Las tendencias de fondo que favorecen a Vox frente al PP
Feij¨®o no consigue un acomodo con la ultraderecha porque el objetivo de esta no es gobernar; a los de Abascal incluso le puede beneficiar quedarse fuera de las instituciones
![Ilustraci¨®n de Eulogia Merle para la tribuna de Oriol Bartomeus 'Las tendencias de fondo que favorecen a Vox frente al PP', 12 de febrero de 2025.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5VBCPYON7RHPDB5G7UI63TP2ZY.jpg?auth=d24bcae4584852ed67ff1519e2bddf4d3913ba00c718434b369477a4bd17ca38&width=414)
Tiempos extra?os los que vive el PP a tenor de los ¨²ltimos acontecimientos y los datos m¨¢s recientes. Por un lado, el PSOE no consigue mejorar sus expectativas de voto, lo cual permitir¨ªa ahora a los de Alberto N¨²?ez Feij¨®o disfrutar de una relativamente c¨®moda ventaja sobre los socialistas. Pero, por otro lado, Vox mantiene una tendencia al alza en su estimaci¨®n de voto, coincidente con el dram¨¢tico episodio de la dana valenciana y espoleado por el zeitgeist global ejemplificado en la ceremonia de entronizaci¨®n de Donald Trump, a la que asisti¨® como invitado Santiago Abascal.
El ascenso de Vox es mala noticia para el PP porque su voto se nutre principalmente de antiguos votantes populares o de electores del espacio de la derecha que podr¨ªan votar a Feij¨®o, pero prefieren a Abascal. El bar¨®metro de 40dB de principios de mes se?alaba que el PSOE obtendr¨ªa el peor resultado en unas pr¨®ximas elecciones generales, pero indicaba lo mismo para un PP en tendencia decreciente desde hace casi un a?o. 700.000 personas que votaron al PP en 2023 optar¨ªan hoy por Vox. Son menos que en enero, pero la tendencia de fondo a lo largo de la legislatura es claramente positiva para los de Abascal.
Los datos de 40dB muestran otra tendencia de fondo preocupante para el PP en relaci¨®n con Vox. Entre los hombres menores de 45 a?os, la extrema derecha supera c¨®modamente a los populares. El caso m¨¢s espectacular es el de los hombres de menos de 25 a?os, entre los que Vox se erige como la fuerza con m¨¢s intenci¨®n de voto, con m¨¢s de 20 puntos de ventaja sobre PSOE y PP, algo que no se reproduce entre las mujeres, donde es el PSOE el que lidera el voto (eso s¨ª, con una ventaja m¨ªnima sobre Vox).
Lo interesante de este bar¨®metro (corroborado en el del CIS de enero) es que el liderazgo de Vox entre los hombres no se limita al grupo m¨¢s joven, sino que se alarga hasta la mediana edad. Si se compara con el mismo bar¨®metro al inicio de la actual legislatura (septiembre de 2023), el cambio es m¨¢s que evidente. La intenci¨®n de voto a Vox ha subido 20 puntos entre los hombres m¨¢s j¨®venes, y 15 entre las mujeres de la misma edad. Entonces, la intenci¨®n de voto al PP era pr¨¢cticamente la misma que la de la extrema derecha entre los hombres de menos de 35 a?os. Hoy, los de Abascal superar¨ªan a los de Feij¨®o en m¨¢s de 10 puntos.
Las curvas de edad de los electorados de Vox y PP, tanto en hombres como en mujeres, son inversas. Mientras que el apoyo a los populares crece a medida que crece la edad, con un pico evidente entre los mayores de 65 a?os, el voto a Vox disminuye con la edad, siendo los m¨¢s j¨®venes los que muestran mayor intenci¨®n de voto por la extrema derecha. Esto pone en evidencia el peligro que supone la inercia generacional para el PP. Afortunadamente para ¨¦l, se contrarresta por el hecho que los grupos de m¨¢s edad son los que muestran mayor propensi¨®n a participar en elecciones, con un diferencial de 25 puntos a favor del grupo de mayor edad.
