Escarnio de una denunciante

Casi 200.000 mujeres denunciaron en 2023 ser v¨ªctimas de casos de violencia de g¨¦nero en Espa?a, seg¨²n el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ese mismo a?o, las fuerzas de seguridad registraron cerca de 22.000 delitos sexuales, seg¨²n Interior. Muchas de ellas se preguntar¨¢n probablemente ahora qu¨¦ reparaci¨®n les puede ofrecer la justicia tras ver el v¨ªdeo del indignante interrogatorio del juez Adolfo Carretero a la actriz Elisa Moulia¨¢, tras denunciar esta por agresi¨®n sexual al exdiputado ??igo Errej¨®n. El da?o es profundo. Al escuchar preguntas como: ¡°?No ser¨ªa que usted s¨ª quer¨ªa algo con ese se?or?¡± o ¡°?usted le dijo que parara?¡±, muchas futuras v¨ªctimas se cuestionar¨¢n si merece la pena presentar una denuncia y tener que verse en esa situaci¨®n.

El v¨ªdeo del interrogatorio a Moulia¨¢, filtrado a varios medios, retrata a un juez que, m¨¢s all¨¢ de su lenguaje o de su evidente falta de empat¨ªa con una mujer que comparece como denunciante de un grave delito contra su libertad sexual, perpet¨²a los peores estereotipos y el cuestionamiento a las denunciantes de estas agresiones. Un interrogatorio inquisitorial que carece de sentido en esta fase inicial del proceso contra el exportavoz de Sumar. Resultar¨ªa m¨¢s propio de un abogado defensor que del juez que se supone debe arrojar luz sobre la causa y hacer justicia.

La actuaci¨®n de Carretero evidencia todo lo que todav¨ªa falta por recorrer para que la justicia aborde los casos de violencia sexual con una perspectiva de g¨¦nero y garantice la protecci¨®n integral de las afectadas. Cuesti¨®n a la que, adem¨¢s, obliga la Ley de Libertad Sexual. Sobre todo, lanza una imagen que puede disuadir a muchas mujeres de presentar una denuncia formal, el mejor camino para que se haga justicia en un Estado de derecho, o de declarar contra su agresor si van a ser revictimizadas o cuestionadas de esta manera. En el 10% de los casos de violencia machista denunciados en 2023, la v¨ªctima renunci¨® a declarar, un porcentaje que se mantiene estable en los ¨²ltimos a?os.

Algo falla en la justicia espa?ola si pese a los innegables avances de las pol¨ªticas feministas en todos los ¨¢mbitos, tambi¨¦n en el judicial, las mujeres siguen desconfiando de los procedimientos institucionales y en algunos casos acaban teniendo como opci¨®n denunciar de forma an¨®nima en las redes sociales las agresiones sexuales que sufren.

Este caso muestra tambi¨¦n la pervivencia de la idea de que las mujeres han de ofrecer una mayor oposici¨®n y reacci¨®n en situaciones de violencia machista, lo que contradice todo el conocimiento tanto cient¨ªfico como sociol¨®gico y psicol¨®gico sobre la misma.

El CGPJ ha abierto una investigaci¨®n a Carretero, quien ha asegurado que pedir¨¢ amparo por las cr¨ªticas, tras recibir miles de quejas ¡ªun n¨²mero excepcional¡ª por su actuaci¨®n. Estas diligencias informativas son un tr¨¢mite siempre que el Poder Judicial recibe quejas sobre la actuaci¨®n de un juez. Su desarrollo mostrar¨¢ cu¨¢l es la sensibilidad de una instituci¨®n ¡ªpor vez primera con una mujer en su presidencia¡ª en la que apenas hay precedentes de sanci¨®n por este tipo de comportamientos. El CGPJ ha mostrado por ahora m¨¢s inter¨¦s en criticar la filtraci¨®n del v¨ªdeo que en la propia actuaci¨®n del juez. La filtraci¨®n ha servido para mostrar a la sociedad lo que demasiadas mujeres siguen teniendo que soportar en los tribunales.

La violencia sexual se enmarca en un machismo que es estructural. Acabar con ¨¦l implica a toda la sociedad, pero la responsabilidad es mucho mayor en quienes, como los jueces, tienen en su mano la reparaci¨®n de las v¨ªctimas.