Los j¨®venes africanos empiezan a desistir de la pirater¨ªa: ¡°Ya no quieren ver cine de baja calidad¡±
Khadidia Djigo, la exhibidora senegalesa, narra el auge del cine en salas de ?frica Occidental, donde su compa?¨ªa est¨¢ abriendo auditorios con la misma tecnolog¨ªa que los de cualquier pa¨ªs del norte
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¡°Hay una gran di¨¢spora africana en el mundo que est¨¢ conectada a las pel¨ªculas del continente, aunque los filmes africanos que ganan en los festivales no llegan al gran p¨²blico africano¡±, explica la exhibidora senegalesa Khadidia Djigo. Algo as¨ª como que cuando estamos fuera de nuestros pa¨ªses nos gusta reencontrarnos con nuestras alegr¨ªas, nuestras tradiciones e incluso con nuestros complejos como sociedad (el cine de autor que premian los festivales), pero cuando estamos dentro del pa¨ªs, preferimos el entretenimiento, vaciar un rato la cabeza de los problemas cercanos, distendernos con ficciones lejanas, con Hollywood quiz¨¢.
Sin embargo, es muy probable que algunas de estas certezas est¨¦n a punto de dejar de serlo, con el aluvi¨®n de nuevas salas de cine comercial que se est¨¢n abriendo en ?frica Occidental y que ya est¨¢n estableciendo cuotas de pantalla para el cine de sus propios pa¨ªses. Sabemos, por supuesto, que a buena parte del joven p¨²blico urbanita de nuestro gran continente vecino le encanta estar al tanto de los ¨²ltimos ¨¦xitos de taquilla en EE UU y Europa, pero en las puertas de las salas ya empiezan a mezclarse los afiches de los t¨ªtulos mainstream con los del cine local m¨¢s genuino. Y eso va calando.
Khadidia Djigo responde probablemente al perfil de muchos de esos j¨®venes entusiastas que componen el p¨²blico de los espect¨¢culos de cualquier gran ciudad de ?frica Occidental. Naci¨® en Dakar, Senegal, hace 32 a?os. Sali¨® a formarse y luego regres¨® a su pa¨ªs con mil ideas nuevas. Desde 2017 es la directora del complejo de cine y sala de exposiciones de Canal Olympia Teranga en su ciudad natal. Djigo hab¨ªa estudiado comercio y relaciones internacionales en Burdeos, trabaj¨® en comunicaci¨®n y espect¨¢culos en Par¨ªs e hizo pr¨¢cticas en Estados Unidos, en la sede de la UNESCO, donde elabor¨® una memoria sobre el multiling¨¹ismo en los organismos internacionales, insistiendo en lo bien que se puede trabajar entre colegas de pa¨ªses con diferentes lenguas, en Naciones Unidas, donde ¡°el suajili es idioma oficial¡±, recuerda.
?Qu¨¦ signific¨® para Dakar una gran sala de cine, de nuevo, como en los buenos viejos tiempos? En Dakar, hac¨ªa casi 20 a?os que hab¨ªa cerrado la ¨²ltima sala de cine, cuando lleg¨® este conglomerado franc¨¦s (pariente de Canal+) a instalar ¡°un auditorio para 300 personas equipado con la misma tecnolog¨ªa¡± con la que cuenta cualquier otro sitio de los llamados ¡®desarrollados¡¯. Djigo comenta que cost¨® unos meses atraer a la gente, pero que en 2018, cuando aterriz¨® en Senegal la pel¨ªcula Black Panther, de Ryan Coogler, aquello fue ¡°una locura¡± y, aunque era una pel¨ªcula norteamericana de superh¨¦roes, se trataba al mismo tiempo de una celebraci¨®n de la africanidad (que bati¨® todos los r¨¦cords en el mundo, incluso el del filme m¨¢s taquillero realizado por un director afroamericano). Y, as¨ª, en los seis meses que siguieron a ese estreno llegaron a las 10.000 entradas vendidas, lo cual incluye tambi¨¦n a los espectadores de la ¨²ltima entrega de la saga Los piratas del Caribe.
