?Qu¨¦ es el optimismo?
Las predicciones pesimistas inspiran m¨¢s respeto que las optimistas: pueden ser igual de fr¨ªvolas e interesadas que las positivas, pero les concedemos un plus de seriedad
?Qu¨¦ es el Optimismo? era el primer grupo del cantautor bilbilitano ?ngel Petisme. Era un nombre provocativo porque durante mucho tiempo lo prestigioso ha sido el pesimismo. Ten¨ªa que ver con cierta impronta fatalista: en alguna familia, tras un ataque de risa, se dec¨ªa ¡°Ya lo pagaremos¡±. William F. Buckley escribi¨® que un conservador es alguien que se coloca frente a la historia y grita ¡°Detente¡±, pero el pesimismo pod¨ªa ser todav¨ªa m¨¢s com¨²n en la izquierda, porque a veces ser de izquierda era quejarse, como se?alaba Ricardo Piglia en su curso sobre Borges. Las predicciones pesimistas inspiran m¨¢s respeto que las optimistas: pueden ser igual de fr¨ªvolas e interesadas que las positivas, pero les concedemos un plus de seriedad. Algunos han buscado razones biol¨®gicas: alarmarte por algo que no ocurre es menos costoso que permanecer indiferente a un peligro real. Como ha apuntado Janan Ganesh, las predicciones negativas penalizan menos. Todo el mundo ha hecho un chiste sobre el fin de la historia de Francis Fukuyama, pero nadie se acuerda de los apocalipsis que no llegaron: el pesimista, dice Ganesh, ni queda decepcionado ni rinde cuentas. (Autores que llevan d¨¦cadas prediciendo la crisis del sistema salen a celebrar la confirmaci¨®n de sus tesis cuando el sistema entra en crisis: ?por fin, la prueba! A ver si el fracaso del mercado hace que se venda mi libro.)
Por supuesto, prestamos m¨¢s atenci¨®n a las noticias negativas y esa es una de las virtudes de la apasionante recopilaci¨®n de Kiko Llaneras sobre 45 cosas buenas que han ocurrido en 2024: el mundo mejora. Adem¨¢s podemos ver algunas paradojas. El pesimismo se ha repartido: el pesimismo clim¨¢tico es de izquierdas y el demogr¨¢fico es de derechas. El pesimismo democr¨¢tico es algo m¨¢s de izquierdas y el pesimismo econ¨®mico es un poco m¨¢s de derechas. Enemigos tradicionales del capitalismo celebran logros que son efectos del capitalismo, como la reducci¨®n de la pobreza extrema. Entusiastas hist¨®ricos del capitalismo se alarman porque, en fin, todo lo s¨®lido se desvanece en el aire. Los campeones habituales del ¡°pensamiento cr¨ªtico¡±, que desde?aban los datos positivos como optimismo ingenuo en el mejor de los casos, parecen versiones de Pangloss y viejos optimistas racionales asumen el vocabulario de Casandra. En algunas posiciones, como siempre, hay sesgo y ventajismo. Esperemos que 2025 nos d¨¦ m¨¢s razones para la alegr¨ªa. Aunque seguro que no igualaremos en coherencia al optimista y el pesimista del chiste. El pesimista, abatido, dec¨ªa: ¡°Nada puede ir peor¡±. El animoso optimista respond¨ªa: ¡°?Ya ver¨¢s c¨®mo s¨ª!¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.