CSI: Espa?a
Es importante saber qu¨¦ persona es culpable de X, pero es imprescindible poner en marcha los mecanismos impersonales para que X no se repita

Para analizar lo que pasa en la vida p¨²blica espa?ola no necesitamos a un polit¨®logo, sino a Jessica Fletcher o H¨¦rcules Poirot. Pues la discusi¨®n no versa sobre qu¨¦ pol¨ªticas son m¨¢s apropiadas para resolver unos problemas sociales en expansi¨®n (como el acceso a la vivienda) con unos recursos en contracci¨®n (por la disciplina fiscal de Bruselas y la militar de Washington). No. Las historias van de contratos ama?ados, maletines con dinero, pisos para amantes, mensajes encriptados, m¨®viles sustituidos con m¨¢s celeridad que un clan de la droga de Baltimore. Y personajes sin escr¨²pulos: empresarios que se enriquecieron mientras la gente estaba encerrada en sus casas durante la pandemia y pol¨ªticos que se entretuvieron mientras la gente en Valencia deber¨ªa haber estado encerrada en sus casas durante la tragedia. Y ahora vuelve la G¨¹rtel.
El relato p¨²blico, cual novela polic¨ªaca, consiste en unir las pistas: comidas en reservados, coartadas durante las horas fat¨ªdicas, barrido de llamadas y whatsapps. Y, como saben los creadores de ficci¨®n, esto es adictivo. Pero orientar la conversaci¨®n colectiva hacia lo ocurrido en el pasado es tan peligroso como conducir sin levantar la vista del retrovisor. Sobre todo, a la velocidad a la que vamos en 2025.
El retrovisor es para la justicia. Y es fundamental dirimir las responsabilidades penales de los muchos imputados en los muchos desmanes recientes en nuestra patria. Pero eso a la Espa?a democr¨¢tica se le da bien. Muy bien, de hecho. Pocos pa¨ªses han procesado y condenado a m¨¢s grandes empresarios y pol¨ªticos. Posiblemente, ninguno.
Pero otros pa¨ªses miran m¨¢s por el parabrisas, que es de lo que deber¨ªa ir la pol¨ªtica. Es importante saber qu¨¦ persona es culpable de X, pero es imprescindible poner en marcha los mecanismos impersonales para que X no se repita. Cada d¨ªa Carlos Maz¨®n da muestras de m¨¢s incompetencia y menos credibilidad. Aderezado de soberbia. Pero el centro de la diana pol¨ªtica no puede ser Maz¨®n, aunque satisfaga nuestras naturales pulsiones justicieras, sino construir un sistema de prevenci¨®n de tragedias que no dependa de la eventual dejadez de los m¨¢ximos responsables. Y de esto nadie habla, porque interpela a todas las administraciones, auton¨®micas y estatales. Mostrar inter¨¦s en reformar los protocolos de actuaci¨®n ser¨ªa reconocer que no fueron impecables el d¨ªa de la dana. Y por ah¨ª (muchos) no pasan. Y prefieren guardar silencio. Ignorando que, cuando se miren en el espejo por las ma?anas, en el vapor pronto se les aparecer¨¢ la cara de Maz¨®n.
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