A Jos¨¦ Antonio, le encantaba escuchar, y este fue un rasgo definitorio de su vida personal y profesional. Querer escuchar, est¨¢ en la esencia del que realmente quiere entender al otro, del que quiere mejorar las cosas y del que tiene apetito por conocer como mecanismo para sacar su mejor yo. El apetito de Jos¨¦ Antonio, en ese sentido, era voraz y por ello le interesaba todo, el arte, la literatura, la pol¨ªtica, la historia, la tecnolog¨ªa, pero sobre todo lo que m¨¢s le interesaba eran las personas, era un inter¨¦s real y genuino. Siempre ten¨ªa tiempo para todos o era el primero en hacer un comentario a una publicaci¨®n en redes de un amigo o conocido.
Jos¨¦ Antonio no era dogm¨¢tico y por supuesto no acud¨ªa al principio de autoridad en la argumentaci¨®n de sus ideas. Ten¨ªa fuertes convicciones y est¨¢s afloraban en la discusi¨®n con ¨¦l, pero le vi en muchas ocasiones cambiar de opini¨®n sin dudar. Querer escuchar al otro y no ser dogm¨¢tico son la base de la empat¨ªa y la asertividad, de la habilidad y el coraje necesarios para preocuparnos e interesarnos de verdad por los dem¨¢s. Si pusi¨¦ramos ambas habilidades en nuestras listas de mejora para el futuro, siguiendo su ejemplo, sin duda nos ayudar¨ªa como sociedad, porque siempre puede haber, como tambi¨¦n dec¨ªa, otra forma de ver las cosas y es necesario entenderla, especialmente en estos d¨ªas de polarizaci¨®n, de divergencia entre las tendencias etno-nacionalistas y cosmopolitas, como las califica el profesor de Harvard, Steven Levitsky, de peligro ante el control del conocimiento y de intento por imponer una visi¨®n sobre el pasado y presente para as¨ª poder controlar el futuro.
Pero si hay algo que me gustar¨ªa honrar de Jos¨¦ Antonio, es su lecci¨®n de c¨®mo encarar la muerte que es, en definitiva, una lecci¨®n de c¨®mo encarar la vida. Pienso en Gamoneda y en sus versos del Libro del fr¨ªo y no puedo dejar de recordarle: ¡°Estoy desnudo ante el agua inm¨®vil. He dejado mi ropa en el silencio de las ¨²ltimas ramas. Esto era el destino: llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua¡±. Ese momento de llegar al borde, es de los pocos que nos hace a todos los humanos iguales, independientemente de nuestro origen, credo o riqueza. Es inalterable como destino, y s¨®lo nuestro car¨¢cter, moldeado por los valores que hicimos nuestros, lo hace diferente. Jos¨¦ Antonio durante el a?o que estuvo luchando contra su enfermedad, lo hizo con esa serenidad clara que ten¨ªa, con la habitual flema inglesa que le caracterizaba, sin irritaci¨®n alguna. El 29 de diciembre de 2023, a las 9.00 de la ma?ana, cuando a¨²n me recuperaba de una gripe que me hab¨ªa impedido pasar las fiestas con mi familia, me llam¨® pidi¨¦ndome que fuera a Madrid porque estaba en sus ¨²ltimas horas. Tuvo la cabeza lucida hasta el final, con la ¨²nica preocupaci¨®n de solucionar algunos asuntos para su mujer, Irene, y su hija, Mara. Sof¨ªa Puente nos ayud¨® a conseguirlo, por lo que le estar¨¦ eternamente agradecido ya que permiti¨® que pudiera pasar sus ¨²ltimas horas m¨¢s tranquilo, si cabe, con todo resuelto. Cuando le abrac¨¦ el s¨¢bado 30 por la noche antes de irme, dej¨¢ndolo con Irene, esperaba volver a verle a la ma?ana siguiente. No vi en ¨¦l, en ning¨²n momento miedo ante la quietud del agua. A la ma?ana siguiente ya no se despertar¨ªa.
Todos los que lo conocimos lamentamos su p¨¦rdida, pero este lamento, como el de Deor, pasar¨¢ (That was overcome, so may this be). As¨ª lo quer¨ªa. Lo que dif¨ªcilmente pasar¨¢, ser¨¢ su recuerdo, lo que nos dej¨®, su ejemplaridad y la satisfacci¨®n por haberlo conocido, vivido, querido, y re¨ªdo (a¨²n recuerdo el ¡°live, love, laugh¡± de sus tarjetas personales) y tambi¨¦n, porque no, por haber trabajado con ¨¦l. Nos ha dejado una huella indeleble.
En este a?o que empieza se cumplir¨¢n 30 a?os desde que fund¨®, all¨¢ por 1995, Llorente y Cuenca y probablemente por primera vez en la historia de la empresa, Estados Unidos ser¨¢ el primer pa¨ªs por nivel de actividad. Y tambi¨¦n lo seguiremos recordando.
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