Black Panther hizo venir a gente que no hab¨ªa venido nunca; despu¨¦s de esta pel¨ªcula, el cine se convirti¨® en una costumbre para los senegaleses, cameruneses, guineanos...
¡°Black Panther hizo venir a gente que no hab¨ªa venido nunca; despu¨¦s de esta pel¨ªcula, el cine se convirti¨® en una costumbre para los senegaleses, cameruneses, guineanos¡¡±, se entusiasma Khadidia. Porque, entretanto, el grupo Canal Olympia hab¨ªa abierto salas en Guinea Conakry, Camer¨²n (Duala y Yaound¨¦), Burkina Faso y N¨ªger. Despu¨¦s de 2018 se inauguraron tambi¨¦n cines en Togo, Ben¨ªn, Congo Brazzaville y Madagascar.
Constatado el boom en los pa¨ªses franc¨®fonos, ahora est¨¢n desembarcando en los pa¨ªses angloparlantes de la regi¨®n (al menos, en los que no tienen prohibida la apertura de salas por la pandemia). As¨ª, Nigeria inaugur¨® una sala el pasado 1 de noviembre y Ruanda acaba de hacerlo, hace un mes escaso. Estas dos ¨²ltimas ten¨ªan postergada su inauguraci¨®n desde marzo y abril, respectivamente. A¨²n esperan el levantamiento de las restricciones para abrir las de Ghana, Sierra Leona y Liberia.
Khadidia Djigo est¨¢ a cargo de la cadena de exhibici¨®n en Senegal y, ahora tambi¨¦n, del entrenamiento del equipo y el lanzamiento de los teatros para el mundo angl¨®fono: ¡°El p¨²blico es mayoritariamente joven, gente de entre 15 y 30 a?os. Son los m¨¢s contentos por contar con una sala con buen sonido, buena imagen, donde las pel¨ªculas taquilleras salen al mismo tiempo que en EE UU o en Francia¡±. Son, seguramente, quienes est¨¢n pendientes de las campa?as de la industria del entretenimiento online y ¡°quieren ir a verlas en cuanto salen, cuando todav¨ªa no est¨¢n en Netflix o Amazon¡±. Es decir, que las plataformas digitales no resultan una competencia invalidante.
Y aunque la pirater¨ªa existe, y los DVD se siguen vendiendo con naturalidad en los mercados, ese p¨²blico ya se ha vuelto exigente y ¡°no quiere ver pel¨ªculas en baja calidad¡±. ¡°Adem¨¢s, adaptamos los precios al poder adquisitivo de cada pa¨ªs. En Dakar, la entrada cuesta 2 euros para los adultos y el equivalente a 1,5 euros para los menores de 12 a?os¡±, a?ade.
En Dakar, la entrada cuesta 2 euros para los adultos y el equivalente a 1,5 euros para los menores de 12 a?os
¡°Desde luego, tambi¨¦n hay p¨²blico para el cine de autor en ?frica, que suele verse en los institutos culturales antes que en las salas comerciales¡±, apunta Djigo. No obstante, hay pel¨ªculas africanas de acci¨®n y comedias que tienen cuota de pantalla en sus cines, como es el caso de Sankara et moi (Sankara y yo), que ha quedado entre las pendientes, cuando por fin los cines puedan reabrir tras los confinamientos, en Senegal y Congo Brazzaville, donde las salas contin¨²an ¡°desgraciadamente cerradas¡±.
Sobre las posibilidades de retomar la actividad tras semejante par¨®n, Djigo lamenta que las ayudas gubernamentales en Dakar sirvieran solo para los dos primeros meses. El resto de ?frica parece ir retomando su actividad de entretenimiento con normalidad. Que as¨ª sea, esencialmente por los trabajadores de la cultura.
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