Snyder, la libertad y los otros
El historiador estadounidense defiende que lo importante es debatir de manera plural ¡®lo que deber¨ªa ser¡¯ para poder cambiar ¡®lo que es¡¯
Est¨¢ claro que para ser libres hay que quitarse las cadenas de encima. Romper los grilletes y ponerse en marcha. La imagen m¨¢s id¨ªlica de ese gesto liberador es la que ofrecen con frecuencia esos anuncios en los que aparece alguien con los cabellos agitados por el viento, la mirada en el horizonte, y circulando en un autom¨®vil a una endemoniada velocidad camino de la dicha. Lib¨¦rate de cualquier barrera, toma del mundo cuanto quieras, l¨¢nzate. Y en esas andamos ahora con esos multimillonarios que han llegado a la Casa Blanca y que est¨¢n entrando en ...
Est¨¢ claro que para ser libres hay que quitarse las cadenas de encima. Romper los grilletes y ponerse en marcha. La imagen m¨¢s id¨ªlica de ese gesto liberador es la que ofrecen con frecuencia esos anuncios en los que aparece alguien con los cabellos agitados por el viento, la mirada en el horizonte, y circulando en un autom¨®vil a una endemoniada velocidad camino de la dicha. Lib¨¦rate de cualquier barrera, toma del mundo cuanto quieras, l¨¢nzate. Y en esas andamos ahora con esos multimillonarios que han llegado a la Casa Blanca y que est¨¢n entrando en los despachos antes reservados a los funcionarios para liquidar cualquier escollo que limite sus movimientos y les pueda complicar la tarea de ser todav¨ªa m¨¢s ricos. De eso fue de lo que trat¨®, en primer lugar, Timothy Snyder en la conferencia que dio el martes en la Fundaci¨®n Rafael del Pino, en Madrid. De la mano de Elon Musk, dijo, y con la bendici¨®n de Trump, un batall¨®n de j¨®venes a su servicio ha empezado a hacerse cargo de determinados instrumentos tecnol¨®gicos que manejan los datos de los estadounidenses para comenzar as¨ª a desmantelar cualquier presencia de la Administraci¨®n en la cosa p¨²blica. Snyder se refiri¨® a un particular ¡°golpe de Estado¡± que se realiza sin armas ni uniformes y a la vista de todos. Y que se hace bajo la l¨®gica de lo que llama libertad negativa.
Esta idea es uno de los motores de su ¨²ltimo libro, Sobre la libertad (Galaxia Gutenberg), en el que Snyder de alguna forma cuelga los h¨¢bitos de historiador para tomar la palabra como un ciudadano m¨¢s, preocupado por la deriva de un mundo en el que bajo la bandera de la libertad se est¨¢ liquidando la libertad. Para explicar este aparente contrasentido lo que hace es distinguir la libertad negativa de la positiva.
La libertad negativa es la que permite dinamitar cualquier barrera, es la libertad respecto a. La otra, la positiva, es la libertad para, la que permite construir proyectos. ¡°Si concebimos la libertad ¨²nicamente como libertad respecto a, no estamos pensando con suficiente amplitud; solo pensamos en nosotros mismos, o en nosotros contra el mundo¡±, escribe Snyder. Cuando habla de la positiva, apunta, por ejemplo: ¡°Sin un sentido de lo que deber¨ªa ser no podemos hablar claro sobre c¨®mo podr¨ªa cambiar alguna vez lo que es¡±.
Snyder empieza su libro acord¨¢ndose de cuando era ni?o en una granja de Ohio y en otro lugar salta al adolescente que descubre fascinado a V¨¢clav Havel o al joven que estudi¨® con Leszek Ko?akowski, al que tanto debe. Habla de un taller que dio en una c¨¢rcel, cuenta su llegada a Europa del Este, recuerda sus lecturas, escribe de rock and roll o del tiempo que colabor¨® con Tony Judt para pensar el siglo XX cuando su amigo estaba ya en un momento avanzado de la esclerosis lateral amiotr¨®fica que termin¨® con su vida. Snyder tambi¨¦n se refiere a la septicemia que casi lo mata. Es uno m¨¢s, y esa voz pr¨®xima que acude a sus experiencias y conocimientos para ocuparse de lo que cree m¨¢s importante ¡ªla libertad¡ª es hoy necesaria porque habla con ese sentido com¨²n que empieza a parecer una extravagancia: somos fr¨¢giles y necesitamos a los otros, sin pluralidad no hay forma de construir un mundo en el que convivamos todos, hacen falta valores para sortear el nihilismo que nos conduce a aceptar el dominio de los ricos y los poderosos. Snyder apunta a Putin: ¡°En Rusia observamos la transici¨®n de la definici¨®n de la libertad como falta de barreras a una pol¨ªtica de fascismo donde no existen barreras para los caprichos del L¨ªder¡±. Pues eso.