Musk quiere todo el poder
Las facultades ejecutivas que Trump ha otorgado al hombre m¨¢s rico del mundo suponen una brecha del Estado de derecho en EE UU
La semana pasada, el empleado de m¨¢s alto rango del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, David Lebryk, dimiti¨® despu¨¦s de que Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo y asesor del presidente Donald Trump, le exigiera tener acceso al sistema de pagos del Gobierno federal, el mecanismo por el cual la Administraci¨®n desembolsa a ciudadanos, instituciones y empresas las cantidades de dinero presupuestadas. Al final, tras la intervenci¨®n del recientemente nombrado secretario del Tesoro, Scott Bessent, Musk y su equipo lograron acceder al sistema.
El incidente es grave y los dem¨®cratas han exigido explicaciones en el Congreso. Musk act¨²a en nombre del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, que a pesar del nombre no es un departamento (ministerio) del Gobierno federal, sino el nuevo nombre del Servicio Digital de EE UU, dependiente de la Casa Blanca. La diferencia es clave: los nombramientos de los ministros han de ser confirmados por el Senado. As¨ª pues, una persona que solo responde ante Trump y sin respaldo parlamentario ha entrado en uno de los sistemas m¨¢s sensibles del Estado.
Y, m¨¢s grave a¨²n, ha anunciado su intenci¨®n de utilizar ese poder para recortar gastos dentro de la ofensiva de ¡°eficiencia¡±. Uno de los pilares de la Constituci¨®n estadounidense es que el Congreso es el ¨²nico con poder de presupuestar y autorizar gasto p¨²blico. Que Elon Musk se arrogue la potestad de negarse a pagar programas aprobados en sede parlamentaria ¡ªpotestad que ya ha sido cuestionada cautelarmente por la justicia¡ª supone una brecha en el Estado de derecho. Por no hablar del conflicto de intereses entre el Musk asesor y el Musk empresario: varias de sus compa?¨ªas obtienen buena parte de sus ingresos de contratos con la Administraci¨®n.
Ejemplo de lo que puede venir ha sido la reciente ofensiva contra USAID, la agencia estadounidense de ayuda al desarrollo. Varios funcionarios de la agencia se negaron a que los hombres del magnate sudafricano tuviesen acceso a sus documentos, algunos de ellos clasificados como de alta seguridad. Los miembros del equipo del due?o de Tesla y X amenazaron con volver acompa?ados de agentes armados. Finalmente, los funcionarios de USAID que se opusieron fueron destituidos, al resto se les prohibi¨® acceder a sus oficinas y Musk logr¨® su objetivo. El desmantelamiento de USAID tendr¨¢ un efecto devastador en la lucha global contra el hambre y las enfermedades infecciosas, as¨ª como en el prestigio internacional de EE UU.
Durante a?os, el trumpismo ha desvariado acerca de la existencia de un ¡°Estado profundo¡±, un sistema dentro del sistema, ajeno a todo control democr¨¢tico. En solo un par de semanas en el poder, Trump parece estar creando su propia versi¨®n de aquello que afirmaba querer corregir. Es un proceso que puede tener efectos irreversibles si las instituciones independientes no lo detienen pronto.
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