Proteger a la infancia en Hait¨ª
La crisis de violencia y pobreza que atraviesa el pa¨ªs marcar¨¢ su futuro porque afecta sobre todo a los menores
Hait¨ª, un pa¨ªs sumido en el caos pol¨ªtico y social desde hace d¨¦cadas, afronta una crisis devastadora que golpea con especial crudeza a los m¨¢s vulnerables: los ni?os. La infancia haitiana est¨¢ atrapada en una espiral de violencia, abandono y pobreza extrema. Violaciones sistem¨¢ticas, reclutamiento forzoso por grupos armados, hambre y el cierre masivo de escuelas han convertido a Hait¨ª en un territorio hostil para su propia ni?ez.
Seg¨²n datos de un estudio reciente de Unicef, aproximadamente 1,2 millones de ni?os viven bajo la constante amenaza de la violencia armada, y se calcula que tres millones requerir¨¢n ayuda humanitaria urgente en 2025. El colapso del Estado ha dejado a la infancia expuesta a los peores horrores. Las bandas criminales han ocupado el vac¨ªo de poder, convirtiendo barrios enteros en zonas de guerra donde el secuestro, el abuso sexual y la extorsi¨®n son moneda corriente. Las pandillas controlan el 85% de Puerto Pr¨ªncipe, y el n¨²mero de ni?os y ni?as reclutados por estas bandas ha aumentado un 70% en el ¨²ltimo a?o. Actualmente, se estima que la mitad de los miembros de grupos armados son menores, algunos de tan solo ocho a?os. Sin acceso a educaci¨®n, salud ni seguridad, crecen en un entorno marcado por el miedo y la desesperanza.
A esto se suma una crisis alimentaria que amenaza con convertirse en una cat¨¢strofe irreversible. La falta de acceso a alimentos b¨¢sicos afecta a m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n infantil, lo que genera problemas de desnutrici¨®n cr¨®nica. Las organizaciones humanitarias tienen serias dificultades para distribuir ayuda a causa de la inseguridad y la inestabilidad pol¨ªtica, lo que agrava la situaci¨®n. Muchas escuelas han cerrado forzadas debido a la violencia o a la destrucci¨®n de sus infraestructuras por desastres naturales, lo que limita las oportunidades de futuro de los ni?os.
Hait¨ª no es solo una naci¨®n empobrecida; es una sociedad atrapada en un ciclo de inestabilidad pol¨ªtica, desastres naturales y abandono global. La comunidad internacional ha demostrado una preocupante falta de compromiso con la reconstrucci¨®n de Hait¨ª, limit¨¢ndose a respuestas reac?tivas y temporales. La ayuda humanitaria, aunque crucial, no es suficiente si no se acompa?a de una estrategia de desarrollo que permita la recuperaci¨®n social del pa¨ªs.
Las autoridades haitianas, por su parte, tambi¨¦n deben asumir su responsabilidad y trabajar para garantizar los derechos de la infancia. Es fundamental que se refuercen las instituciones, se combata la corrupci¨®n y se implemente un plan efectivo para la seguridad ciudadana. Sin estos elementos, cualquier esfuerzo humanitario quedar¨¢ reducido a un paliativo temporal. La infancia haitiana no puede esperar m¨¢s. Hait¨ª necesita una intervenci¨®n decidida y coordinada que garantice la protecci¨®n de los ni?os y siente las bases para una recuperaci¨®n real y sostenible. Supone una obligaci¨®n moral y un imperativo humanitario.