Karla Sof¨ªa Gasc¨®n sigue mereciendo el Oscar
Lo que tuitease la actriz hace a?os, por burro, racista, de mal gusto o insultante que fuese, no forma parte de su interpretaci¨®n
Si los acad¨¦micos estaban convencidos de que Karla Sof¨ªa Gasc¨®n merec¨ªa el Oscar por su trabajo en Emilia P¨¦rez, no hay ninguna raz¨®n para que hoy opinen lo contrario. Lo que tuitease la actriz hace a?os, por burro, racista, de mal gusto o insultante que fuese, no forma parte de su interpretaci¨®n. Si esta les parec¨ªa digna de premio hace una semana, deber¨ªa seguir pareci¨¦ndoselo, porque la pel¨ªcula no ha cambiado. Si el esc¨¢ndalo tuitero y sus melodram¨¢ticas explicaciones condicionan su decisi¨®n, significar¨¢ que a los acad¨¦micos les importan una higa el cine, las pel¨ªculas en concurso y, en general, todo el tinglado del que forman parte.
A lo mejor cambian el voto porque su apoyo a Gasc¨®n tampoco ten¨ªa que ver con la cinefilia. Quiz¨¢ ven¨ªan dopados por la farfolla propagand¨ªstica que la misma interesada hab¨ªa diseminado, poniendo su identidad por encima de su trabajo, cuando para muchos espectadores de Emilia P¨¦rez, entre los que me incluyo, no hab¨ªa ninguna necesidad. Podr¨ªa entender que, desde un car¨¢cter achulapado, sintiera el escozor de las cr¨ªticas a la obra ¡ªfuribundas, moralistas y erradas por completo de tiro¡ª, y respondiese a ellas con desd¨¦n de cupl¨¦, pero Emilia P¨¦rez es una tragedia cl¨¢sica en clave posmoderna que se defiende solita con su arte, de la primera a la ¨²ltima canci¨®n, le sobran los ap¨®stoles.
Entre sus muchos y human¨ªsimos fallos, Gasc¨®n intent¨® asegurarse el Oscar por el atajo de la m¨¢scara moral, como dir¨ªa Edu Gal¨¢n, present¨¢ndose como paladina de los oprimidos y olvidando que hab¨ªa eructado antes contra los moros. De nuevo, nada de eso desmerece su trabajo, pero ella sali¨® a encabezar la revuelta trans y volvi¨® escaldada con los tuits de las navidades pasadas. Donde las dan, las toman, pensar¨¢ esa humanidad que acecha entre los visillos de las redes, siempre ansiosa de que se fundan las alas de barro de los ?caros reci¨¦n despegados.
No conozco a Gasc¨®n y no s¨¦ si esos espumarajos expresan qui¨¦n es o son simples calentones. Todos hemos visto a gente estupenda transformarse en monstruos al tuitear compulsivamente. ?Qu¨¦ m¨¢s da c¨®mo y qui¨¦n sea Gasc¨®n? A lo mejor tiene la lengua larga y el nervio sulfuroso, pero quien le niegue el premio por eso sufre una empanada moral mucho m¨¢s indigesta y turbia, pues su ¨¢nimo de inquisidor es consciente. No podr¨¢ alegar que tuvo una mala tarde o que tuiteaba borracho: su hipocres¨ªa le nace de lo m¨¢s hondo del sistema nervioso. Y yo prefiero mil veces a una bocazas que a un moralista taimado.
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