Para alivio del PP, se sabe tambi¨¦n que el voto entre las generaciones nuevas es menos estable que entre las antiguas. Que Vox supere al PP entre los menores de 45 a?os hoy no presupone que lo haga, o no con la misma fuerza, cuando se convoquen las pr¨®ximas elecciones generales. El nuevo elector tiende a ser m¨¢s vol¨¢til en sus decisiones. Sin embargo, la dimensi¨®n de la brecha entre Vox y PP empieza a ser preocupante para los de Feij¨®o y la tendencia de fondo no augura nada bueno. A esto se sumar¨ªa un rasgo que distingue al elector nuevo: su rechazo instintivo al argumento del mal llamado ¡°voto ¨²til¡±, la ¨²nica arma en manos del PP para contrarrestar a Vox. A diferencia del elector antiguo, que mostraba (y sigue mostrando) una querencia evidente hacia los grandes partidos, el nuevo parece responder a una din¨¢mica m¨¢s dura, le cuesta renunciar a su voto en favor de una opci¨®n m¨¢s moderada y tiende a practicar aquello que Joan Rodr¨ªguez Teruel define como el ¡°voto a tomar por culo¡±, es decir, practica un voto que no solo no reh¨²ye la bronca sino que la busca, que hace gala de su aparente inutilidad (en t¨¦rminos de gobernabilidad) para ser la simple expresi¨®n de un rechazo total al sistema, sin que le importe las consecuencias.
De ah¨ª que el apoyo a Vox parezca inmune al abandono el pasado verano de los gobiernos auton¨®micos que compart¨ªa con los populares. Es m¨¢s, es posible que ese movimiento mejorara el atractivo de los ultras entre sus votantes, porque parte de su encanto es precisamente el no ocupar el poder, ser oposici¨®n, mantenerse al margen. Los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni basaron su triunfo electoral precisamente en eso, en ser el ¨²nico partido que no secund¨® el Gobierno t¨¦cnico de Mario Draghi.
El voto a Vox es un voto eminentemente antipol¨ªtico, que se fundamenta en el desprecio a la pol¨ªtica y a ¡°los pol¨ªticos¡±, sean del signo que sean, se?alados como una panda de aprovechados y corruptos que viven del buen pueblo ingenuo que les vota. A ese ¡°pueblo¡± es al que Vox llama a una especie de rebeli¨®n contra un sistema que no atiende a las preocupaciones del ciudadano normal y que la extrema derecha identifica ¡ªaunque los datos de la realidad no fundamenten ese juicio¡ª con el inmigrante, culpable de los principales males que supuestamente acechan a ese ciudadano (los bajos salarios y la inseguridad), y a sus defensores, las izquierdas woke y sus propuestas de subversi¨®n del orden ¡°natural¡±, los roles cl¨¢sicos de g¨¦nero, la familia tradicional y la moral cristiana.
Todo ello servido por una ret¨®rica turbothatcherista de exaltaci¨®n del individuo y de la riqueza como la m¨¢s perfecta expresi¨®n de la inteligencia. All¨ª est¨¢ Elon Musk, el ep¨ªtome del self-made man que antes hab¨ªan encarnado figuras como Silvio Berlusconi. M¨¢s de 15 a?os despu¨¦s de la gran crisis global del neoliberalismo la receta de los influencers de la machosfera es m¨¢s neoliberalismo, un neoliberalismo desacomplejado, desatado, bravuc¨®n y pendenciero, manufacturado v¨ªa redes sociales a un p¨²blico de hombres a los que se incita a rebelarse para recuperar su posici¨®n ¡°natural¡± en la sociedad, esa de la que habr¨ªan sido expulsados. No es solo la econom¨ªa, es algo m¨¢s. Es la revancha de los que se sienten v¨ªctimas sin necesidad de serlo.
A ese impulso at¨¢vico no han sabido responder ni la izquierda ni la derecha. Esta ¨²ltima oscila entre el acercamiento a los postulados ultras o su denuncia. Feij¨®o ha recorrido ese camino varias veces sin establecer una posici¨®n concreta. Pablo Casado ya lo hizo en su d¨ªa. El problema para el PP es que est¨¢ encadenado a Vox si quiere gobernar alg¨²n d¨ªa, mientras que Vox no est¨¢ necesariamente encadenado al PP, puesto que su principal objetivo no es gobernar. Vox incluso podr¨ªa preferir quedarse fuera de las instituciones viendo como el PP se erosiona, tal como sucedi¨® en Italia o en Francia, donde la derecha tradicional ha visto como sus votantes hu¨ªan en masa hacia sus competidores.
Vox a¨²n no est¨¢ ah¨ª, pero tampoco est¨¢ tan lejos. Este fin de semana ha reunido a la primera ministra italiana y al h¨²ngaro, a la l¨ªder de la oposici¨®n en Francia y al l¨ªder del primer partido holand¨¦s. Adem¨¢s, cuenta con el respaldo expl¨ªcito del presidente de los Estados Unidos. Mucho viento de cola.
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